sábado, 31 de julio de 2010

Toy Story 3, Lee Unkrich, 2010

Hace 15 años vi por primera vez Toy Story y esa película cambió mi vida y la de muchos de nosotros. Toy Story marcó el inicio de la increíble carrera de Pixar, los cuales se van superando película a película.

Y ya, en el plano más tonto y personal, desde que vi Toy Story he entrado súbitamente a mi cuarto esperando encontrar a mis juguetes o bien moviéndose o bien en una posición distinta. Y, aunque jamás ha pasado, me da cierto respeto el tratar mal a un juguete... Sólo por si acaso, xD.

Así, quince años después nos encontramos ante el final de la saga: Toy Story 3.

La película comienza con su propia película de vaqueros en la que Woody, Jessi, Buzz y Perdigón deben salvar a un tren lleno de huerfanitos (los trolls de pelos multicolor de toda la vida) y capturar a la familia de villanos compuesta por los señores Patata y sus tres hijos, los marcianitos del Pizza Planet. Al final, resulta ser una de las súper aventuras que Andy se monta al jugar y eso da paso a las cintas caseras donde el niño aparece jugando con nuestros protagonistas.

Pero el tiempo pasa. Andy tiene ya diecisiete años, prefiere el móvil a jugar y por eso de todos los juguetes que eran, sólo queda el grupo formado por Woody, Buzz, Jessi, Perdigón, los señores Patata, los marcianitos, Hamm, Rex, el perro Slinky y algunos soldaditos verdes. Ante la inevitable ida de Andy a la universidad, los ánimos del grupo andan divididos: los hay que temen acabar en la basura (Jessi, con ataques de ansiedad, incluida) y los que se resignan con acabar en el trastero esperando que Andy los rescate cuando tenga hijos.

Sin embargo, la madre de Andy es toda una lianta y básicamente la lía parda.

Quizás en Estados Unidos sea normal, pero a mí me dio la impresión de que Andy no se iba a la universidad, sino que lo echaban de casa porque, madre, cómo le vacía su progenitora la habitación: ni siquiera la deja los trofeos o las fotos en las paredes. Jo, cuando yo me fui, seguí teniendo mi cuarto tal y como estaba. Bueno, la cosa es que la mujer se pone muy plasta en que separe las cosas que vaya a tirar y las que suba al trastero. Eso, mientras insta a la hija pequeña a que elija entre sus juguetes también: que guarde unos y los otros los done a la guardería del barrio. Vamos, la buena mujer la tiene entramada con los juguetes, xD.

Universidad o desván, this is the question

Andy, con la cara de suplicio que ponemos todos cuando a nuestras madres les entra el afán limpiador, mete a los supervivientes en una bolsa para subirlos al trastero, salvo a Woody a quien planea llevárselo a la universidad. Por una serie de malentendidos, la madre acaba tirando a los juguetes a la basura, por lo que éstos, muy ofendidos, deciden colarse en la caja de donaciones - donde se reecuentran con la Barbie de Molly, depresiva perdida por el desengaño - e irse a la guardería. Woody intenta explicarles lo del lío, pero no le hacen ni caso. Entonces la madre petarda y oportunista, aparece y el pobre Woody acaba en las donaciones también.

Una vez en la guardería comenzamos a conocer a las nuevas adquisiciones, de las cuales las dos más importantes son el oso Lotso, un bebé que si tenía nombre no me enteré y que me daba un mal rollo del quince y, el gran descubrimiento, Ken. Como podéis suponer, el encuentro entre Barbie y Ken fue épico.

Cuando yo era pequeña, hacía escenas así... Pero sin los corazoncitos molones del fondo, xD

Prácticamente desde el principio, la película destila melancolía y nostalgia (lo cual me recordó a la genial Up, por cierto), ya que la idea central es la despedida, los caminos separados y dejar marchar al ser querido. Pero no por ello resulta menos divertida. Y es que es lo bueno de esta película, algo en lo que Pixar lleva trabajando un tiempo: una cosa no quita a la otra, la mezcla de sentimientos, emociones y sensaciones, aunque sean encontradas.

Con pocas películas he llorado tanto como con el final de Toy Story 3 (inundé las gafas 3D y apenas podía ver, xD) y también con pocas películas me he reído tanto. Durante los créditos ya no sabía si lloraba de pena o de risa, en serio, tan solo que debía parecer una idiota con los lágrimones y las carcajadas al mismo tiempo, mientras me afanaba en limpias las puñeteras gafas, xD. Por suerte, no era la única... Aunque eso no me libró de las burlas de mi señor padre que me invitó al cine.

Y supongo que esa es la moraleja que quieren difundir los chicos de Pixar: la vida tiene momentos tristes y duros, pero no por ellos debes dejar que se apague tu sonrisa. Uy, qué cursi me ha quedado eso.

El grupo de juguetes encaja a la perfección, teniendo todos su parte de protagonismo y sus momentazos. Quizás el que más sobresale es Woody, mientras que todos los demás (incluído Buzz) quedan relegados un poco a segundo plano; puede que sea que Woody es mi favorito, al que siempre apoyo y del que siempre tomo partido, pero esa sensación me dio. Al fin y al cabo, es el favorito de Andy, es el que cree ciegamente en su niño y el que haría cualquier cosa por estar ahí, por ser el amigo fiel del que habla la canción.

Pero, como ya he dicho, todos tienen sus momentazos para lucirse cómicamente, destacando en ese apartado Buzz y su nueva... Vamos a llamarla faceta andaluza, xD. Geniales sus gestos, sus movimientos y genial el doblador. No sé si en versión original resultará tan gracioso como con el acentazo que le pone el actor español.

Los caretos Bú-andalú son lo mejor...
Y los de Jessi en plan arg y el de Woody en plan ó_ò también

También destacaría a dos de las nuevas incorporaciones: Barbie y Ken. Curiosamente a lo que pueda parecer en un primer momento, la fémina delicada y tontita es él, no ella, que tiene todo un señor carácter. Claro, al fin y al cabo Ken es un juguete para niñas, ¿no? xD. Como nota curiosa, diré que tengo exactamente al Ken en el que está basado el de la peli (incluso tengo uno de los trajes que sacan en la peli, xD) y que, como soy tonta, me hizo mucha ilusión, xD.

Y podría comentar un montón de cosas más, pero sería entrar en demasiados spoilers y esto sería eterno. Así que, hale, resumiendo: Toy Story 3 es una película redonda, perfecta, una obra de arte a las que Pixar nos está malacostumbrando desde su primera cinta y, curiosamente, inicio de esta saga.

10/10

PD: Se me ha olvidado comentarlo, pero el corto previo también es una maravilla ^^

PD2: Se me siguen acumulando las reseñas: me terminé Los doce clanes de Jonathan Stroud.

3 comentarios:

  1. por fin la he visto!
    Me hinché de reir con el Buzz andaluz XD sinceramente iba asustada de lo que pudieran haber hecho porque con ese tema siempre la cagan y acabo sintiéndome ofendida como andaluza XD pero no lo han hecho <3
    Y bueno, mi padre y yo casi nos morimos con lo de: EL GAAAAANCHOOOO xD
    Y después las que casi nos morimos fuimos mi hermana y yo, pero de la llorera =P

    P.D.: que letra tan bonita tiene esa Barbie... XDDDDDDDD

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  2. Tíaaa, el Buzz-andalúz era genial, sobre todo con los efectos secundarios que se le quedaron y que tanta ilusión le hicieron a Jessi ("¡¡Woody, sé poner a Buzz en modo romántico!!")).

    Yo lo pasé súper mal cuando están a punto de quemarse porque me acordaba del cuento del soldadito de plomo. Por cierto, maldito oso con olor a fresas, ¡qué malvado!

    PD: Claro, es que era un juguete de niñas, xDD

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