lunes, 11 de julio de 2011

Ojalá fuera cierto

Como en verano la programación de la televisión directamente apesta, es una buena época para leer y, sí, para actualizar con reseñas de libros. En esta entrada sigo poniéndome al día con los que tengo pendientes, en concreto con Ojalá fuera cierto de Marc Levy.

Ojalá fuera cierto cuenta la historia de Lauren, una joven doctora que un buen día sufre un accidente que la deja en coma; en realidad debería haber muerto, pero el paramédico que la atiende se esfuerza demasiado y acaba provocando que su corazón lata de nuevo. Pero sólo el cuerpo de Lauren permanece confinado en una cama de hospital, ya que ella ha acabado convertida en fantasma.

Por otro lado, meses después Arthur se muda al apartamento de Lauren y se la encuentra ahí, exactamente dentro de un armario mientras él se está duchando. Entonces, claro, como Arthur no sólo puede verla, sino también tocarla, se cree que está loca. Sin embargo, ella le acaba convenciendo porque prácticamente le obliga a ir al hospital donde Arthur, atónita, la ve en coma.

Así comienza la relación entre los dos, además de la obsesión de Arthur por ayudar a Lauren a despertar, que le traerá más de un quebradero de cabeza.

He de admitir que me compré el libro porque he visto la película basada en él unas cuantas veces y me encanta. Al mismo tiempo, creo que eso juega en contra del libro porque, claro, el listón estaba alto. Sin embargo, cambian tantísimas cosas que te acabas olvidando de uno cuando estás con el otro. De hecho ni siquiera respetaron los nombres en la película, cambiando Lauren/Arthur por Elizabeth/David.

Ojalá fuera cierto se lee con rapidez, es un libro medianamente breve y, aunque Marc Levy no sobresale en lo que a narrativa y expresión se refiere, sí que es efectista, agradable y se deja leer con facilidad.

No obstante, sí que le veo un par de pegas. Aunque es un libro entretenido y se basa en una idea fantástica, creo que la reacción de Arthur no es precisamente natural. A ver, en un principio sí que lo es (el no creer a Lauren es lógico), pero una vez que comprueba que la historia de Lauren es cierta, me parece muy precipitada y exagerada su obsesión con salvarla, al fin y al cabo no la conoce.

Pero, bueno, desde el principio Marc Levy hace que la pareja converse, que se vaya conociendo, así que no es de extrañar que se acaben enamorado. Eso me gusta, ya sabéis que soy de la opinión de que los amores a primera vista no existen.

La otra pega que le veo es que alarga innecesariamente la trama y que por eso llegado el momento se le va de las manos y acaba solucionándola de una manera un tanto absurda.

Personalmente, prefiero la película a la novela. Quizás influya el que viera antes la película, pero creo que en ésta la historia se desarrolla mucho mejor: Levy te muestra las cartas desde el principio (quién es Lauren, por qué es un fantasma), mientras que en la película existe cierto misterio entorno a lo sucedido a Elizabeth. Además, me gusta mucho más cómo se resuelve todo en la película que en el libro, ya que en éste último queda un poco absurdo y, además, en el aire.

Eso sí, lo bueno que tiene en el libro es que se profundiza en Arthur, en su pasado, de hecho nos cuenta la historia de su madre y cómo ésta le influyó siempre. A Lauren el autor la deja un poco olvidada en ese sentido, aunque, bueno, dada su vida hasta es normal. Quiero decir, Lauren se crió con su madre, estudió medicina y desde entonces es una adicta al trabajo, no hay de dónde rascar.

En conclusión, Ojalá fuera cierto es un libro de amor con todo lo que ello conlleva (sí, hay sexo, aunque ella sea una fantasma... ¿Algún motivo tenía que tener que Arthur pudiera tocar a Lauren, no?) y por eso deja leer, es entretenido, incluso divertido en varias ocasiones, pero no es precisamente un libro que te cambie la vida ^^U

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