miércoles, 14 de septiembre de 2011

Brindemos por el despropósito

Hoy es uno de esos días en los que me paro a pensar en Telecinco, algo que no sucede muy a menudo. Habitualmente es una cadena que no me interesa lo más mínimo. De hecho, soy de esas personas que antes se traga un documental de La 2 que cinco minutos de Sálvame. Sin embargo, ahora mismo me estoy preguntando si compraron al director de ficciones en el rastro o lo encontraron en una zanja o qué. Porque, vamos, menuda racha de series que lleva.

En estos momentos, si no me fallan las cuentas, únicamente les funcionan tres series: Aída, Tierra de lobos y La que se avecina. No sigo las dos primeras y la última siempre anda en la cuerda floja, no por las audiencias, sino porque ya sea la productora o la cadena parecen no querer continuar con ella, aunque finalmente lo logra. Y el problema radica en que no logran encontrar ninguna otra serie que funcione, lo que es bastante lógico dados los estrenos que nos ofrecen.

Así, repasando sus series me he dado cuenta que desde el 2008 (año en que se estrenó Sin tetas no hay paraíso) no han estrenado ninguna serie que haya despuntado en ningún aspecto, a excepción de Tierra de lobos: A ver si llego, Un golpe de suerte, De repente los Gómez, Supercharly, Vida loca, Piratas... Reconozcamos que todas son malas, pero malas de cojones.

Por supuesto, han tenido unos pocos productos de calidad (Acusados, Ángel o demonio y Punta Escarlata), pero ninguno ha tenido grandes audiencias y, para más INRI, los dos últimos los encargó Cuatroº y Telecinco se los apropió con la fusión.

¿Y a qué viene todo este rollo?

A que han vuelto a hacerlo. Nos han ofrecido un nuevo bodrio del que yo no pienso repetir. Y es que al genio donde los haya que decide estas cosas, no se le ha ocurrido mejor idea que encargar remakes para solucionar la crisis en cuanto a ficción que está teniendo la cadena. El primero en llegar es el de Cheers, pero aún quedan dos más: el de Entre fantasmas, protagonizado por Patricia Montero (ya empiezan mal) y el de Modern family con Juanjo Puigcorbé y Norma Ruiz.

Pues bien, el domingo por la noche os deleitaron con el estreno de los dos primeros capítulos de Cheers. Sí, he escrito “deleitar” porque, admitámoslo, leer las críticas en tuiter fue de lo más divertido.

Los protagonistas de Cheers practicando para sonreír a los señores del paro.

En mi caso, antes de empezar a hablar de la versión española, quiero decir una cosa: una de mis series favoritas es Fraiser. La adoro. Es de esas series que vería una y mil veces y cada una de ellas me reiría como el primer día. De hecho, es de esas series que siempre recomiendo y que, cuando hablo de ellas, me entra la risa floja al recordar momentos (mi preferido siempre será el episodio de la radio novela, brutal). Es de esas series que tiene unos personajes increíbles, que todos me encantan, aunque, eso sí, siempre estaré enamorada de Niles por encima de cualquier otro.

Cheers (por si no lo sabéis, Fraiser es una spin off de ésta) la he visto menos, pero, aún así, es una serie con la que he crecido. Mi padre y mis abuelos eran muy fans, la tenían incluso grabada en cintas de vídeo. Cuando era pequeña me sabía el Where everybody knows your name (en ese inglés-japonés-indefinido que tienen los niños) y me sabía coletillas como el famoso “Noooooorm”. Vamos, que es una serie a la que le tengo mucho cariño.

Por eso, me daba pánico la versión española. Por eso, creo que Ted Danson y compañía, incluso la NBC deberían denunciarles porque lo ha hecho Telecinco no es una versión, es un sacrilegio.


Vale, de primeras aluciné con que se sacaran el querer versionarla de la manga. No sé, es una serie antigua y mítica, es como si yo me pongo a versionar, no sé, Stars Wars, me iban a caer hostias a mansalva. Pero es que encima han hecho algo tan sumamente penoso, que dan ganas de ir a patear algunos culos.

Más allá de algunas fotos promocionales y algún reportaje de los actores en plan: “bua, lo vamos a petar, nos está quedando de puta madre, bla bla”, lo primero que se conoció fue la cabecera con Dani Martín perpetrando otro crimen musical más al traducir al castellano la mítica canción. ¿Alguien querría decirle a este hombre que cante sus propias canciones y deje de “versionar” canciones de otros? Que su versión de La chica de ayer sea mejor que la de Enrique Iglesias, no quiere decir que se le dé bien hacerlo.

Mala señal. Muy mala señal.

Y tan mala, como que lo único que de verdad vale la pena es el decorado. Es triste decirlo, pero es así.

Empezando por el guión, que es malo, pero malo, malo. Vamos a ver, si no te ríes en dos episodios en una comedia, es que no se están haciendo las cosas bien. Además, es que introducen risas enlatadas y diría que no saben hacerlo, pero, claro, es que en dos episodios no ha habido ni un mero chiste decente, así que tampoco lo sé. Los creadores de comedias deberían replantearse el usar ese recurso, pues el escuchar las risas enlatadas junto al chiste y que en el salón de tu casa haya tal silencio que se escuchen grillos, es muy forever alone.


Por otro lado, las situaciones cómicas planteadas no llegan a funcionar. La única que aún ha tenido algo de gracia ha sido la de Nico cuando intentaba irse con una chica (la amiga no puta de Cata en Sin tetas, por cierto) de viaje y, de repente, irrumpía el cartero hipnotizado y luego Rebeca activaba la hipnosis del personaje de Pepón Nieto. Pero, vamos, en general me han parecido forzadas. Por ejemplo, en La que se avecina las situaciones son de lo más absurdas, pero quedan bien, encajan, funcionan. Aquí no, por lo que resulta más patético que divertido.

Y empezando por un reparto que sufre lo que mi padre ha denominado el efecto Los Quien: cuenta con buenos actores, pero, en general, da penita verlos en pantalla.

De momento, al que nos han puesto como protagonista absoluto es a la versión española de Fraiser que, en realidad, es Diego Serrano sin barba. Antonio Resines es un buen actor, tiene muchos registros (su Diego Serrano poco tiene que ver con papeles como el de desgraciado de La buena estrella o de hijo de puta con tirantes de Celda 211, sólo por poner un par de ejemplos), pero lo que nos ha ofrecido no es Fraiser Crane. Fraiser es un pijo, es pedante, es listo, se cree mejor que los demás; Félix Simón se dedica a mover las manos y a dirigir al trío que forma con el cartero y Pepón Nieto, que peca de lo mismo: su Norm es más Mariano de Los hombres de Paco que otra cosa.

Félix: A ver, Nico, si te tienes que desenamorar de África, digo, de Rebeca, te desenamoras.
Y, por cierto, ¿dónde coño está el jamón, eh?

Por otro lado, la versión patria de Sam Malone (por cierto, señores guionistas, os recuerdo que Sam era el protagonista de la serie) parece mentira que esté interpretada por un actorazo como Alberto San Juan. Es como si ni él mismo creyera que merece la pena esforzarse, pues está artificial, falso, acartonado.

Otra que lo hace igual de mal o, incluso, peor es Chiqui Fernández, que hace el papel de Carla al que (al igual que a Sam) le han cambiado el nombre innecesariamente. Cada vez que Chiqui Fernández abría la boca, tenía ganas de coger un gancho enorme de película antigua y sacarla del escenario. Especialmente chirriante cada vez que “gruñía” a Rebeca por ser mala camarera. Penosa, creo que me ha parecido la peor con diferencia.

El resto del reparto no me ha chirriado tanto como estos tres, pero, vamos, que tampoco los salvaría de la quema... Quizás, siendo benevolente y, bueno, porque siento debilidad por ella, destacaría a Alexandra Jiménez como lo único que aún puede pasar. Vale, siempre le he tenido manía a Shelley Long y de Kristie Alley no me acuerdo muy bien, pero creo que es el único personaje que no comparaba con los originales y, además, Alexandra Jiménez al menos actuaba en vez de ser ella misma (Resines, va por ti) o dedicarse a leer el guión con desgana.


Al otro que salvaría es a Adam Jezierski, aunque esté desaprovechado; quién diría que este chico puede poner tan bien cara de tonto, nada que ver con su Gorka o el cabroncete maquiavélico de Tensión sexual no resuelta.

Vamos, en conclusión un despropósito de serie. Patética en extremo, mala a rabiar... Como queráis decirlo. Es que, de hecho, falla exactamente en todo lo que fallaba Los Quien, otra que también era horrorosa... Como debía de ser Vida loca, que nunca me atreví a verla. No sé qué les ocurre a los guionistas con las comedias, pero últimamente se lucen, ¿eh? Vamos, que de las últimas comedias estrenadas la única que salvaría de la quema es BuenAgente y Pelotas, aunque ésta la estrenaron ya en el 2009 y ya acabó.

5 comentarios:

  1. Mola, porque gracias a esta entrada he descubierto la de "Tensi´´on sexual no resuelta", y me ha gustado tanto esa pelicula que luego me paso a leerlo xD

    Yo reconozco que me he reido alguna que otra vez, pero tanto como para ponerme a verla todas las semanas... pues no xD Sobre todo me he reido con Pepon Nieto. Con el Resines... pues no, porque es como Los Serrano y en Los Serrano me aburrio mucho.

    He de reconocer que nunca vi Cheers... aunque mis padres fueron grandes fans xD De hecho cuando fuimos a Londres encontramos un bar con el logotipo de Cheers y tal cual todo en la serie y tuvimos que entrar y sacarnos fotos xDD Pero nunca la he visto. Fraiser la vi alguna vez, pero tampoco la he seguido mucho, as´´i que no estoy muy centrada con los desprop´´ositos de esta serie... pero es igual, porque es bastante aburrida. Eso de ,a hipnosis tuvo cosas graciosas, pero es todo muy forzado. Lastima, porque Alberto San Juan me gusta mucho... pero no mola.

    El polaco molo un rato xD Las pocas frases que tuvo las hizo simpaticas... es que bueno, a mi este chico me gusta mucho, no lo puedo evitar... me parece que sera un buen actor, si es que no lo es ya. Y ademas, majete... no como el Ricardo que hacer de Carlos Alcantara, que mas subido no se lo puede tener... xD

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  2. No he visto Cheers ni la original pero es que cuando la gente se queja de los remakes es por algo!!!

    Tensión Sexual es muy divertida yo soy fan de Adam y de Fele Martínez. Me encanta en esta peli de profe da penica y en el pasado Ay Omá!!!

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  3. Andrea, que sepas que te envidio mucho por lo del bar, ¡yo también quiero! Y, bua, Fraiser es buenísima, el humor, los personajes, la historia de Niles y Daphne... Vamos, que es un amor de serie <3

    Alberto San Juan fue una decepción tremenda, que este hombre es muy bueno haga lo que haga. No sé, en Águila roja daba un mal rollo (y un ascazo) del copón, mientras que cuando ha hecho comedias como El otro lado de la cama o Más que amigos, también muy bien, pero aquí está de pena. Adam moló, me encantó el momento nota, xDD. Fue de lo poco que me gustó, además, lo que dices, que es súper majo el chico. Lo de Ricardo Gómez no tenía ni idea o.0 Qué fuerte.

    Abril, bueno, yo he de decir que ha habido remakes que me han gustado, véase Hawaii 5.0, que es genialoso o Cuéntame. Pero esto es un asco ¬¬U

    Tensión sexual no resuelta me encantó, divertidísima y, sobre todo, ese duelo de titanes entre Adam (en serio, me parece un actorazo) y Norma Ruiz, que es muy grande, ya haga de tonta o todo lo contrario :P

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  4. Es mala, malísima. Es la Aída Nízar de las series.

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