domingo, 30 de septiembre de 2012

Maromo de la semana 111

Pues una vez más estamos a domingo y, por tanto, toca cambiar a Eion Bailey (te echaremos de menos, Eion) por un nuevo Maromo de la semana. En esta ocasión, tras pensarlo muy, mucho me he decantado por uno de mis actores favoritos ever, uno del que llevo enamorada casi toda mi vida y que me parece muy morboso en cada cosa que haga.

¿Y por qué elegirle a él? Pues porque esta semana vuelve Gran hotel, lo que es todo un evento televisivo, pese a que la propia Antena 3, como acostumbra, nos haya quitado la emoción y spoileado que nuestro amado Andrés sigue vivo. Pero, bueno, alegrémonos y regocijémonos y, de paso, ya voy con el maromo que no es él, sino...

Fele Martínez


Rafael Martínez nació el 22 de febrero de 1975 en Alicante y, bueno, no he encontrado información sobre su niñez, juventud, tan solo el hecho de que estudió en la Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid y que es más conocido por Fele Martínez... Gracias, Sara, digooo, Wikipedia. Al parecer, ha hecho mucho teatro, pero yo me voy a centrar, as usual, en la tele y el cine.

Y Fele no pudo empezar mejor en el mundillo, pues su primer papel fue el de Chema en Tesis, uno de los tres protagonistas de la película de Alejandro Amenábar. Tesis es guay, Chema mola mil y Fele también y recuerdo que cuando nos pusieron la película en Alternativa a la religión, casi todas las chicas de mi clase le apodaron El Johnny Depp español, xD.

Después de Tesis empezó a hilar películas una detrás de la otra: El tiempo de la felicidad, Abre los ojos (esta también es de Amenábar y no recordaba a Fele, pero también es cierto que la vi hace tiempo y que sólo recuerdo que era rara, xD), Insomnio, Los amantes del Círculo Polar (esta también me la pusieron en clase, pero no la recuerdo, tsk), Lágrimas negras, El arte de morir (típica peli entretenida de amigos que mintieron sobre la muerte de uno de ellos y luego ellos empiezan a palmarla también), Capitanes de abril, Tinta roja, Hemingway, the hunter of death (nunca había oído hablar de esta o.o)...


En el 2001 protagonizó Tuno negro. ¿Que la película es mala a rabiar? Sí. ¿Que me la he visto unas cuantas veces porque salen Fele y Patxi Freytez? También. ¿Que la he destacado sólo porque la conozco y, de paso, cambio de párrafo? Jo, como me conocéis.

La verdad es que a partir de aquí siguió haciendo películas, pero ya las voy conociendo más: Noche de reyes (comedia navideña con Joaquín Climent y Elsa Pataky), Hable con ella (en esta hace un papel muy, muy pequeñito; si no me falla la memoria es el actor del corto mudo), Darkness (que protagonizó con Anna Paquin, alias la pavisosa de Sookie... WTF?), Dos tipos duros (hostia, yo con esta me reí lo mío, pero el prota es Jordi Vilches que habla como Roger Rabbit y sólo por eso ya me hace gracia, xD).

Y en 2004 volvió a repetir con Almodóvar, en este caso en La mala educación y siendo uno de los protagonistas junto a Gael García Bernal y Lluís Homar. La película era muy, muy dramática y me traumatizó mucho porque Gael García Bernal travestido era mucho más guapa que muchas chicas, lo que impresiona, xD. Pero, bueno, tanto Fele como Gael salían sin demasiada ropa... Y, sí, me acuerdo de eso principalmente, xD.

Esto es lo que yo recuerdo de la película...
Sí, no tengo demasiado material fotográfico de este hombre y he de improvisar, xD.

Después de eso hizo unas cuentas pelis que no me suenan de nada y, así, llegamos al 2008 cuando se anunció que había fichado por la serie Física o química. Yo en su día flipé un poco porque, vamos, él era Fele Martínez y FoQ era una serie de adolescentes que habían anunciado. Total, que Fele era Mario, un ex de Irene que tuvo su aquel con Blanca (ay, como la adoraba) y que hizo un documental en el Zurbarán, aunque se acabó marchando a lo largo de la segunda temporada.

Luego, en el 2009, participó en un episodio de Plutón B.R.B. Nero y ya en el 2010 protagonizó la película Tensión sexual no resuelta, que es muy awesome y con la que yo me reí mucho. Curiosamente, en esa intentaría enrollarse con Amaia Salamanca, mientras Adam Jezierski le chantajea/ayuda y Norma Ruiz le putea. Lo dicho, que la película me encantó y me gustó ver a Fele haciendo comedia porque no es algo a lo que nos tiene acostumbrados.


Ese mismo año llegarían más películas como Desechos, Esperando septiembre, Mami Blue y Don Mendo Rock, ¿la venganza? (uh, de esta me acuerdo del trailer y del casting, pero no la he visto, a ver si cae algún día). Después, en el 2011, fichó por la serie Gran hotel, donde podemos verle actualmente interpretando a Alfredo Bergara, el marido de Sofía Alarcón y uno de los pocos que son buena gente y que, en su caso, le viene fatal porque, cada vez que intenta ser mejor considerado o alcanzar la dirección del hotel, acaba puteado. En la primera temporada lo dejamos rumbo a la cárcel, pero en la segunda sale, así que podremos seguir disfrutando de él y de que le tomen por un pringadillo al pobre ;P

Y, para acabar, señalar que, según el IMDB, tiene dos proyectos pendientes de estreno, las películas La estrella (con Marc Clotet... Uh, esa mezcla ha hecho que la tenga en cuenta, xD) y Moni.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Ciudad de las almas perdidas

Si os digo que adoro no, lo siguiente, la saga de Cazadores de sombras, creo que no os descubro nada nuevo. Lo mismo si os digo que devoro cada nueva entrega, sufriéndola para bien porque, macho, Cassandra Clare no deja de sembrar el caos, la muerte y la destrucción, aunque lo haga de tal forma que mole mucho ;P

Bueno, pues hace un par de días terminé la quinta entrega de la saga principal, Ciudad de las almas perdidas, y aquí os traigo la reseña que, aviso, tiene spoilers a mansalva, así que leed bajo vuestra responsabilidad.

Ciudad de las almas perdidas retoma la acción justo donde lo dejó el volumen anterior, Ciudad de los ángeles caídos, pero desde el punto de vista que Clary que acaba de enterarse de la desaparición tanto de Jace como del cuerpo de Sebastian. Tras un salto de dos semanas, vemos que La Clave está buscando a Jace, aunque por poco tiempo, pues deben encargarse de otros menesteres y dejan la búsqueda en un segundo plano. Sin embargo, Clary y cía no van a cejar en su empeño de recuperar a Jace y descubrir qué está planeando el malévolo Sebastian.

Esa es la premisa de Ciudad de las almas perdidas, aunque las tramas no acaban ahí, ya que cada personaje tiene su propia historia y este volumen es todavía más coral que los anteriores. De hecho, como novedad, Jace sale muy poco, ni siquiera cuenta con punto de vista como en otros libros y, aunque se le echa de menos (es Jace, cómo no se le va a extrañar), esta entrega resulta tan adictiva y entretenida como las demás, ya que el resto de personajes se las saben apañar solos.

Ya que he nombrado a Jace, empiezo con él y es que Cassandra Clare me sorprendió mucho con lo que le hizo al personaje. Al acabar la entrega anterior, Ciudad de las almas perdidas, se me metió en la cabeza que Jace y Sebastian ejercerían de doctor Jekyll y mister Hyde, no que Sebastian atara a Jace a él, lo convirtiera en su fiel y sumiso lacayo al suprimir su personalidad, ponerla al servicio de sus deseos. Así, hemos asistido junto a Clary a ver a Jace sin ser Jace, lo que, además de darle una vuelta de tuerca al personaje, resulta tan perturbador como interesante.

Clary, por su parte, ha estado en una situación delicada. Clary siempre ha sido un personaje que sabía lo que quería y que no dudaba en hacer lo que fuera necesario para conseguirlo. En esta entrega su único objetivo ha sido encontrar a Jace, salvarlo, aunque para ello diera un salto de fe tremendo. Clary es la primera en ver a Jace, también es la que se da cuenta de la unión mágica entre él y Sebastian, por lo que no duda en arriesgarse y acompañar a ese Jace que no es él mismo y a Sebastian. En realidad, Clary ha seguido muy fiel en su línea y, sinceramente, es de agradecer que en una saga así, los altibajos de la relación protagonista no se deban a celos, inseguridades o dudas entre ellos, sino a factores externos y también extremos.

Quizás es cierto que Clary peca de temeraria, incluso en cierta manera de egoísta pues nunca piensa en las consecuencias de sus actores, simplemente se tira a la acción por buenos motivos. De hecho, esa valentía suya siempre ha sido motivo de debate entre el resto de personajes. Desde la reina Seeley hasta, en este libro, Isabelle y Jocelyn. Y es que Jocelyn sigue sin ser fan de Jace, achacándole a él el comportamiento de su hija, mientras que Isabelle considera que todo se debe a la sobreprotección que Jocelyn ejerce sobre su hija. He de decir que cuando leí esa discusión entre las dos, le hice la ola a Isabelle; cierto es también que Jocelyn nunca ha sido un personaje que me caiga bien, demasiado dura y desagradable para mi gusto. Y, sí, su animadversión hacia Jace tampoco ayuda, así de tonta que soy.

Bueno, por cierto, para acabar con la parejita. ¡¿Pero cómo me puede terminar Cassandra Clare el libro así?! Vale, a ver, no lo deja tan abierto como el anterior, con esa desaparición de Jace, sino que es bastante más relajadito, pero, claro, el hecho de que me deje a Jace con el fuego celestial en el interior y la imposibilidad de tener tema con Clary, pues... Eso, que, leches, ¿no les va a dar un respiro a los pobres?

Por suerte, Cassandra Clare suele equilibrar bastante bien sus historias de amor. Y con Clary y Jace enzarzados en una relación particular, nos ha ofrecido una historia dulzona (la de Maia y Jordan) y el tira y afloja entre Isabelle y Simon que, para mí, ha sido de lo más divertido y también bonito.

Y es que este ha sido el libro de Isabelle. Poco a poco, Cassandra Clare ha ido desarrollándola, dándole matices, convirtiéndola algo más en la guapa un poco zorra. En Ciudad de las almas perdidas, Isabelle ha sido la mejor amiga y el mejor apoyo de Clary, resultando toda una (grata) novedad que se lleven tan bien. También hemos comprobado una vez más que, en realidad, Izzy es todo corazón. No sólo no duda en hacer lo que sea para salvar a su hermano, sino que se traga sus propios sentimientos para que Clary esté bien y no le pese, aunque preferiría que Simon durmiera con ella en vez de con Clary.

Isabelle está traumatizada por sus padres. Cassandra Clare ya había dejado pistas como que, por ejemplo, Marysse le había impedido que aprendiera a cocinar y de ahí que, aunque lo intentara, no lograra hacer un plato comestible. En Ciudad de las almas perdidas hemos visto que, a diferencia de los demás, sabía que su padre le fue infiel a su madre y, curiosamente, es la más afectada ante la idea de que se puedan separar. También se nota que le cuesta bajar la guardia ante Simon (y eso que está coladita por él) por ese mismo tema. Aunque, claro, cuando al fin empieza a abandonar su armadura, nos da escenas muy bonitas, como cuando duerme con Simon por segunda vez.

Simon, por su parte, ha seguido en su línea, soltando perlitas haya donde vaya (tiene unos puntos geniales, le adoro) y lidiando entre los disgustos que le arrea Clary, la relación con Isabelle y sus problemas como vampiro: Raphael sigue teniéndole en el punto de mira y, al hecho de que a su madre le falta llamar a un exorcista, se le añade el que su hermana aparece en escena. Menos mal, por cierto, que la hermana le apoya porque, leches, pobre Simon, la que tiene encima con su madre. Debería mandarla a tomar Fanta, vamos.

Eso sí, Cassandra Clare lo ha orquestado todo de tal modo que su historia pinta muy interesante para el siguiente. Esta mujer no sólo sabe jugar con los sentimientos, sino también con las intrigas y la acción. Pues bien, con una guerra en ciernes, Raziel le ha quitado a Simon lo único que le protegía, la marca de Caín. Ya no es intocable y, por el camino, se ha ganado las antipatías de mucha gente. Simon lo va a tener jodido en el próximo libro y estoy deseando saber cómo continúa tanto como me aterra porque yo adoro a Simon. Me encanta, en serio, y eso suele ser malo, xD.

Y me he dejado para el final la parte más amarga del libro, la historia de Alec y Magnus. Alec siempre ha sido inseguro y más en su relación con Magnus. Ya en la entrega anterior la idea de la inmortalidad se interponía entre ellos: tanto uno como otro no podía quitarse de la cabeza que Alec envejecería y moriría, mientras Magnus seguiría como hasta ahora. Bueno, con la compañía de Simon. La cuestión es que Camille engatusó a Alec prometiéndole la inmortalidad, aunque al final no dejó más de ser un truco de prestidigitador barato pues su solución no dejaba de ser otra que volver a Magnus mortal.

Al final, sus mentiras y su inseguridad le ha pasado factura, pues lo que ha terminado con su relación no ha sido la muerte, sino él mismo. Magnus, al sentirse traicionado, le ha dejado y eso que el pobre no podía demostrar más que le amaba; de hecho, se lo dice a Simon, si no fuera por Alec, se habría dado el piro hasta que pasara la tormenta.

La verdad es que durante todo el libro, yo quería pegarle a Alec. En serio. Es que, a ver, ¿en qué cabeza cabe fiarse de Camille? De verdad, Alec, qué cerebro el tuyo, macho. Lo peor del caso era que el propio Magnus estaba buscando la manera de volverse mortal para envejecer junto a Alec. Bueno, jo, espero que en la próxima entrega todo se arregle entre ellos, en serio, que es muy mono.

Y, bueno, hablando de Magnus, sigo con todos los interrogantes que nos ha ido dejando a su paso. En primer lugar, tanto secretismo con respecto a su padre me escama y mucho, sobre todo tras el final en el que la piedra de luz de los cazadores de sombras reacciona con él cuando no debería. ¿Qué mierda significa eso? ¿Es hijo de un ángel caído quizás? Porque, vamos, si fuera hijo de un ángel no sería un brujo, ¿no? O, al igual que sospecho con Tessa, es hijo de un demonio y un cazador de sombras.

Oh, Tessa. Oh, la otra saga. Magnus es el nexo de unión entre ambas, ya que sale en las dos... Y quizás no es el único. Vale, sabemos que Tessa ha salido de pasada en Ciudad de cristal (confirmado por la propia Cassandra Clare) y sospecho que la bruja implicada en los rituales de protección de Clary es ella. Tiene que ser ella. Sin embargo, Magnus no deja de tirar pullitas que a mí me vuelven loca.

A Isabelle le explica que lo de ser parabatai tiene consecuencias, que ella no ha visto lo que le puede ocurrir a un cazador de sombras si su parabatai muere. Por otro lado, en esta parte hacen hincapié en el hermano Zacariah: sabemos que fue cazador de sombras, que es moreno, que es mucho más humano que sus compañeros (los hermanos silenciosos), que hubiera muerto por dos personas y que muestra una evidente predilección por Jace, al ser el último de los Herondale que queda. Anda, ¿y quién se apellida Herondale también? Will.

Las referencias a Will han sido constantes y no sólo porque Alec tenga celos de lo que fue Will para Magnus. Jace tiene un ejemplar de Historia de dos ciudades dedicado por Will a Tessa y también descubrimos que su padre se llamaba Stephen William Herondale. ¿Casualidad? ¡Y una leche!

A priori, puede parecer que el hermano Zacariah fue Will, pero yo voto por Jem. Creo que Jem sobrevivió a su enfermedad demoníaca, convirtiéndose en un hermano silencioso y que Will murió antes de que esto sucediera.

Aunque, claro, luego está el problema de los apellidos. Y es que con eso Cassandra Clare me va a volver loca. Se supone que tanto en Los orígenes, tanto Will como Jem son los últimos de sus respectivas familias: vale, Will tiene otra hermana Herondale, pero Jem está solo, no hay ningún Carstairs más. Pero, por un lado, tenemos a Jace Herondale y, por otro, están los Carstais. En este volumen aparecen de pasada, pero sabemos que la protagonista de Lady Midnight (nueva saga al canto, sep) es Emma Carstais. Eso, sin contar que los Lightwood ahora se parecen a Will (¿la hermana se liaría con un Lightwood?) y que Charlotte era una Fairchild. Dios, menudo cochocho hay montado entre ambas novelas y qué ganas tengo de leer las dos que quedan para terminar ambas sagas que, en realidad, son una.

Y vosotros, ¿tenéis alguna teoría?

domingo, 23 de septiembre de 2012

Maromo de la semana 110

La semana que viene se estrena, por fin, la segunda temporada de Once upon a time. Oh yeah. Así que, aprovechando que hoy es domingo y, por tanto, toca poner a un nuevo Maromo de la semana para que nos dé fuerzas y otras cosas, pues he decidido poner a uno de los actores de Once para que la espera sea más corta.

En esta ocasión es un pedazo de maromo que se ganó mi corazón sólo con asomarse por Storybrooke con ese morbo y ese cuerpo y esa sonrisa y esos ojos... Vamos, que me encanta, que lo empotraría en un callejón de Storybrooke y haría que hasta Regina se sonrojara. Y se trata de...

Eion Bailey


Eion nació el 8 de junio de 1976 en Santa Ynez Valley, California, donde creció. Su padre tenía una pequeña aerolínea para llevar a gente a distintos puntos del estado y, cuando Eion tenía doce años, le enseñó a pilotar un avión. Menudo partido el tío, no sólo es guapo, sino que sabe pilotar aviones y su señor padre tiene algunos a su disposición, jujuju. Mientras estudiaba, además de dedicarse al beisbol y a salir con sus amigos, también participó en alguna obra de teatro escolar que otra, lo que le llevó a estudiar Arte dramático.

Así, en 1997 comenzó a hacer sus primeros pinitos, apareciendo de episódico en series, vamos, como todos. En su caso salió en Buffy, la cazavampiros (si no me falla la memoria y el IMDB, era uno de los matones poseídos por hienas) y Dawson crece. También participó en la película A better place e incluso llegó a protagonizar su propia seria, Significant others que duró seis episodios, pero debía de ser la grandeza hecha serie porque los otros miembros del reparto eran Jennifer Garner, Nicki Aycox y, sobre todo, Michael Weatherly. Pena de cancelación... Y de que no la haya visto, tsk.


Tras el fracaso de su serie, Eion se dedicó al cine participando en películas como El club de la lucha (ni me acordaba de él, pero es pensar que Eion, Brad Pitt y Edward Norton puedan estar juntos y querer desmayarme como una dama victoriana), The young unkwons (con Leslie Bibb, a la que adoro porque salió en Popular y Crossing Jordan, por cierto), El ritmo del éxito (oh, oh, esta la he visto -me trago cualquier película de baile que caiga en mis manos-, pero no le recuerdo, tsk), Casi famosos, Seven and a match, Sombras del pasado, Cazadores de mentes (en esta salen también Johnny Lee Miller y LL Cool J, también conocido como Sam de NCIS: Gay... Mucha relación con el NCIS veo yo, ¿eh?), Life of the party, Sexual life (esas dos así seguidas tienen sentido y todo, xD).

Y entre tanta película, también hizo cositas relacionadas con la televisión. Participó en la famosa miniserie Hermanos de sangre, en un episodio de Sin rastro y, ojo al dato, en diez capítulos de Urgencias. Uhh, algún día me re-veré la serie y entonces fliparé al reconocer a los episódicos :P Le siguió un episodio de CSI: Nueva York (no podía faltar CSI, todos lo sabemos) y un episodio de otra miniserie, Pesadillas y alucinaciones de las historias de Stephen King.


Entonces, comenzó a suceder una tv-movie tras otra (Velas en la calle Bay, Anatomy of a hope, Can openers...) y algún episódico que otro (Numb3rs, Caso abierto). En el 2010 volvió a intentar protagonizar una serie, en este caso Dirty little secret junto a Allison Mack, pero debió de durar unos diez episodios.

Pero, por suerte, en 2010 consiguió hacerse con un papel recurrente en una de las series de USA Network: Covert Affaires. Amo Covert Affaires. Vale, siendo de espías lo tenían fácil conmigo y como no he visto Alias (vale, sí, tengo que verla, lo sé, no me miréis mal, anda) pues tampoco puedo comparar, así que la adoro, me encanta. La cuestión es que Eion es Ben Mercer, el espía que enamora a Annie (no me extraña, por otra parte) y que, con su desaparición, provoca que Annie se meta en la CIA y tal. La cuestión es que yo desde el minuto uno que los vi juntos, decidí que Annie y Auggie belong together y esas cosas, así que, aunque Ben me molaba, pasaba de él... Claro, eso fue antes de ver Once.



Y, tras un par de episódicos más (30 rock y Ley y orden: acción criminal), consiguió el papel por el que está aquí, el de August W. Booth en Once upon a time. Vale, a ver, como tampoco quiero spoilear al personal, diré que, no sólo que el tío tiene un morbazo del quince y que el misterio ayudaba a que molara, sino que también tiene una historia muy, muy chula... que espero que continúe en la segunda temporada. Bueno, según el IMDB sale, al menos, en los cinco primeros episodios, lo que es bien, mola mil y demás.

Ainss, una semana y podremos verle de nuevo, ¡¡qué ganas!!

PD: Me acabo de terminar Ciudad de las almas perdidas y, apuf, menudo final... Yo necesito los dos quedan, de verdad, que tantas dudas no pueden ser buenas. ¡Arg!

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Perdóneme padre... porque pecaría contigo

Después de semejante título que se me ha ocurrido, creo que queda claro sobre qué va a ir esta entrada. Por cierto, porque esto no es feisbuk, pero me merezco un like por lo bien que pongo títulos (nótese la ironía), xD.

La cuestión es que hace un par de días, coincidiendo con el aniversario de mis padres, vino una de mis tías a casa y, ni corta ni perezosa, me preguntó literalmente lo siguiente: "¿has visto a ese pedazo de cura que nos han puesto en Puente Viejo?". Como yo ya sufro lo indecible con Amar en tiempos revueltos y demás series, no sigo tal telenovela (aunque, como mi abuelo se desahoga en las comidas familiares, creo que sé lo que pasa en ella, xD), le dije que no. Por eso, mi tía me envió una foto al correo y links a varios vídeos donde aparece el susodicho cura y... Madre de dios, qué tiarraco.

Pero, claro, no es el único cura con el que una desearía quitarle sotana y el voto de castidad, porque en nuestra ficción últimamente parecen estar de moda. Por eso, he decidido hacerle un favor a la humanidad y reunir a semejantes párrocos, por eso de aunar los temas más socorridos en este blog: maromos + series.


Rodolfo Sancho – Padre Ángel


Empiezo el repaso con el protagonista de la serie La señora, Ángel, que además de esconder un cuerpazo debajo de la sotana, era un gran personaje. Lo dije hace poco, en la reseña de Isabel, pero yo vi el primer episodio de La señora y me enamoré de la pareja y de los personajes por separado y, dios, cómo pude sufrir. Si es que tanto drama no es bueno, aunque, bueno, ver a Ángel lo contrarrestaba un poco ;P


Rafael Amaya – Padre Roberto


Otro páter de otra serie ya finiquitada y este, además, fue Maromo de la semana en su día. El padre Roberto llegó a San Martín del Sella en la quinta temporada que fue la más floja con diferencia y que marcó el final de la serie. El padre Roberto traía locas a sus feligresas (no me extraña porque, ay, omá *0*) y, tras la ausencia de Tom, se convirtió en el confidente de Mateo y tuvo una trama bastante divertida con su ex novia.

Vamos, que no pudimos disfrutarlo mucho, pero siempre nos quedarán las fotos, los episodios que hizo y ver si le dan papeles nuevos.


Daniel Retuerta/Marco Martínez – Padre Ángel


Otro Ángel en la lista, es que, claro, como es un nombre que pega para un cura, ¿no? Bueno, a ver, que este personaje tiene tela. Es de la serie Amar en tiempos revueltos, esa serie que he visto salteada y, precisamente, Ángel apareció desde la primera temporada, que es de las pocas que no he visto. La cuestión es que, por lo que deduzco leyendo Wikipedia, Daniel Retuerta interpretó a Ángel siendo un crío y luego, en un salto temporal, le sustituyó Marco Martínez que es al que yo conozco.

Y, sí, maromo, maromo, como que no es, pero no me importa porque yo le quiero y es mi lista. Ea. Y es que no querer al padre Ángel es imposible porque es un cura moderno, de mente abierta, muy buena gente y tuvo una relación muy chula con Sole, lo que fue bien... mientras duró.


Pere Ponce – Eugenio Domingo


Eugenio fue el segundo cura de Cuéntame y es otro de los que adoro. Siempre me gustó el personaje, tan sonriente, tan majo él y tan enamorado de Inés. Siempre creí que podrían ser buena pareja, así que, claro, cuando al fin se liaron yo di saltos de alegría porque, leches, Eugenio se lo merecía que vio como desfilaban los demás novios de Inés, queriéndola en silencio.

Eugenio
se fue de Cuéntame, regresó para un episodio hace un par de temporadas y estuvo muy guapo, y yo aún tengo esperanzas de que regrese.


Jordi Coll – Martín/Gonzalo


Vale, por lo que me han explicado, cura, cura todavía no es, pero aún así es otro del club El pájaro espino, ya que debe andar enamorándose de una chica o algo así. Mi abuelo también me ha informado de que es el hijo desaparecido de la protagonista original y que, con la marcha de ésta, han dado un salto temporal de dieciséis años y ha reaparecido haciéndose pasar por otro. Bueno, de paso se ha liado a contarme toda la telenovela, pero yo con tanto hijo que no es hijo y demás me he perdido ;P

Eso sí, el chico es guapísimo, hay que reconocerlo. Menuda suerte que tiene la protagonista con el curita, si es que es guapísimo el tío.


Bernabé Fernández – Andrés Palomares



Pues dejo para el final (porque creo que no me dejo a ninguno) a mi adorado Palomares de la serie El barco. Palomares es un cura que se embarca en el Estrella polar, luego el mundo se acaba, da misas, no las da, se enamora de Vilma, se muere, resucita, sufre una pérdida de fe y, al final de temporada, ha vuelto a ser cura.

Bueno, aunque yo soy más de Piti, también adoro a Palomares y me encanta como lo hace Bernabé Fernández y sus caritas. Vale, cualquiera que haya leído mis crónicas sabrá que me recreó en ellas, pero, jo, es que él lo vale. Aprovecho para decir que, por favor, estrenen la tercera temporada de una vez que desde reyes no hemos vuelto a saber de ella, ¡¡desde reyes, contra!!

Aunque no es de ninguna serie española, hago una mención especial porque él lo vale: y es que Tim DeKay era el cura de Everwood, amigo de Andy Brown, marido de Julie Cooper y luego ciego, pero casado felizmente con otra; todo ello siendo tan adorable y con esa sonrisa tan bonita que tiene.

A la espera de que estrenen alguna serie nueva con cura buenorro incluido, creo que no me dejo a ninguno. Y a vosotros, ¿se os ocurre algún otro?

PD: Perdonadme vosotros a mí por el título, pero no se me ocurrió nada mejor, de verdad, xD.

PD2: He decidido que empezaré a subir los capítulos de En blanco y negro exactamente en dos semanas. De momento, subiré un capítulo cada dos miércoles, pero depende de cuando emitan El barco y tal, puede cambiar de día. Pero, vamos, en dos semanas podréis saber cómo sigue la historia de Tania, Rubén, Jero y cía.

lunes, 17 de septiembre de 2012

La probabilidad estadística del amor a primera vista

Inicio semana con la reseña de una de las últimas novelas que me he leído (sin contar la segunda parte de Cuentos de Bereth) y que me gustó muchísimo: La probabilidad estadística del amor a primera vista de Jennifer E. Smith publicada en España por la editorial Suma. ¿Y de qué trata?

Hadley debe viajar a Londres en avión para asistir a la segunda boda de su padre, quien, tras pasar unos meses trabajando en Oxford, decidió dejar a su esposa y comenzar una nueva vida. Evidentemente, no es lo que más le apetece a Hadley y, encima, todo se le tuerce y llega cuatro minutos tarde. Sólo cuatro minutos tarde, una pausa entre clases, la cantidad de anuncios que ponen en la tele... Normalmente, no hubiera supuesto gran diferencia, pero en esta ocasión la pobre Hadley se queda en tierra.

Sin embargo, lo que parece un problema, al final no lo es pues, mientras espera el siguiente vuelo, conoce a Oliver, con quien no tarda en hacer buenas migas.

La probabilidad estadística del amor a primera vista cuenta lo que le ocurre a Hadley durante veinticuatro horas, un solo día, pero, aún así, interesa hasta el punto de que cuesta dejar la lectura. Es el típico libro que dices "un capítulo más y paro" y, al final, varias horas después descubres que lo has devorado sin darte cuenta. Y, sinceramente, tiene mérito que una novela que no es de misterio, ni de fantasía y que sólo abarca un día en la vida de la protagonista cree tanta expectación con el qué va a pasar.

Aunque pueda parecerlo, no es una novela romántica al uso, no trata exclusivamente de romance, sino de relaciones en general. Y es que está centrada en Hadley, su situación y cómo se desarrollan las cosas con varias personas importantes en su vida, no sólo en Oliver, a quien acaba de conocer y por quien se siente atraída.

Hadley es un gran personaje, resulta imposible no adorarla y comprender todos los dilemas, problemas e ideas que cruzan su mente. Hadley no quiere ir a la boda de su padre, ni siquiera quiere conocer a su futura madrastra y ni siquiera tiene muy claro cómo se siente. Odia a su padre, pero lo echa de menos; adora a su madre, la admira y quiere que sea feliz, pero le enerva que se tomara con tanta filosofía la situación en la que todos se encuentran... Y así con todo. La pobre Hadley está en una posición complicada e intenta salir a flote como puede, quedando tanto sus reacciones como sus acciones muy reales, naturales.

A mí me encantó Hadley, me parece una gran heroína, pese a que no se enfrente a luchas épicas, monstruos y demás.

Por otro lado, también me encantó Oliver. No es tan cercano al lector como Hadley, que es en quien se centra en narrador, al contarnos la historia desde su punto de vista. Sin embargo, logra caer simpático desde el momento en que aparece y, a través de las conversaciones que mantiene con Hadley, se le va conociendo poco a poco.

Una parte muy importante de la novela, de hecho, son los diálogos que, en su mayoría, mantienen Hadley y Oliver y que no tienen desperdicio. Muchas veces me entraban ganas de apuntar varias hojas con las conversaciones que mantienen estos dos. Abarcan todo tipo de temas, pero siempre con humor y bromas constantes, aunque también tienen varias más serias y profundas. De todas maneras, ninguna de ellas tiene desperdicio. Eso sí, comentar que deberían darle un premio a la persona que tradujo la novela, ya que una gran parte de la misma está ocupada por piques y comparaciones entre el inglés británico (el de Oliver y últimamente el del padre de Hadley) y el americano (el de Hadley). No queda igual que en el original, pero sale del paso.

En cuanto al resto de personajes, comentar que, aunque no están tan desarrollados ni la autora profundiza tanto en ellos como en Hadley y en Oliver, tampoco tienen desperdicio. Ninguno es perfecto, pero tampoco es horrible, todos tienen sus cosas buenas y malas y resultan muy reales.

Jennifer E. Smith sabe transmitir, retrata muy bien tanto a la situación como a los personajes, dotándolos de naturalidad y realidad, pese a que la idea de la propia novela es tan romántica que, a priori, no puede parecerlo. Sin embargo, a medida que avanza la historia, que se devoran las páginas, acaba convenciéndote de que es posible que un día pierdas un avión y encuentres a tu propio Oliver.

Quizás no tiene una prosa tan preciosista como otros autores, sino que es más sencilla, expresiva y directa, pero no por ello deja de ser cuidada y bonita. Sus diálogos son absolutamente maravillosos, tiene pasajes casi perfectos en los que retrata el estado de Hadley con precisión y sin resultar cursi o excesiva.

Además, personalmente, me gustó muchísimo como, poco a poco, te va poniendo en antecedentes, como intercala el presente con los recuerdos de Hadley y las anécdotas que, casi con cuentagotas, va soltando Oliver. También me gustó como consigue que ningún personaje resulte un villano, algo que, dada la situación, sería muy fácil con personajes como el padre de Hadley o su prometida Charlotte, pero no, los presenta como humanos.

Vamos, que me parece una novela perfecta. Emotiva sin resultar cursi, entretenida e interesante, pese a contar una historia más bien ordinaria. Todo ello con una narración muy conseguida y unos grandes personajes con Hadley a la cabeza, una de mis protagonistas favoritas. Muy, muy recomendable, de verdad, una de mis favoritas.

PD: Si seguís la serie Merlín, ya os podéis ir a Youtube a ver la promo nueva que han sacado. Se parece bastante a la anterior, pero da igual, mola un montón :3

domingo, 16 de septiembre de 2012

Maromo de la semana 109

Ya estamos a domingo y, poco a poco, todos nos vamos olvidando de vacaciones y esas cosas. Bueno, yo no, que esta semana aún la tengo libre, jujuju. Pero como sé lo que es volver a clase y/o al trabajo, pus os voy a poner a un maromo guapo, guapo para que os alegre el lunes, la semana y lo que sea. La verdad es que hoy llevaba todo el día dándole vueltas y no se me ocurría nadie, lo que es un delito, dado que he empezado a ver Grimm y el protagonista tiene un buen meneo.

Así que, debido a que tiene unos ojos increíbles, una sonrisa preciosa y un cuerpo que... OMG, cuando le da por salir sin camiseta en Grimm (poco, desgracidamente... Jo, Mocopollo vive sin camiseta y a otros es imposible verles casi sin ropa, que mal repartido está el mundo, tsk), el maromo de esta semana es...

David Giuntoli


David nació el 18 de junio de 1980 en Milwaukee, Wisconsin, aunque se crió en St. Louis, Missouri (con los maromos acabaré aprendiéndome todos los estados americanos, xD), donde se graduó en el instituto. Después, también se graduó en la universidad Indiana University Bloomington, exactamente en Negocios internacionales y finanzas. Hala, pues no me lo imagino yo de agente financiero o algo así, xD.

Sin embargo, debió de pensar lo mismo que yo, ya que en el año 2003 comenzó a hacer sus pinitos en el mundo de la interpretación... Más o menos. Y es que David empezó su carrera con Road rules: South Pacific que, por lo que he leído en Wikipedia, es un reality de la MTV sobre viajar en coche y hacer pruebas o algo así. De ese reality, saltó a otro, también de la MTV, titulado: Real world/Road rules Challenge en la que llevaban a cabo misiones. No sé, cualquier día de estos veremos a David en la MTV española junto a las Teen mums y los de Jersey Shore, xD.


Pero no fue hasta el año 2007 que comenzó a trabajar en series de televisión, enlazando un papel episódico tras otro en series como: Entre fantasmas, Verónica Mars, Nip/Tuck, Anatomía de Grey... Lo peor del caso es que, aunque recuerdo los episodios de algunas, no le recuerdo a él, xD. Bueno, a ver, en 2008 consiguió un papel más o menos regular en Privileged (llegó a aparecer en cinco episodios), que era esa serie de la CW que se fue a la mierda y que estaba protagonizada por Joanna García y Lucy Hale (también conocida como Arya de Pretty Little Liars).

Ese mismo año, hizo dos episodios de Eli Stone (ainss, como me gustaba esa serie) y siguió encadenando personajes episódicos en The unit, Sin rastro, Caso abierto y Crash. Así, en 2009 dio el salto a la gran pantalla, apareciendo brevemente en La chica del tiempo (y, sí, no sé qué peli es) y luego se dedicó a hacer tv-movies: U. S. Attorney, The Quinn-tuplets, Turn the beat around... Y más participaciones en series como: El bufete, Póquer de reinas, Sin cita previa (dios, por fin un papel que le recuerdo; por cierto, como sufrió el pobre en ese episodio, uh) y Love bites.


Entonces, en el 2011 fichó por Grimm, siendo Nick Burkhardt (¿no podían ponerle un apellido más difícil de escribir? ¬¬U), el protagonista que se supone que es un Grimm y debe combatir a las criaturas. Digo, se supone porque, al menos por donde voy, tanto Monroe como Juliette han demostrado ser bastante más útiles que él, xD. Pero, bueno, pese a ser un poco sangre-horchata a Nick se le coge cariño enseguida, la serie es bastante entretenida y su dinámica con Monroe mola un montón ^^ De hecho, el personaje de Monroe ya basta para ver Grimm, pero además la trama a largo plazo para interesante. Y sale Titus Welliver, lo que es bien ;P


Además, ya para acabar, comentar que, mientras sigue con Grimm, David ha hecho dos películas: 6 months rule y Caroline and Jackie d0nde, como curiosidad, interpreta al novio de Bitsie Tulloch que hace de Juliette (la novia de Nick) en Grimm y, además, es su pareja actual. Son muy como James Roday y Maggie Lawson, aunque tienen más química en pantalla... Algo no muy difícil.

sábado, 15 de septiembre de 2012

La mejoría de Imperium

Hace ya algún tiempo me lamenté de la suerte que sufrió Física o química ya que, aunque su séptima temporada fue una de las mejores, la audiencia le dio de lado, seguramente debido a las dos anteriores que fueron tirando a flojas. Pues bien, creo que ese efecto FoQ lo está sufriendo Imperium.

La segunda temporada de Hispania fue aburrida, tuvo muchos más defectos que virtudes: repetitiva, muchos personajes sin interés, lenta... Yo, por ejemplo, todavía no he visto la tercera y ni siquiera creo que la vea ya. Así que me supongo que las malas audiencias de Imperium se deben a eso.

La pena es que no se lo merece.

Esto no se merece un 10% de share.

De hecho, con tan solo dos episodios emitidos, es bastante evidente que Imperium es mucho mejor que su antecesora y que, además, cuenta con la que ventaja de que no es necesario haber visto Hispania. No me he perdido en ningún momento, pese a no haber visto la tercera y última temporada de ésta última. Y es que Imperium planta sus bases en su episodio piloto, donde vemos la caída de Galba y el inicio de la guerra entre él y Quinto, que, aparenta, será el centro de la acción, aunque también hay historias paralelas.

Parece que los guionistas han tomado nota de lo que funcionaba y no funcionaba en Hispania, mejorando sus bazas en Imperium. Así, se han dejado de héroes al uso que, visto está, no suelen acertar con ellos (no solo Viriato era el peor personaje de Hispania, en Gran Reserva -de la misma productora- la familia Reverte es, con mucho, lo que menos interesa) y, además del típico personaje Iñigo Montoya (en este caso el papel de Aura Garrido), en un giro de guión, parece que tanto Sabina como Marco se están erigiendo como los héroes de la serie.

Eso sí, de momento, sólo han logrado interesarme los cuatro personajes que saltaron de Hispania: Galba, Marco, Claudia y Sabina. Ignoremos a Gaia, ¿vale? Es que me cae mal, así que paso de ella. Ninguno de los nuevos ha logrado llamarme la atención, ni siquiera Diana/Cora y eso que está planteada para ser la heroína movida por la justicia (y sin contar que Aura Garrido es una actriz que me gusta mucho). Aunque, eso sí, debo admitir que es ver a Fernando Andina de frío sicario y se me alteran las hormonas, xD.

ajffajajfharhaqrua
Uy, perdón, las babas, ya sabéis.


Por suerte, tanto la lucha por el poder de Galba y Quinto, como los movimientos de Claudia y el calvario que, parece, va a sufrir Sabina, resultaban la mar de entretenidos. Eso sin contar que, personalmente, encuentro muy interesante la situación de Cayo, el hijo de Claudia, que se ha erigido casi como la Rumpelstilskin romana porque, macho, que trajín hay con el niño que es hijo de Marco en realidad, oficialmente de Galba y legalmente de Quinto. Ahí es nada.

En cuanto a los actores, pues en general me gustan bastante. Es bastante curioso (por no decir divertido) ver a Belén Fabra siendo la borracha de la familia una vez más, además de a Nasser Saleh "susurrando" a todas horas como en Física o química. Oh, por favor, lo que daría por escuchar a Cordelia decirle a Craso que "si abandonara Roma, se quemaría por dentro". ¿Qué? Sería muy épico, la verdad ;P

Luego, por otro lado, sigo sin creerme a Paula Prendes, seguramente porque nunca me ha convencido su voz y cómo entona; tampoco me ha convencido mucho Robert González, que interpreta a Tito. Pero, bueno, eso es por el momento que, como he dicho, sólo llevan dos episodios.

Que tiemblen los Lannister, que llegan los Sulpicio, xD.

La cuestión es que me están sorprendiendo mucho las audiencias que están teniendo, porque es una serie que está bastante bien y sólo me las explico pensando en que Hispania ha sido un lastre. En algunas webs apuntaban que, a lo mejor, se debía a la sobrecarga de series históricas que hay, lo que, viendo el veinte por cierto que obtuvo Isabel, no parece probable.

Además, siendo justos, Imperium tiene de serie histórica lo que yo de Cleopatra: nada. De hecho, Imperium podría tener lugar en otros escenarios completamente distintos y no cambiaría demasiado. Sí, está ambientada en Roma, pero, por el momento, dicha ambientación se basa en que visten togas o túnicas y que está grabada ahí. En realidad, se trata más bien de una serie más semejante a Juego de tronos donde todos van contra todos y a cada uno le mueve sus propios intereses sin reparar en los demás.

Cora: Where are my dragons? Ay, no, que me he equivocado, perdón: Hola, mi nombre es... Ostras, no, otra vez me he liado de serie.

Aunque, eso sí, las pasiones también están al orden del día pues Claudia sigue teniendo sentimientos por Marco (que se te ve el plumero, Claudia :P) y también parece (o, al menos, intuyo) que habrá triángulo amoroso entre Cora/Diana y los hermanos Décimo y Tito. Por cierto, qué raro se me hace ver a Javier Ríos de bueno y no de... Bueno, Hugo era tan malo que no hay palabras para describirlo, xD. Yo, de momento, sigo sintiendo debilidad por Claudia y Marco y no porque éste me salga de streaper romano, digo, de gladiador ;P

Vamos, en conclusión, que deberíais ver Imperium porque, de verdad, merece mucho la pena y el duelo tanto interpretativo como de poder entre Lluís Homar y Pepe Sancho es increíble, como para dejarte sin palabras.

PD: La estudiante de latín que aún llevo dentro tiene que comentar una cosita de nada: con mi profesora de latín, los actores habrían cateado, ¡no saben pronunciar los nombres! Y mejor lo dejo ahí porque, vamos, el tema de la esclavitud es como para echarse a llorar, ¿para qué que respetar el derecho romano?

martes, 11 de septiembre de 2012

Isabel, una reina correcta

Recuerdo que cuando daba historia en el instituto, detestaba la figura de los Reyes católicos. Siempre han sido dos personajes que me han caído especialmente mal y cuyos reinados me parecen especialmente salvajes. Por eso, no las tenía todas conmigo cuando anunciaron la nueva serie de televisión española, Isabel, centrada en Isabel la católica.

Sin embargo, pese a que ha sido un primer episodio un tanto irregular, ha logrado que me olvide del personaje histórico que todos hemos estudiado y verla como la protagonista de una historia.

De hecho, si algo destaca en este primer episodio es Michelle Jenner como Isabel. A mí Michelle Jenner ya me ganó en Los hombres de Paco, además, es una de esas actrices que me caen bien de por sí, pero también es verdad que no todos los actores sirven para interpretar a un personaje de época. Véase, por ejemplo, Juan José Ballesta que no parecía un hispano luchando contra los romanos, sino más bien un colegial perpetrando una función de colegio. Sin embargo, Michelle Jenner convence como la infanta Isabel, tan piadosa y estoica ella.

¡Qué mona va esta chica siempre...! Aunque parezca Caperucita azul ;P

A decir verdad, si algo me ha gustado de este primer episodio de Isabel ha sido el acertado reparto. Todos ellos viejos conocidos que interpretaron personajes a los que recuerdo muy bien, pero, para ser justos, logran que me los crea en sus nuevos registros, aunque, para mí, Michelle Jenner siempre será Sara Miranda, Víctor Elías se hará viejo y para mí será Guille Serrano o Pedro Casablanc y Ginés García Millán siempre serán los hermanos Acosta.

Por cierto, a destacar Pablo Derqui que ya me encantaba en Hispania y que aquí me ha parecido, junto con Michelle Jenner (estoy pesadita, sí, pero es que esta chica me encanta), de los mejores. No sé, me ha gustado mucho su rey Enrique con sus distintas facetas, de las que ya hemos conocido unas cuantas... Y casi nos ha faltado verlo en plena faena con Beltrán (conocido como My darling por estos lares) porque, contra, maneras apuntaban, ¿eh?


Bueno, bueno, me concentro.

El mayor fallo de este primer episodio es que me ha parecido correcto. Sin más. Sí, el reparto estaba muy bien, la ambientación también me ha gustado, pero no me ha llamado demasiado la atención.

Es cierto que el primer episodio es irregular, tiene partes demasiado lentas, pero otras que están muy conseguidas, además de usar grandes saltos temporales en apenas un episodio como ocurre, por ejemplo, en Downton Abbey. No me ha quedado muy claro cuánto tiempo ha transcurrido exactamente, pero más de cuatro años seguro (Isabel explica que lleva ya cuatro años en la corte y alejada de su madre), por lo que a veces hasta resultaba un poco confuso. De hecho, al principio señalizaban dónde estaban, por lo que yo digo: ¿tanto cuesta poner un cartelito con el año, leches?

Sin embargo, siempre he creído que los primeros episodios de una serie son complicados, ya que hay que coger el tono, ver qué funciona mejor o peor, etc. Por eso, la irregularidad de este episodio tampoco me ha resultado tan extraña, ni echa para atrás a la hora de seguir viendo la serie.


Eso sí, lo que de verdad "me preocupa" es la falta de gancho. Como ya que dicho, se queda en correcta y entretenida, sin que haya realmente algo que me haya llamado poderosamente la atención o que haga que desee ver el siguiente episodio. Para no cambiar de productora (Diagonal), recuerdo que el episodio piloto de La señora me fascinó, logró que le cogiera auténtico cariño a Ángel y Victoria y que me enamorara de la relación que tenían, que deseara ver el siguiente capítulo y que, de hecho, viera la serie entera, pese a ser una desgracia tras otra ;P

Nada llama la atención en Isabel. Quizás se deba a que la mayoría de las series españolas son históricas, que las intrigas palaciegas nos vienen dadas en otras series que ya veíamos o que le falta personalidad. No lo sé, pero me parece que le ocurre lo mismo que a Toledo, que no sorprende por nada, que puede resultar una serie del montón, aunque, desde luego, con bastante más calidad y con más rigor histórico. Ey, al menos aciertan con los nombres de los infantes, todo un milagro para los guionistas de Toledo.

Pero, como ya he dicho, es tan solo el primer episodio y ni siquiera hemos conocido a Fernando el católico, así que habrá que seguir viéndola a ver cómo se desarrolla.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Maromo de la semana 108

Pues ya es domingo, así que toca cambiar al maromo. Como hoy no tengo demasiado tiempo (andamos liados preparando el aniversario de mis padres), no le he dado demasiado vueltas al tema y he ido por la vía fácil. Como la última serie que he visto es Torchwood, os voy a poner a uno de mis personajes favoritos y, en mi opinión, uno de los hombres más monos y adorables que pueden haber existido.

Y semejante hombre con sexy voice y la sonrisa más mona ever es...

Gareth David-Lloyd



Gareth nació el 28 de marzo de 1981 (uhh, no es demasiado mayor que yo, jujuju) en Bettws, Newport, Gales. Cuando iba al colegio, participó en una función teatral, interpretando a un robot, y decidió que eso de actuar era lo suyo. Por eso, siendo un adolescente se unió a varias compañías de teatro, donde interpretó obras como Macbeth o Enrique V. Una vez finalizado el instituto, estudió Arte dramático en Crosskeys College, compaginándolo con varias obras de teatro.

No fue hasta 2003 que dio el salto a la pequeña pantalla, empezando con la ristra de colaboraciones y personajes episódicos con los que comienza todo el mundo: Absolute power, Casualty, Rosemary & Thyme... Entonces, en 2004 Gareth participó en un episodio de una serie titulada Mine all mine, cuya particularidad es que la escribió Russel T. Davies, ¿y sabéis quién es este señor? El encargado de reflotar Doctor Who y el showrunner de la misma hasta que le sustiyó Moffat... Una ovación por semejantes genios. Por cierto, en Mine all mine el personaje de Gareth se llamaba Yanto Jones.


En el 2005 tan solo participó en una miniserie titulada Beethoven y un episodio de la serie Policía de barrio, pero entonces llega el 2006. Durante el año anterior, en Doctor Who, apareció un personaje secundario llamado Jack Harkness, el cual mola mucho. Pues bien, de ahí Russell T. Davies creó un spin-off titulado Torchwood y protagonizado por Jack, donde éste junto a un equipo investigaba casos que tenían que ver con alienígenas y una grieta temporal. Bueno, la cuestión es que uno de los miembros del equipo es Ianto Jones y está interpretado por... Seh, Gareth.


Bueno, desde aquí declarar mi amor incondicional por Ianto Jones, sus trajes, su pinta de gentleman, su café, el hecho de que es feliz con un cronómetro... Y, bueno, que aquel que se tire a Jack obtiene mi respeto instantáneo, xDDD. Vamos, que le adoro, le adoro mucho. Además, señalar que es uno de los cinco único actores en el mundo que han salido tanto en Torchwood como en Doctor Who, ya que Ianto aparece en los dos episodios que cierran la cuarta temporada de ésta última.

Eso sí, como Torchwood es una serie rarita en cuanto a temporadas y demás, que de repente te sorprenden con una nueva y tú te alegras, pero luego pasas años sin saber nada, pues Gareth ha estado haciendo otras cosillas: dos episodios de Caerdydd, algo llamado Girl 9, doblado a Watson en varios videojuegos de Sherlock Holmes, otro episodio de Policía de barrio con otro personaje distinto y las tv movies Red faction: Origins, Bloody Norah y Casimir Effect.


A todo esto, Gareth tuvo un papel muy importante en un episodio de Almacén 13. Resulta que el canal que la emite, Syfy, está tanteando hacer un spin-off basado en H. G. Wells y sus aventuras cuando era una agente del almacén 12. Pues bien, hicieron un episodio en el que se veía una de dichas aventuras y, ¿quién era su compañero de faenas? Gareth, que, como todavía no había visto Torchwood, me conquistó y me pareció adorable pese a verlo... Medio episodio como quien dice. Por eso, estoy deseando que el spin off salga adelante y que fichen a Gareth para ejercer de compañero de H. G. Wells porque quedaban muy chachis juntos y, además, así le vería asiduamente ^^

viernes, 7 de septiembre de 2012

Sobre sectionals, regionals y nationals

Aprovechando que ya estamos en septiembre y que pronto volverán las series, voy a hacer un homenaje a Glee, ya que ahora pasará a ser Las aventuras de Rachel Berry en Nueva York. Llamadme desconfiada, paranoica o lo que queráis, pero estoy convencida que sólo vamos a verla a ella... Sólo hay que ver el título y la sipnosis del primer episodio.

Pero, bueno, a lo que iba, que durante tres temporadas hemos tenido un montón de sectionals, regionals y nationals hasta que, al fin, al finalizar la tercera temporada, ganaron éste último. Así que, hala, repasito al canto.


1x13 – Sectionals

La primera competición a la que se enfrentó New directions y una de las que más me han gustado. No sólo tiene el mejor solo de Rachel Berry (por no decir el único que me ha gustado) con el Don't rain on my parade, sino que interpretaron You can't always get what you want que es un pedazo de canción. Además, con eso de que estaba pensado como final de serie (por si no renovaba) fue un episodio muy guay.


1x22 – Jorney to Regionals

Creo que mis favoritas hasta el momento y es que, para mí, han sido las más emotivas de toda la serie (de hecho, Glee lleva dos temporadas muy, muy pobre en cuanto a eso) con el homenaje a Journey (siempre recordaré a Will diciendo lo de "siempre quedará alguna canción de Jorney que podamos cantar", xD) y con Finn y Rachel cantando a dúo Faithfully, el mash up de Journey que hicieron (cuando no se les iba de las manos) y el Don't stop believing que es un clásico en Glee.


Además, Jesse andaba por ahí con Vocal Adrenaline y cantó Bohemian rapsody que, sí, no le llega a Freddie Mercury a la altura de los tobillos, pero, oye, es Bohemian rapsody y a mí Jesse St. James siempre me ha molado, aunque sea malo y ahostiable. Ey, yo siempre respeto cuando un personaje diseñado para ser odiado, te permite odiarle con todas sus fuerzas. Y, a todo esto, Quinn se nos puso de parto y les quedo un episodio muy chachi, sep.


2x09 – Special education

Por segundo año consecutivo, los New directions ganaron las sectionals y fueron unas de las más curiosas pues, como Emma le comentó a Will que siempre le hacía lo mismo (solo de Rachel y dúo Finchel), éste decidió innovar y ponernos a Quinn y Sam cantando (I've had) The time of my life y a Santana interpretando Valerie ella solita. Y como era la canción de Dirty dancing pues yo encantada de la vida y el solo de Santana me pareció una novedad y, además, la canción mola, así que las recuerdo con bastante cariño.



2x16 – Original song

Después, vinieron de nuevo las competiciones regionales que volvieron a ganar. En esta ocasión, los chicos de New directions cantaron dos canciones originales (Get it right y Loser like me) de las cuales no me acuerdo en absoluto. Ni bien ni mal. Así que me supongo que fueron tirando a aburridas o, vamos, que a mí me lo parecieron... No, debieron serlo porque en la tercera temporada se dejaron de canciones originales.


2x22 – New York

Final de la segunda temporada. Will pensando en irse. Quinn pasándolo mal tras su caída en picado y cortándose el pelo. Sam y Mercedes salen juntos. Reconciliación de Rachel y Finn con un guiño bastante guay a La dama y el vagabundo. De hecho, mi canción preferida de ese episodio es la de Bella notte. Sí, ¿qué pasa? A mí las competiciones de gorgoritos entre Rachel y Kurt no es que me interesen mucho. Pero, bueno, yendo al tema: primera vez que los chicos llegaban a las nacionales y, como era de esperar, perdieron.

Una vez más, volvieron a probar con una canción original, Pretending, de la cual lo único que recuerdo es el besaco de la parejita. Una vez más, me supongo que la canción fue bastante meh o es que el beso me pareció una escena bonita. Mmm, puede que ambas.


3x08 – Hold on to sixteen

Unas de las sectionals que más me han gustado. Por un lado, las Troubletones hicieron una mezcla de Survivor y I will survive y es que a mí la cancioncita de las Destiny child no me gusta nada, así que prefiero otras de sus actuaciones; por cierto, aprovecho para decir, ¿de dónde salen las chicas que aparecen y desaparecen? Porque, a ver, si cantan las Troubletones están ahí, sino desaparecen. ¿Magia?

Por otro lado, New directions sin Rachel perpetraron la actuación más igualada de todas y con Michael Jackson. Palabras mayores. Si siempre me cansan los baladones aburridetes de Rachel en plan "soy la leche", esta vez me gustó ver que todos, todos, tuvieron su pequeño momento de gloria. ¡Si hasta Tina tuvo su solo! Increíble. Además, ya siendo mala, el careto que se les quedó a las Troubletones cuando perdieron fue muy genial.



3x14 – On my way

Las peores regionals de la serie. En serio. Si fuera por mí, habría echado a los New directions a patada limpia sólo por esa cosa horrible con la que casi me sangraron los oídos, es decir, ese mash-up de Fly y I believe I can fly. Encima, Santana rapeando es para echarse a llorar, ¿por qué no lo hizo Artie? Además, el solo de Rachel fue muy meh también. Las únicas que merecen la pena fueron las Troubletones con Stronger (What doesn't kill you), que les quedó estupendamente. De hecho, me gustó bastante más Sebastian con los Warblers.


3x21 – Nationals

Y llegamos a la última competición de New directions tal y como lo conocimos, las nationals que por fin ganaron. Todas las chicas menos Rachel, pero con el añadido de esas Troubletones que aparecen y desaparecen en una canción (me fascinan mucho), cantaron The edge of glory y les quedó muy molona. Después, Rachel cantó su acostumbrado solo aburrido y, para acabar, todos cantaron Paradise by the Dashboard light que, aunque no ha sido de las que más me han gustado, tenía un pase.

Y a vosotros, ¿cuál os ha gustado?

PD: Qué difícil es encontrar vídeos de las actuaciones, macho, de ahí que os haya puesto fotos.

PD2: Prometo entrada hablando de Imperium, si no es mañana, ya la semana que viene, pero, jo, no se merecían esas audiencias tan penosas.

martes, 4 de septiembre de 2012

1969 (de Jerónimo Tristante)

Con la vuelta a la normalidad del blog, os traigo una reseña de un libro que me gustó muy, mucho: 1969 de Jerónimo Tristante. No es la primera vez que este autor se pasea por este humilde blog, ya que le tengo leídas las novelas del detective Víctor Ros porque mi padre me las recomendó. En el caso de 1969, además, también me lo recomendó Chiqui; vamos, que le tenía muchas ganas.

¿Y de qué trata 1969?

Julio Alsina es un policía alcohólico que, tras que su mujer le abandonara, prácticamente se ha convertido en un chupatintas; por eso, siempre se ofrece a hacer las guardias que no quiere nadie. Así, en plena Nochebuena de mil novecientos sesenta y ocho, le toca lidiar con el aparente suicidio de una prostituta de lujo. Sin embargo, dicho suicidio no lo parece y Julio empieza a investigar, al mismo tiempo que ya no siente necesidad de beber, aunque lo que no sabe es que el falso suicidio sólo es la punta del iceberg.

No os cuento más porque 1969 es un thriller muy, muy bien llevado que merece la pena ir descubriendo poco a poco y no os quiero reventar nada.

Comentar, eso sí, que la acción está desarrollada con un ritmo muy adecuado, que permite conocer a los personajes, ver más o menos sus rutinas, al mismo tiempo que los hechos se suceden casi de forma seguida. Por eso, 1969 resulta una novela muy entretenida, de lectura muy fácil; si se tiene tiempo, se lee enseguida porque, sobre todo, engancha, engancha muchísimo con cada giro, cada pista.

Eso sí, aunque, como ya he dicho, está bien escrita, no me ha parecido de las mejores en cuanto a narrativa. Quizás es que ha dado la casualidad que en esta me he fijado, pero me ha parecido que tendía a repetir. Por ejemplo, si hubiera bebido un chupito cada vez que aparecía la palabra "sempiterno", me hubiera montado una buena juerga yo sola, xD.

Por otro lado, los personajes me han parecido mucho más cercanos y mejor retratados. De hecho, creo que es mucho más fácil simpatizar con Julio Alsina que con Víctor Ros, quizás por su evolución, por su pasado o porque es un hombre normal y corriente que acaba convertido en héroe casi por casualidad.

La galería de secundarios cumple perfectamente con su función: odias a quien tienes que odiar (y qué gusto da odiar a personajes creados para eso), alguno te infunda hasta respeto y aprecias a quien tienes que apreciar. Entre todos ellos, destacaría: por un lado, a Rosa, una falangista convencida que acaba resultando ser el interés romántico del protagonista; por otro, Joaquín, un amigo de Julio.

Por lo demás, como es un libro de misterio y la gracia está en que te sorprenda, no puedo entrar en detalles para explicar lo original de la trama y lo bien hilado y montado que está todo. De hecho, la resolución es un poco previsible, pero se perdona por lo entretenido del caso y los giros de la investigación, que te dejan pegado al sofá (o donde estéis leyendo).

En conclusión, 1969 es una novela de misterio entretenida y terriblemente adictiva que, aunque no destaca por su prosa, sí por la familiaridad de los personajes, la ambientación y lo original de su trama. Un libro muy recomendable. Si podéis haceros con él, hacerlo y disfrutar porque, de verdad, os va a encantar.

PD: Russell T. Davies, si piensas pasar por Calahorra, no lo hagas o sufrirás una tortura cruel... que sí, que lo que menos va a hacer este señor es pasearse por mi pueblo, pero lo a gusto que me he quedado yo, ¿qué? Y, sí, acabo de terminar la tercera temporada de Torchwood que, aunque ha molado un montón, me ha roto la patata T0T

PD2: He escrito esto tras terminar un fanfic Johnlock ñoño, ñoño, así que no sé qué habrá salido, xD.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Maromo de la semana 107

Pues, como os prometí, vuelve la normalidad al blog y eso entraña que todos los domingos haya nuevo Maromo de la semana. Así que, tras tres semanacas, le decimos adiós a Adrián Lastra y recibimos a otro maromaco patrio, uno de los tíos más guapos que os podáis echar a la cara y que esta misma semana podréis ver porque el lunes se estrena Imperium, el spin off de Hispania y que a mí me da pereza ver, pero al que le daré una oportunidad por este hombretón de ojos azules llamado...

Jesús Olmedo


Jesús nació el 7 de octubre de 1973 en Sevilla y es lo único que he descubierto de su biografía, así que paso directamente a su carrera que, la verdad, es bastante larga. Jesús empezó en el mundillo participando en tres episodios de Hostal Royal Manzanares (a este paso, con la programación de La 1, la repondrán cualquier día y podremos verle). Dos años después, en 1999, participó en la película Nadie conoce a nadie, protagonizada por Eduardo Noriega y Jordi Mollà (estoy un poco bastante enamorada de este hombre) y que, por cierto, está muy, muy bien.

Tras unas cuantas participaciones más en series como Al salir de clase, Periodistas y El comisario, además de en la película Fugitivas, fue uno de los protagonistas de Academia de baile Gloria, que era otra serie de Lina Morgan. Ese mismo año, 2001, Jesús fue uno de los protagonistas de Esencia de poder, una telenovela de Telecinco ambientada en el mundo de los perfumes y que mi hermana y yo veíamos, por cierto. Bueno, en Esencia de poder, Jesús interpretaba a Diego Rivera, que era el prometido de Marian Aguilera, aunque entre ellos se interpone Roberto Enríquez (luego se lo encontró en Hispania y, claro... ¡Todo tiene sentido! xD).


Después participó en un par de series (Géminis, venganza de amor; Ana y los siete; Un paso adelante; El inquilino; Aquí no hay quien viva) y también en varias películas: Mus, Despacito y a compás, Noviembre (esta película me moló cuando la vi), Recambios, Semen, una historia de amor (esta también me gustó). Entonces, en el 2005, fichó por Hospital central como el psicólogo Carlos Granado. Yo al principio lo odiaba no, lo detestaba, pero es que lo metieron de novio de Laura y yo era muy de Laura/Javier. Pero, bueno, como le dieron mil vueltas al personaje, creo que acabé cogiéndole cariño y, si no me falla la memoria (que puede ser) creo que acabó con Myriam Gallego, vamos, La marquesa de Águila roja. Mmm.

Mientras todavía estaba en Hospital central, participó en la película 8 citas, aunque no me acuerdo de su parte, pero es que la vi hace ya tiempo. Luego, en el 2009, dejó Hospital central por protagonizar su propia serie: 90-60-90, diario secreto de una adolescente, donde interpreta a Bruno, un fotógrafo que se enamoraba de Mel, que era Esmeralda Moya, y a la que le doblaba la edad. Yo veía esa serie, mi hermana y yo estábamos enganchadas, pero nos la cancelaron tras ocho episodios; doy gracias de que, al menos, la cerraron.


Pero, bueno, tampoco fue tan malo porque, tras participar en dos películas (La herencia de Valdemar y su secuela, La sombra prohibida) fichó por Hispania para interpretar a Marco, más conocido en estos lares como Ojitos azules, ese pedazo de romano sádico como él solo que azota a los hispanos y tiene su particular trío con Galba y Claudia. Bueno, aunque la primera temporada de Hispania no me pareció para tanto, sí que me gustó, pero a lo largo de la segunda temporada me fue aburriendo más y más y sigo sin ver la tercera.

Imperium, su spin off, tampoco es que me llame demasiado la atención porque las series tan dramáticas y que se toman tan en serio a sí mismas (basta que me intenten vender algo como épico para que me parezca meh) como que no me suelen convencer, pero sólo por el pechamen de Marco en el trailer y por verle emular a Gladiator, le daré una oportunidad.


Vale, y porque también sale Fernando Andina. Yo por Fernando Andina lo que sea, xD. Pero, bueno, mañana veremos qué tal es la serie ;)

PD: Ainss, esta noche me toca ver Asylum of the Daleks, jujuju, qué ganas. De momento he visto Pond life y... ¿Por qué le han puesto semejante pelucón a Karen Gillan? Vale que cuando lo rodó ya se había cortado el flequillo, pero, ¿qué pasa? ¿Amy Pond no puede llevar flequillo? O, yo qué sé, cualquier cosa mejor que ese pelucón malo de narices.