domingo, 13 de abril de 2014

Maromo de la semana 168

Este domingo llego a tiempo de cambiar el maromo, yey =D Bueno, no me voy a andar con rodeos y, dado que vi Capitán América: El soldado de invierno la semana pasada y me encantó, pues me he quedado con uno de sus maromos. Uno, además, al que ya le tenía echado el ojo desde hace tiempo porque hay que ver cómo está el condenado, ¡arg! Y estoy hablando de...

Sebastian Stan


Sebastian nació el 13 de agosto de 1983 en Constanza, Rumania. Su madre era pianista, por lo que se acabaron mudando a Viena y, años después, a Nueva York. Allí, su madre se casó con el director de una escuela privada, por lo que asentaron ahí definitivamente. En el instituto, Sebastian empezó a actuar en funciones escolares, algo que repetía en los campamentos de verano y que le gustaba tanto que acabó decidiendo que sería actor, por lo que, cuando terminó el instituto, ingresó en la Escuela de Artes Mason Gross y, después, acabaría marchándose a Londres para estudiar teatro en el teatro The Globes durante un año.

Al regresar a Estados Unidos, Sebastian comenzó a trabajar y, de hecho, debutó en el año 2003 en un episodio de Ley y orden. Durante los años siguientes participó en varias películas como Tony 'n' Tina's wedding, Red doors, The architect, La alianza del mal (o de los maromos porque, madre mía, además de Sebastian trabajan Chace Crawford y Taylor Kitsch) o The education of Charlie Banks. En el 2007, además, consiguió un papel en Gossip Girl como Carter Baizen, que iba y venía de la serie como les apetecía a los guionistas, aunque estaba muy, muy, muy guapo :3


Tras aparecer en las películas La boda de Rachel (la prota es Anne Hathaway, por cierto) y American playboy (la de Ashton Kutcher, sep), Sebastian consiguió un papel fijo en la serie Kings, protagonizada por Ian McShane y Christopher Egan (que es el chico de Cartas a Julieta, so mucho love for him) y que, aunque todo el mundo la esperaba con ganas y debía estar bastante bien, no tuvo buenas audiencias y únicamente duró una temporada. Mmm, lo malo es que ahora la mezcla de Christopher y Sebastian me mola tanto que me apetece verla. Damn it!

Tras Kings, Sebastian se dedicó al cine y encadenó un proyecto tras otro: Jacuzzi al pasado, Cisne negro y, sobre todo, fue fichado por el binomio Marvel/Disney para interpretar a Bucky Barnes el love interest amigo del alma de Steve Rogers, más conocido como Capitán América. Y Bucky es un amor, en serio, es súper mono y tiene una historia súper jodida en la peli, pero al mismo tiempo mola mil.


Y entonces llegó el año 2012 y fue el año de Sebastian, ya que además de trabajar en las películas Sin rastro y The apparition, fue uno de los protagonistas de la mini-serie Political animals. Bueno, originalmente creo que era una serie, pero como no tenía muy buena audiencia, la dejaron en mini-serie. Además, también fichó por Once upon a time, donde era Jefferson, es decir, el genialísimo Sombrerero loco. Hay que ver lo empotrable que sale en Once, madre mía, en serio, con esas pintas y las miradas de loco. De hecho, es muy guay cómo Sebastian hace de Sombrerero pre-Wonderland y post-Wonderland. Lo malo es que en la segunda temporada le dan una especie de final feliz y ya no hemos vuelto a verlo, pero, jo, ojalá vuelva, que lo echo de menos.

A finales de ese año, participó en la miniserie Labyrinth, donde también trabajaron actores como John Hurt, Tom Felton o Jessica Brown Findlay. Y, después, se dedicó a rodar Capitán América: El soldado de invierno, donde se le puede ver actualmente y es una película que yo recomiendo muy, mucho, por cierto.

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