miércoles, 9 de julio de 2014

De bodas, aeropuertos y otras cosas chachis

El verano, para un seriéfilo, es esa época donde una ve esas series que no tiene tiempo de ver durante el curso. En mi caso, acabo pegándome maratones de procedimentales, que me encantan y los veo casi todos. Una, que tiene alma de detective. Total, que estas últimas semanas me he visto las actuales temporadas de Bones, Castle y El mentalista y, cosa increíble, todas me han matado de amor y me han hecho súper felices. Ay, qué lejos quedaron los tiempos de sufrir cual perra con las tensiones sexuales no resueltas, ¡qué felicidad!

Así que, nada, un leve repasito de dichas temporadas. No esperéis nada muy serio, que es verano, he dormido tres horas y... soy yo.

Bones: novena temporada



La anterior terminó con el chalao de Pelant no sólo puteando a todo quisqui del Jeffersonian (NUNCA le perdonaré que atacara a mi Hodgins, si es amor), sino provocando que Booth cancelara su boda con Brennan sin darle motivos. Así que la temporada empezó chunga con Brennan sufriendo al no entender nada, Angela siendo mala con Booth y éste penando en silencio, sin poder tuitear ni nada, que Pelant les tiene hackeado hasta el frigorífico. Pero, por suerte, los guionistas de Bones decidieron no estirar el chicle y se cargaron a Pelant enseguida. Cuando Booth le pega un tiro y se lo carga de una puñetera vez fue fiesta, vamos.




High five, Booth!!


Luego llegó la boda y qué boda. BEST WEDDING EVER!! Así, en mayúsculas y tal, porque ha sido la mejor boda televisiva que he visto. No sólo fue terriblemente romántica, sino que tuvo guiños a las temporadas anterior (Brennan leyó la carta que le escribió a Booth en la segunda temporada, cuando la atrapó la enterradora, y fue fantabuloso) y fue divertidísima. Además, aparecieron prácticamente todos los secundarios de la serie, con la excepción de los hermanos de los novios y Zack. Jo, yo eché mucho de menos a Zack, que Brennan le adoraba y, no sé, Sweets podría haberlo sacado del psiquiátrico o algo.

Pero, vamos, que la boda fue súper friki, súper bonita y súper de todo. Encima, ellos estaban guapísimos y les caso el amigo de Booth ex-cura metido a camarero de un bar al que no va la chupipandi del Jeffersonian. Aunque, bueno, cuando van no consumen o no pagan so... xDD. Pobre ex-cura-camarero.


Y aunque ellos estaban guapísimos, he de señalar el epiquísimo vestuario que me llevaron los internos. Con excusa, eso sí, porque Brennan no quería invitarlos porque eran unos forever alone y le parecía mal pasarles por el morro su felicidad. Y, sí, se lo dijo tal cual al invitarlos a la boda que Angela organizó en un solo día. Por cierto, yo quiero que Angela me organice la boda.

Épico.
Sostengo que lo de Hodgins fue frikez pura porque él estaba enterado de la boda y demás.

El resto de la temporada ha tenido episodios muy divertidos, como el de la despedida de soltera, y otros más crudos, aunque molones y han estado puteando a personajes secundarios. De hecho, ha sido una temporada muy coral y eso es grandeza. Bueno, también tenemos nueva trama a largo plazo, que ha terminado en un giro muy chulo, que ha sido el de alguien infiltrado en el FBI, que ha provocado que Booth haya caído en desgracia. Vamos, el típico giro chungo que, en realidad, mola y que ha hecho que tenga unas ganas locas de ver la siguiente temporada.

Por cierto, me gusta mucho como están llevando las parejas en Bones, que estén unidas y tan monas sin que haya dramas ni mareos. Así sí.

Castle: sexta temporada


Castle se despidió con la proposición de Rick y la posibilidad de que Kate trabajara para el FBI. Se prometieron, ella se marchó y, aunque fue difícil, sobrevivieron sin peleas ni dramas entre ellos y se dedicaron toda la temporada a organizar la boda, mientras resolvían crímenes. Encima, qué crímenes, porque anda que no son frikis ni nada los guionistas de Castle también: el viajero del tiempo (que era Morgan de Chuck y eso moló mil), el episodio setentero (Ryan y Espo fueron lo mejor de lo mejor), el del bebé, el de la caza del tesoro, el de la telekinesia...

¡¡Grandeza!!

También estuvieron los que eran más serios y que molaron de otra manera: el de los clones moló mucho, al igual que ese en el que Castle debe ayudar a Alexis, en el que aparece el padre espía de Castle (quiero más apariciones de este hombre) o el de Beckett infiltrada. Sobre todo, el que terminaran con el caso de la madre de Beckett, que fue una pasada y, encima, se cerró.

Pero, bueno, veintitrés episodios nos llevaron a la boda, que no, no tenía lugar en el espacio como Castle quería, y que parecía gafada. El vestido de Kate se quemó, aunque eso fue lo mejor que les podía pasar porque el segundo vestido era precioso y el primero un engendro. No, en serio, es la cosa más fea que hayáis podido ver.

No me digais que no es más feo que pegarle a un padre.

Este, en cambio, es lo mejor.
Belle, Rumple tenía que haberte conseguido uno así.

También les falló el lugar y tuvieron que trasladar todo a la casa que tiene Castle en los Hamptons, pero, sobre todo, Kate descubrió que estaba casada con Pete Latimer. Vale, aquí se llama distinto, pero Eddie McClintock siempre será Pete para mí. Así que Kate tiene que ir a pedirle el divorcio, pero acaba metida en un caso loquísimo donde hay moteros, mafia y su ex-novio es la persona más caradura del mundo mundial. Para morirse de risa, en serio. Mira que me río con Castle, pero ese episodio fue lo más.

Lo malo es que, al final, cuando parece que por fin se van a casar contra todo pronóstico, Castle desaparece. Mejor dicho, parece que alguien se lo ha llevado. Y, a ver, tras veintitrés episodios de preparativos, con Kate tan guapísima de novia, que ni siquiera les dejen casarse y se casquen ese cliffhanger te deja así:





No, en serio, ¿por qué? ¿Por qué?

Espero que no estemos toda la temporada con la boda, sobre todo porque tengo ganas de un nene Castle/Beckett, que puede ser lo más.

El mentalista: sexta temporada


En la sexta temporada de El mentalista se dio fin, de una vez, al caso de John el Rojo y, a ver, el problema que le vi es que el universo de secundarios no es tan rico como el de Bones. Quiero decir, en Bones los personajes que aparecen de vez en cuando se quedan en la memoria (los internos, los familiares y amigos), pero en El mentalista se sacaron una lista con siete personajes a priori conocidos, pero que, salvo el de Malcolm McDowell, no se recordaban. Al menos yo. Quizás sólo soy tonta, no lo descarto.

Por eso, descubrir la identidad de John el Rojo pues, sin más. Eso sí, tuvo su aquel que, al final, fuera Percy de Nikita. Si es que este hombre siempre la está liando parda, xD.

Lo bueno del final del caso de John el Rojo fue que: por un lado, decidieron cambiar de escenario y trasladaron a Patrick, Teresa y Cho al FBI, dejando a Grace y Rigsby casados con una hija y trabajando en su propia empresa de seguridad informática. Y, eh, fue divertido ver a Patrick vacilar al FBI, tangarles y salirse con la suya, estando bastante más alegre que antes.

Por otro, que habiendo matando a John el Rojo había cumplido su venganza y podía pasar página. Porque no iba a pasar nada con Teresa mientras cazaban a John el Rojo, pero ya era libre de sus fantasmas y había homenajeado a su difunta mujer, así que el Jisbon tenía vía libre y eso molaba. Además, Teresa, que otra cosa no pero tonta no es, se ligó a Oberyn (eh, qué poderío tiene la tía) y puso celoso perdido a Patrick hasta el punto de que manipuló todo un caso para que estuvieran a solas en un hotel súper bonito.

La manipulación no le salió bien, Teresa tampoco se portó demasiado bien con Oberyn, pero qué narices porque, señoras y señores, tuvimos la jodida escena de aeropuerto más molona con permiso de la que protagonizó Thomas Sangster en Love actually. Es tan estupenda que hasta os dejo el video porque, en serio, qué escena:




 Soy muy fan de la mujer del avión. Me gusta imaginar que es la misma que apoyaba el matrimonio de House y Wilson, xD. También me gusta imaginar que House y Wilson se casaron y se dedican a recorrer el mundo dándose amor, pero eso es otra cuestión.

Vamos, acabando con la entrada eterna (me he crecido con los gif, lo sé), que me han encantado las temporadas de las tres series y que es guay que las parejas me hagan feliz, en vez de sufrir, para variar un poco y eso.

PD: El hecho de que la hija de Peter Bishop y Olivia Dunham vaya a ser Elsa en Once upon a time y que el gran Capie de Greek sea Kristoff es bien. También el que vaya a salir Elizabeth Mitchell, diva donde las haya.

PD2: Amo a Yahoo por encima de todas las cosas por renovar Community y, por favor, por favor, Dan Harmon, lía a Jeff y Annie de una puñetera vez, sobre todo tras esa declaración que supuso el final de la quinta. Ah. y que repita John Oliver como el profesor Ian Duncan porque es genialoso total.

2 comentarios:

  1. Muy, muy de acuerdo con tu comentario. Yo estas tres series las he seguido al día y me han encantado sus temporadas.

    La de Bones es la que más me ha gustado (y eso que yo soy más de El Mentalista) principalmente porque se han cargado al cansino de Pelant de una vez (creo que salvo el malo de Hawaii 5.0 no ha habido un malvado más pelma en una serie que yo haya visto), pero sobre todo por la boda. Qué cosa más bonita. Ya podían aprender otras series (ejem Castle).

    En el Mentalista me pareció un tanto ridículo el final de John el Rojo y eso que ya estaba deseando que Jane se lo cargara de una vez (otro que gana el premio a villano pesado) y pudiéramos pasar a otros temas. Cuando Jane volvió de la isla yo pensaba que la cosa progresaría rápido, pero no, nos tenían que dar angst por un tuvo. Eso si, Lisbon ligándose a Oberyn y la escena del aeropuerto lo han compensado bastante. Mira que la escena era tópica, tópica, pero les ha quedado tan, tan bien. Jane ha estado completamente adorable.

    Y la temporada de Castle, me ha gustado mucho, hasta el último episodio, que me llevo acordando de Marlowe desde entonces. ¿De verdad que tanto le costaba que secuestraran a Castle después de la boda? Pobrecillos, es que no tienen un momento de respiro.

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    1. Ya te digo, qué ganas de que se cargaran a Pelant de una vez, qué cansino y persistente el tío. Y la boda fue lo más de lo más, esperemos que en Castle se dignen en darnos algo así tras haberla estropeado a última hora ¬¬U No, en serio, qué cabrón el Marlowe porque, encima, va y abandona el barco. Este nos lanza la bomba y huye haciendo la croqueta, xD.

      A mí el tema de John el Rojo sin más. Lo que pasa es que tras seis temporadas y tanto bombo que le dieron, estaba claro que, al final, iba a quedar todo soso. Pero, bueno, pasaron a otra cosa, mariposa y eso moló. Y, lo que dices, la escena era topica, tópica, pero es que les quedó taaaaan bien y ellos estuvieron de diez.

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