jueves, 29 de mayo de 2014

Luces y sombras de Velvet

Es digno de estudio el hecho de que Velvet tuviera su mejor episodio con diferencia la semana pasada y que, después, se marcaran otro tan tedioso para cerrar temporada. Lo curioso de ese hecho es que el penúltimo episodio fue uno que, seguro, muchos consideraron de relleno, pues no se avanzó en la trama y la hora y pico de episodio únicamente abarcó la noche antes de la famosa boda.

Sin embargo, ese episodio fue grandeza. En serio. Entre un espléndido Asier Etxeandia que se creció con su Raúl entre eufórico y borracho, que debía coser un vestido de novia en una noche, hasta otro estupendo Javier Rey más adorable que nunca con su Mateo comprendiendo que estaba enamorado de Clara sin Experiencia, todo fue fantabuloso y demás: Rita en su totalidad (ella nunca falla), don Emilio cosiendo ante la atónita mirada de Raúl y de todo el taller, el falso tonteo de Clara y Max para putear a sus respectivos, la pelea en el burdel con aparición del Cuñadísimo incluida...

Don Emilio cosiendo fue lo mejor, pero lo mejor, en serio.

Todo encajó como un puzzle perfecto, dándonos un episodio tan divertido como simpático y efectivo. ¿O alguien pudo resistirse a ese Mateo gritando en el coche que iba a por Clara sin Experiencia?

Y es que la magia de Velvet reside en la simpatía, en la comedia, no en los dramas intensos ni en los problemas, algo que quedó ejemplificado en el penúltimo episodio. Éste también demostró una vez más que los secundarios deberían llevar el peso de la función y que los protagonistas son un lastre estén tanto juntos como separados. ¿Casualidad que el mejor episodio fue aquel en el que el trío no tuvo ninguna importancia, sino una presencia más bien testimonial? Yo no lo creo.

Porque entonces llegó el final de temporada y nos vimos sumidos en la dichosa boda, en las dudas de los tórtolos y sus idas y venidas, lo que fue aburrido, carente de interés y, para más INRI, estuvo contado de forma bastante burda. No hubo magia, ni encanto, ni siquiera un mínimo de sutilidad en el final de temporada, donde quisieron dejarnos claro que Ana era la pobre heroína y Cristina era la otra.

No creo que Cristina se les fuera de las manos, creo que siempre quisieron que Cristina no fuera una tercera en discordia a la que odiar, sino que querían de hacer del triángulo algo más complejo para el espectador. El problema vino cuando no sólo nos dieron un héroe soso a rabiar, sino una heroína débil y ahostiable a más no poder. Una cosa es que no sepas a quién elegir de las dos chicas, otra es que odies a la supuesta protagonista, como le pasaba a mucha gente con Ana. Yo incluida, porque no puedo ni con ella ni con Alberto. De ahí que se note una barbaridad que las escenas de Cristina fueran para dejar claro que Ana era la pobre víctima, la que debía contar con el apoyo del espectador, y no Cristina.


Porque, vamos, el cambio de comportamiento de Cristina en el último episodio fue más digno del doctor Jekyll y mister Hyde que otra cosa. ¿Desde cuándo Cristina es una persona despótica y una vil traidora? La escena en la que grita a Ana, quien se pasó la hora y pico de episodio con cara de cordero degollado no sea que no sepamos que sufre más que Geno, no era consecuente con el personaje, no cuando hemos estado catorce episodios viendo a una chica dulce y comprensiva que siempre respetó a Ana por encima de todas las cosas.

Pues yo lo siento mucho, pero no me lo trago.

Lo malo es que no fue lo único metido con calzador, ya que la entrada de Carlos en la vida de Ana no pudo ser más artificial. Sin embargo, no sé si fue un mero recurso mal empleado o si no es oro todo lo que reluce y la encantadora sonrisa del señor Vives oculta algo chungo. De hecho, en el avance sale en plena reunión en Velvet siendo apoyado por un radiante Enrique. Que, a ver, seguramente no sea nada y yo me lleve un chasco, pero de momento apuesto por creer en los guionistas y que el piloto esconde algo.

Que, por cierto, Ana se enamora y se desenamora en cero coma, ¿no? Que si quiero a Alberto, que si sufro mucho, que si no quiero que lo dejemos, que si no quiero que se case... Oh, Peter Vives, ¡para mí! Le quiero y tengo una química instantánea con él.


Bueno, quien dice "química" dice que él le dedica la frase más hortera y evidente de la historia de la televisión ("espero que no tenga miedo a volar"... Seriously? ¿Eso fue lo mejor que se les ocurrió para presentar al galán-piloto? No tengo palabras. Bueno, sí, que espero que lo próximo no sea que Ana le cante Fly me to the moon o algo), mientras la cogía en brazos a cámara lenta. Si es que será muy mona y muy simpática, no diré que no, pero como actriz Paula Echevarría tiene carisma cero.

Por lo demás, tuvimos un desenlace de manual. Pero de manual, ni siquiera optaron por arriesgar un poco: hubo boda (¿de verdad alguien se ha sorprendido?), Ana encontró otro pretendiente, nadie intentó chafar la boda y la madre de Alberto únicamente se dejó ver un segundo. Todo muy predecible y muy poco arriesgado. Quizás es porque soy una zorra adicta al drama, pero yo habría escrito dos finales muy distintos:

1) Alberto y Ana se fugan a París para no volver. Total, nadie les iba a echar de menos y si necesitamos un Márquez luchando por las galerías tenemos a Patricia, un personaje mucho más interesante y al que no dan ganas de estamparle cuadros en la cabeza. Incluso Mateo podría funcionar mejor que Alberto como defensor de las galerías. Total, es el que hace el trabajo.

2) Alberto dice que no se casa, va a buscar a Ana, pero ella se ha ido con el piloto. Habría sido muchísimo más interesante ver a Alberto en tierra de nadie: sin el amor de su vida y sin el beneplácito de los Otegui, sino todo lo contrario.

No viene a cuento con lo estoy diciendo, pero esta foto es bien.

Y, una vez más, el episodio fue salvado por los secundarios, que tuvieron menos papel de lo que venía siendo habitual. Así, Mateo y Clara sin Experiencia siguen con su divertidísimo tira y afloja, con la novedad de que podrían tener que enfrentarse a la paternidad, mientras que Pedro sigue en Alemania (que traigan a Pedro de vuelta YA, se le echa demasiado de menos) y no se entiende, vía telefónica, con la pobre Rita, que sigue sin saber qué ocurre. Luisa un día se mimetizará con el ambiente sin darnos cuenta, pero Blanca ha decidido darle una oportunidad a Max.

La verdad, es que son las historias de los secundarios las que hacen que quiera ver la segunda temporada. Quiero ver a Mateo y Clara lidiando con la paternidad, quiero que Pedro conquiste a Rita de una vez (quiero un beso en condiciones, en plan moñas), incluso me apetece ver a doña Blanca feliz para variar. También quiero ver a la pareja de Enrique y Bárbara, dos personajes que, al menos, están sirviendo de revulsivo a la trama principal y que aparentan ser más interesantes que otros personajes. Además, el personaje de Amaia Salamanca no tiene pelos en la lengua, lo que es otro plus.

Eso sí, lo que me parecería una equivocación como una catedral de grande es que prescindan de Raúl de la Riva en la segunda temporada. Espero que la despedida de Raúl sea un farol porque, la verdad, fue todo un acierto al ser de los personajes con más desparpajo y más luminosos de la serie. Eso, por no hablar de que tuvo un final que no se merecía al ser traicionado por su amiga, tras pasarse la noche cosiéndole el vestido de novia más maravilloso posible, y vilipendiado por una falsa acusación de plagio.


No, Raúl de la Riva se merece algo mejor, así que espero que vuelva por la puerta grande y le dé por saco a Enrique y su padre. De verdad, ojalá regrese porque, sinceramente, creo que si no lo hace, Velvet se va a resentir.

Lo malo es que, imagino, que el tema Raúl pasará factura a Cristina y Alberto se alejara de ella y tendremos cuadrado. Porque, sí, llamarme negativa o lo que queráis, pero yo no creo que hayan desistido con la pareja Alberto y Ana, sino que han elevado el triángulo al cuadrado. Ainss. Ojalá la segunda temporada sea más coral y ojalá le den cancha a las galerías Oxford y a Gloria, que mucho apuntaban en el primer episodio y todo se quedó en agua de borrajas.

Y, la verdad, duele ver a grandes actores tan desaprovechados. Ojalá les saquen más partido y ojalá la segunda temporada potencie la comedia, la luz, que es lo que de verdad le sienta bien a la serie e impide que sea un culebrón para marujas prescindible.

lunes, 26 de mayo de 2014

Eleanor y Park

Tras sobrevivir a las season finales de las series que sigo a ritmo USA, la normalidad vuelve al blog... o eso espero. Es que justo me quedan las dos semanas más jodidas de curso, sep, los exámenes. Ainss. Bueno, con semejante rollo quiero decir que los Lunes Literarios are back y que lo hacen con una novela que me sorprendió mucho y que me gustó otro tanto: Eleanor y Park de Rainbow Rowell.

Park es un chico medio asiático, que viste de negro y que, sin ser un marginado, ha conseguido pasar desapercibido dentro del microcosmos que es un instituto. Sin embargo, sus cuidadosos esfuerzos de no llamar la atención amenazan con irse al traste cuando Eleanor se sube al autobús escolar.

Eleanor es la nueva, tiene un llamativo pelo rojo, sobrepeso y viste de forma estrafalaria, lo que la convierte en la víctima perfecta para las burlas. En el autobús nadie quiere hacerle un hueco, pero Park se acaba apiadando de ella. Así, Eleanor y Park se conocen y, aunque al principio ambos desean ignorar al otro, poco a poco acaban intimando, se acaban enamorando y viviendo un primer amor tan especial como complicado.

A priori Eleanor y Park puede parecer un tópico enorme, la historia de amor de dos "marginados" en un instituto típicamente americano. Pero no es así, para nada. Sí, la novela nos cuenta la historia de amor entre Eleanor y Park, que son dos adolescentes en su último curso de instituto, pero no es como las comedias románticas, sino que la historia y los personajes son más complejos.

Tanto Eleanor como Park son algo más que La chica y El chico, son personas. Cada uno tiene sus luces y sus sombras, a veces aciertan y a veces fallan, tienen sus problemas, su forma de ver el mundo y su familia. Ambos tienen cosas en común, pero también sus diferencias, lo que hace que no sea una típica historia de amor. Sí, la relación entre ellos es lo primordial, pero Rainbow Rowell se preocupa de que avancen como personas y de que sean tan reales como suficientemente complejos como para que resulten interesantes y estimulantes.

Eleanor es la hermana mayor de una familia desestructurada. Tiene cuatro hermanos, vive en una casa tan minúscula que los cinco comparten habitación y su padrastro maltrata a su madre. De hecho, Eleanor ha vuelto a casa tras haber pasado un tiempo en un centro de acogida. Por todo eso, es lógico que no sepa relacionarse, que tenga miedo e inseguridades, pero que al mismo tiempo sea fuerte, inteligente irónica y valiente. Me pareció un gran personaje femenino, tan interesante como complicada, sin resultar desesperante. Todo lo contrario, pues era muy sencillo empatizar con Eleanor y con los problemas que su familia le acarrea.

La situación de Park es todo lo contrario a la de Eleanor. Su relación con su padre no es perfecta, pero tanto éste como su madre se han preocupado de darle amor y todo lo que necesite. Sus padres se quieren, su familia está llena de buenas personas y no tienen problemas económicos. Me gustó que el ambiente de Park fuera tan normal, que fuera feliz aunque surgieran discusiones y problemas. De hecho, la familia de Park me gustó mucho y él también. Porque Park es un friki de los cómics (le encanta Watchmen y La patrulla X) y de la música, también es alguien dulce que no quiere problemas y que a veces le puede el miedo al que dirán.

La verdad es que me gustó que ninguno de los dos fueran perfectos, que cometieran errores, los hacía más humanos y distintos a los personajes que protagonizan esta clase de historias.

La relación entre Eleanor y Park se desarrolla poco a poco, con pequeños gestos que acaban convirtiéndose en algo más. Me resultó muy tierno como van enamorándose, sin prisa, pero sin pausa, intercambiando canciones y cómics. También me gustó como la relación los va cambiando a ellos: Park se vuelve más seguro, Eleanor más accesible y dispuesta a confiar en la gente.

Aunque es dulce, bonita, la relación es también muy divertida. Eleanor no tiene pelos en la lengua, es muy sarcástica y Park sabe estar a la altura de sus salidas, lo que da lugar a muy buenos diálogos. De hecho, ningún diálogo tiene desperdicio; Rainbow Rowell sabe escribir diálogos, son muy naturales, como si los pudieras oír en la calle, salvo el detalle de que la historia está ambientada en los noventa. La ambientación, por cierto, me resultó muy interesante, con un punto muy chulo de nostalgia. Leer como grababan cintas y usaban walkman me recordó a cuando era niña. Además, hay muchas, pero muchas, referencias a música estupenda y a cómics y películas, lo que es todo un añadido, al menos para mí que soy tan friki como Park.

Rainbow Rowell tiene un estilo muy particular, pero muy bonito, que sabía adaptarse perfectamente a cada tipo de escena: desde las conversaciones más divertidas hasta los momentos más monos, pasando por el miedo y el agobio que llega a sentir Eleanor en ciertas ocasiones o la impotencia de Park en ciertas discusiones. Y, como ya he dicho antes, tiene muy buena mano con los diálogos.

Además, Rainbow Rowell sabe tratar con delicadeza el tema del sexo. En The Duff me sorprendió que la autora, Kody Keplinger, lo hiciera sin tópicos, sencillez y naturalidad, pues en Eleanor y Park, pese a no tener más que el tema juvenil en común, también lo retratan de forma muy natural. En este caso es más romántico, más dulce, pero me gustó mucho como lo enfoca la autora.

Eleanor y Park es una novela que se aleja de los tópicos, que consigue emocionar e interesar y que es más compleja de lo que parece, siendo algo más que una mera historia romántica ambientada en un instituto; todo ello gracias a una galería de personajes muy humanos y bien retratados a los que es imposible no coger cariño en nada.

El próximo lunes literario estará dedicado a... El corredor del laberinto de James Dashner.

viernes, 23 de mayo de 2014

Las tres tramas de Supernatural

A priori, termino el repaso de los finales de temporada con Supernatural. Bueno, de los americanos al menos, pues la televisión patria sigue con sus series (y yo aún no me he recuperado del último episodio de ByB, pero eso es otra cuestión).

Llevaba sin hablar de Supernatural desde al final de la temporada pasada, que fue épico a más no poder, de hecho fue el broche perfecto a una de las mejores temporadas de la serie. La novena no ha estado al mismo nivel, que era difícil, pero ha estado bastante bien. El problema que le he encontrado a esta temporada es que no todas las tramas han funcionado por igual.

Debido a la que se lió al final de la temporada anterior, en esta han tenido tres frentes abiertos: la lucha por el control del Infierno de Crowley contra Abbadon; la situación de los ángeles y en especial la de Castiel, al que le arrebataron su gracia; y, finalmente, el hecho de que Sam estaba más muerto que vivo y lo que Dean hizo para salvarlo.


La parte demoníaca ha sido la que mejor ha funcionado con diferencia: Crowley es un personaje interesante de por sí, pero verlo lidiar con cierta humanidad no ha tenido precio y hemos podido ver una faceta más sensiblera de él (estupendo episodio en el que Abaddon trae a su hijo al presente). Además, verlo hacer equipo con Dean ha sido algo tan estimulante como divertido y han dado unos grandes momentos: el episodio en el que aparece Caín (yo quiero que Lassie vuelva por la serie, que me moló muchísimo Caín y su historia), el citado episodio en el que aparece el hijo de Crowley, como Crowley acaba trayendo a Sam de vuelta, etc.

Es evidente que los guionistas sabían lo que se hacían al darle tanta importancia a la relación entre los dos, a ese toma y daca que les hacía parecer un dúo de policías más que un demonio y un Winchester. Puesto que el que Crowley desee que Dean se convierta en un demonio y que esté junto a él queda explicado. Es más que evidente que Crowley le tiene cariño, de ahí que le ayudara y de ahí que supiera que su teoría era correcta al ver que Dean dejaba de lado la comida. No sé qué deparará la décima, aunque está claro que vamos a sufrir con Dean convertido en demonio, pero creo que pueden sacar mucha miga de esa situación tanto con Crowley como con Cas (y de eso último hablaré luego).

Y es que Crowley sigue siendo uno de los personajes más interesantes de Supernatural. No es el típico demonio, como sí sería Abaddon (aunque Abaddon era una mala cojonuda y molaba un huevo), sino que está hecho de otra pasta: es más político que villano, alguien que tiene su propia agenda, pero que tampoco hiere a los Winchester. De hecho, personalmente me ataca los nervios el que Sam lleve toda la temporada planeando matarlo cuando, vamos, es el mejor Rey del Infierno que podrían tener. A fin y al cabo no va a ir provocando el Apocalipsis, es más práctico que eso.

Y, encima, Crowley tiene la planta y la clase de Sexy Mark Sheppard, si es que lo tiene todo :3

El sumun de la estúpida posición de Sam ha sido cuando ni se ha despeinado al decir que Gadreel es amigo verdadero de Dean y no Crowley. WTF?! Sam, seriously, ¿qué clase de droga te chutas? A ver, Gadreel mintió vilmente a Dean, se aprovechó de su momento de necesidad, asesinó a Kevin, trabajó con Metatron... Pues si eso es un amigo de verdad, no quiero saber lo que es para Sam un enemigo. Vale, sí, Crowley le habla a Dean de La marca de Caín y los ha manipulado, pero, vamos, es que él nunca se ha cargado a nadie y los acaba ayudando siempre.

¡Oh, un Tom Hiddleston salvaje apareció!
... Vale, vale, ya sigo con la entrada:

Precisamente ha sido Sam el punto más flojo de la temporada.

Bueno, personalmente detesto a Sam Winchester casi desde siempre. Siempre me ha parecido un niñato egoísta y caprichoso que no ha dudado ni en herir a su hermano, ni dejarle de lado por su propio interés. Pero es que en esta temporada se ha lucido. Pero mucho

Dean le engañó, lo que no estuvo bien, de acuerdo. El engaño de Dean, que siempre se empeña en enfrentarse solo a todo y luego se le acaba yendo de las manos, provocó en cierta manera que Gadreel la liara parda. Pero Dean lo único que hizo fue salvarle la vida, algo que, por mucho que Sam se hiciera la pobre víctima, no me parece tan terrible como para tener esas reacciones que ha tenido durante toda la temporada. ¿Qué Dean actuara por egoísmo? Bueno, pero le ha salvado la vida, joder, que cualquiera diría que le ha condenado a un infierno de tortura eterna o algo.

Por eso, el discurso victimista de Sam era tan cansino como sin sentido. Que sí, que estaba preparado para morir, que Dean le mintió, pero me parece increíble que fuera de pobre víctima cuando el pecado de su hermano fue salvarle. Joder, tío, si tan terrible te resulta estar vivo, suicídate y deja de torturarnos, pesado.


Apuf. Además, me pareció mucho peor que él le dijera a Dean sin ni siquiera dudarlo que él no hubiera salvado a Dean. O sea, no me pilla por sorpresa, pues cuando Dean y Cas acabaron en el Purgatorio, Sam se fue a jugar a las casitas tan pichi, sin intentar saber qué les había ocurrido. Pero, joder, en serio, me parece súper cruel decirle a tu hermano, que lleva cuidándote desde que era un niño, que no le salvarías la vida y le dejarías morir, bla, bla. O cosas como "ya no somos hermanos, sólo cazamos juntos". O sea, en serio... en serio...

Sam Winchester, muérete de una vez.


Muere. Y no resucites. Eso último es importante.

Qué drástica soy, lo sé. Pero mi paciencia tiene un límite y Sam cada día lo cruza más. ¡La raya es un puntito para él! Si no sabéis de dónde es esa cita... shame on you!!

Bueno, a ver, que se me va la pinza. Es lo que tiene mi odio de magnitudes épicas hacia Sam, que puede conmigo... Y no necesito una marca ni nada, oyes. La tercera trama que hemos tenido ha sido la de Castiel como humano, que no la llevaron demasiado bien, aunque tuvo sus puntos. Aunque desde el momento en que Castiel, en una escena que a mí me pareció impresionante, robó una gracia, él moló muchísimo más: verlo enfrentarse a Metatron, ayudar a los Winchester y verse obligo a ser el líder que no deseaba ser, fue mucho más interesante que verlo resolver casos como humano.

¡Un Castiel salvaje (y en calzoncillos) apareció!
No, esta captura no es casual, xDD.

La verdad es que Metatron ha sido un malo que me ha gustado, era un manipulador cabrón que estaba siempre un paso por delante de todo dios (jia, jia, qué gran chiste) y cuyas motivaciones eran más complejas de lo que suelen ser las de los villanos de esta serie. Metatron no quería dominar el mundo, ni desatar el Apocalipsis, así, porque sí, sino que quería suplantar a un Dios creyendo que lo haría mucho mejor, a cambio de ser adorado como lo es éste. No sé, me ha parecido muy interesante todo lo que ha hecho con los ángeles y como ha obligado a los demás a representar papeles en su obra. Además, era tan maquinador que, sin ser físicamente amenazante, conseguía infundir respeto y, jolín, qué hostias daba el jodido. Que se carga a Dean el muy cabrón, ahí, a lo navajero. Sí, lo sigo flipando.

Es que, vamos, Dean logró cargarse a Abaddon y no ha podido con Metatron. WTF?! Lo voy a achacar a que estaba puteado por la marca, en plan aceptamos pulpo como animal de compañía. Además, como ya he dicho antes, me parece interesante ese giro para Dean, pese a que ya hemos tenido a Sam sin alma, ya que Dean lo que más ha temido siempre ha sido convertirse en demonio, sobre todo tras su estancia en el Infierno y lo que hizo ahí.

A mí esta imagen me dejó a cuadros, en plan:


Yo creo que, por un lado, va a ser horrible, pero por otro lado puede molar cantidad. Encima, ¿no es súper épico que Castiel y Dean sean un ángel y un demonio? Sobre todo tras que Castiel haya estado tan romanticón en los últimos episodios, primero renunciando a su ejército por Dean y luego cuando Metatron ha confirmado que todo lo que ha hecho Castiel ha sido para salvar a Dean. En serio, es súper bonito.

Y, sí, quien no se consuela es porque no quiere, xD.

La carita que se le queda a Cas cuando Metatron le dice que Dean ha muerto. Ainss.
Eso es canon, no me fastidiéis.

La verdad es que tras toda la interactuación Dean-Castiel en la octava, esta novena hemos tenido muy poco y ha sido un pelín decepcionante en ese sentido. Es cierto que, como he dicho arriba, me ha gustado que hayan junto a Dean con Crowley y, durante un episodio, el equipo de Castiel y Gabriel moló, pero hubiera preferido más Destiel. Es que, encima, nos juntaban a Castiel con Sam y, sinceramente, meh.

De cara a la décima sólo nos han dejado el tema de Dean transformado en demonio por la marca de Caín y con Castiel muriéndose a medida que se le va gastando la gracia robada. No sé qué harán exactamente, pero la cosa promete y, sí, estoy haciendo un arduo esfuerzo para no ponerme a imaginar posibles tramas Dean y Cas, que es difícil, ahí con los dos haciendo lo que sea para salvar al otro y tal.

Por lo demás, comentar que me ha gustado que, aunque ha habido episodios de relleno, por lo general han molado y, encima, nos han traído a un montón de secundarios como Charlie, Garth, la señora Tran, la sheriff o, mi favorito, Gabriel. En serio, traed de vuelta a Gabriel y Balthasar, si son los ángeles que más molan junto a Cas y, encima, Sebastian Roché está pululando por la CW esta temporada.

¿Qué nos deparará la décima?

PD: Por cierto, tanto el Hiddleston salvaje (que ha aparecido dos veces, xD) como el Castiel salvaje me han confundido tanto que me he atacado a mi misma y se han escapado. Cachis... Shame on me!

miércoles, 21 de mayo de 2014

En blanco y negro: Capítulo 36

La semana pasada me salté subir el nuevo capítulo, ya que me centré en las series que terminaban, pero hoy ya tengo nueva ración y, encima, estoy segura que os va a encantar. Así que, nada, os dejo con el capítulo 36, En una torre de cristal.

Mientras los demás se reúnen en Londres, Ariadne se despierta en una celda y Deker sigue apresado en la torre de su familia. Sin embargo, ninguno de los dos son de los que se quedan quietos a esperar su destino. ¿Lograrán escapar?


Espero que hayáis muerto de amor y que os haya gustado y esas cosas. Ya sabéis, que cualquier comentario que me hagáis me dará la vida y demás :3

En dos semanas, más.

Próximamente: Padres e hijos.

martes, 20 de mayo de 2014

Sobre Ollicity, la decisión de Thea y otras cosillas de Arrow

Nueva entrega de "las season finales me matan a disgustos y feelings y escribo en el blog para desahogarme". Hoy: Arrow. Y si habéis visto el último episodio, estoy segura de que me comprendéis ;P

La cuestión es que Arrow sería una serie que lo petaría si estuviera en otra cadena, pero la CW es considerada una cadena menor (y yo que me veo casi toda su parrilla, qué cosas) y Arrow no rompe la pana como otras. Lo peor es que debería pues en esta temporada ha demostrado que sabe lo que se hace, que es muy buena, no tiene miedo a llegar hasta el final y no quema trama a todo trapo como otras (cof, cof, The vampire diaries, cof, cof).

"My name is Oliver Queen. After five years in a hellish island..."
Si los episodios empiezan así, mi entrada también.

Durante los 23 episodios de esta segunda temporada, los guionistas de Arrow nos han contado una historia completamente nueva: superada la amenaza de Malcolm Merlyn, nos han traído un nuevo villano, mientras los personajes lidiaban con las consecuencias de todo lo acontecido en la primera temporada. Así, Oliver intentaba ser un justiciero sin asesinar para honrar a Tommy, Moira se enfrentaba a un juicio nada favorable, Thea dejaba atrás el papel de adolescente porculera, el detective Lance comprendía que el justiciero no iba a ninguna parte...

Y luego estaba Laurel, que es harina de otro costal.

A Laurel no sólo le ha pesado un error de casting, no porque Katie Cassidy sea mala actriz, que no lo es, sino porque su química con Stephen Amell es nula y, dado que su perfil de personaje era la chica, la dejaban en una posición... extraña. De hecho, Laurel ha estado toda la temporada más perdida que Marco el día de la madre, mientras iba provocando una tirria desatada. En serio, ¿quién no le ha deseado a Laurel que se muriera (entre terribles sufrimientos) o se fuera a la mierda un poquito?

Alguien debería iniciar una campaña de crowfunding para que Laurel se coma un par de cocidos, que los necesita.

Sin embargo, de cara al final los guionistas han conseguido redimirla hasta el punto de que en esa macro season finale, que han sido los últimos cuatro episodios, ha molado muchísimo. Es curioso porque cuando Slade le cuenta la verdad sobre Oliver, yo pensaba que iba a dar por saco, pero no, le ha servido de revulsivo al a apoyar a todo el mundo y a ser, al fin, una chica que tiene un lugar en Starling City y que, aunque no tiene las capacidades de los demás, es capaz de actuar con decisión, en vez de abandonarse a las pastillas y a dar por saco.

La cuestión es que Laurel es el mejor ejemplo de que los guionistas de Arrow saben entonar el mea culpa y pulir los aspectos que chirrían.

Slade, por otro lado, es el ejemplo de que saben lo que se hacen, de que nada ocurre al azar y de que no les tiembla el pulso a la hora de crear amenazas. Porque Slade ha sido toda una amenaza y en más de un sentido: no sólo era un ser despiadado que no dudaba en atacar, sino que era el maestro de Oliver y eso tenía el factor emotivo-cruel que suele hacer que todo mole más. De hecho, ha sido tan inteligente como retorcido y cruel que nos lo presentaran como el amigo de Oliver en la isla para, después: ¡sorpresa, es el nuevo malo y te acaba de pulverizar la patata!

Ese momento en que comprendes que Slade es el nuevo malo, maloso y te quedas:


Y Slade ha sido un malo cojonudo, que ha llevado a los personajes al límite con sus acciones, en especial con el asesinato de Moira Queen, que probaba que, de nuevo, nadie está a salvo en Starling City. De hecho, en muchas series se mata a un personaje para dejar claro que la muerte es real (Vicky en The vampire diaries, John en Supernatural, El cazador en Once upon a time, etc.), pero luego la amenaza no es tal y siempre puedes refugiarte en que, de algún modo, todo se solucionará. Por eso, la muerte de Moira no sólo ha sido un catalizador, sino un recordatorio de que la gente muere de verdad, algo necesario tras tantas resurrecciones.

En serio, ¿alguien que ha muerto en la isla, lo ha hecho de verdad? Por cierto, ya que estoy con el tema isla: joder, esa (hellish) isla abandonada es la más ocupada del mundo mundial. Yo tengo la teoría de que hay un Mercadona, un Ikea y demás.

Ahora en serio, la muerte de Moira fue el catalizador que Thea necesitaba. A veces, durante la temporada, daba la sensación de que Thea se encontraba ahí sin rumbo fijo. Ojo, no me entendáis mal, he disfrutado mucho con Thea esta temporada, ha madurado muchísimo y la hemos visto brillar y cuidar de los demás. Pero, a diferencia de otros personajes, no parecía tener trama propia, ni dirigirse a ningún lado, sólo darle la réplica a Roy y ser hija y hermana. En ese sentido, se parecía a Laurel, aunque con mejores resultados, pues las dos parecían seguir en la serie por mera inercia y no porque tuvieran algo que contar.

Eso sí, la diferencia ha radicado en que Thea ha crecido y no resultaba odiosa, todo lo contrario, pues gracias a decisiones ajenas a ella siempre acababa mal. Así, hemos visto a la pobre Thea convertirse en la mártir de Starling City al recibir una hostia tras otra, sin tener algún tipo de defensa, pues todo el mundo se empeña en mantenerla en la ignorancia.

Thea sufriendo... la verdad es que es difícil no pillarla sufrimiento desde hace unos episodios.

La muerte de su madre fue sólo el último golpe de una larga lista: la traición de Roy, el descubrir que era hija de Malcolm Merlyn y que su familia se lo ocultó, incluso que Isabelle Rochev le quitara lo único que era suyo. Por eso, es más que comprensible que decidiera huir lejos de todo, pero como la pobre muchacha tiene el don de la oportunidad, acabó atrapada en el caos que creó el ejército de Slade, del cual le salvó su padre biológico. Y una nueva mentira por parte de Roy fue la gota que colmó el vaso, mandarlo todo a tomar por culo y pirarse con Malcolm.

Y, a ver, yo entiendo que la muchacha esté hasta el gorro y decida pasar de todos. Me parece perfecto. ¡¿Pero en qué jodido plano existencial tiene sentido irte con tu padre el psicópata que daba todo el mal rollo del mundo?! Seriously? WTF, Thea?! WTF?!



Quiero decir, yo entendería que te fueras con John Barrowman al infierno, a un restaurante de los que tiene que salvar Chicote o a la casa de Gran hermano, pero es que Malcolm parecía sacado de un jodido psiquiátrico. En serio, yo no lo comprendo, sobre todo teniendo en cuenta que es su padre y no un maromo al que tirarse. Yo estoy muy enamorada del Barrowman, ¿vale?

Eso sí, me muero de curiosidad por saber qué va a pasar con Thea en la tercera temporada. Pero muero, en serio. Aunque también me asusta que acabe convertida en la nueva villana... lo que sería tan horrible como molón... y acabaría volviendo a Ollie loco de remate.

Por cierto, tampoco entiendo la manía que tiene Oliver de callar cosas. Tío, ¿no ves que no funciona? Quiero decir, Thea no sabía nada y las ha pasado más putas que Caín, no sé, llega un momento en que hay que hablar, Ollie. Damn it!

Sí, Damon, opino exactamente lo mismo que tú.

Del resto diré que Sara fue una grata sorpresa y que acabó gustándome, pese a que la actriz no me termina de convencer; que debo estar fatal porque el psicópata del parche en el ojo me mola un huevo y verlo trabajando con Dig fue guay; que estoy enamorada de Barry, mucho; que espero que a Lance no le pase nada malo, pobrete, que lo ha pasado muy mal; que nunca nadie me ha provocado tantas ansias asesinas como la niñata de Isabel Rochev (en serio, sus motivaciones de villana eran lo más ridículo posible, parecía sacada de una serie de adolescentes) y que no entiendo por qué alguien puede votar a un tal Sebastian Blood como alcalde. No me digáis por qué, pero ese nombre rezuma maldad por cada una de sus letras ù_ú

Vamos, que Arrow ha molado un huevo, que se han superado y que estoy deseando ver la tercera temporada.

Y ahora es cuando empieza la queja. Perdón. La Queja, así, con mayúsculas y en negrita porque, joder, putos guionistas, que panda de cabrones manipuladores. ¡No os lo voy a perdonar fácilmente, eh, que ha sido toda una hostia en la cara!

La cuestión es que cada día está más claro que Oliver y Felicity belong together. Así, sin más, es un hecho tan indiscutible y tan claro que hasta Jon Nieve lo sabe. Pero, claro, ¿cómo vamos a liar a la parejita a la primera de cambio? Vale, lo respeto, prefiero que tarden en liarse a que empiecen a romper y volver. De hecho, me he estado tomando con filosofía el que Oliver se tire a cualquiera menos a Felicity, incluida a la Rochev, que me da mucho repelús la jodida.

OTP.

Porque, bueno, al fin y al cabo Oliver está en plan "como soy un héroe no puedo estar con nadie de verdad, bla, bla", lo que vendría a decir: Felicity, te amo con la fuerza de los mares y el ímpetu del viento, pero temo que un loco psicópata te haga daño porque te quiero. Sí, en mi imaginación Oliver Queen canta baladas españolas de toda la life. Eh, no es por nada, pero es bastante factible que en esa isla haya una gasolinera con casetes de Camela y de Raphael y demás.

Total, que nos hemos tirado toda la temporada con Oliver aferrándose a Sara a la desesperada y a la pobre Felicity suspirando por él. Y, lo dicho, me lo tomo en plan zen porque he visto demasiadas series como para no saber de qué va la cosa.

Pero entonces llega Unthinkeable, el final de temporada, el enfrentamiento final con Slade y Oliver lleva a Felicity a su casa y le dice que Slade se ha equivocado, que no ha atrapado a la mujer que ama y que la quiere a ella. Así, mirándola a los ojos, súper apasionado, súper bonito todo. Total, que tú, en tu casa, lo flipas porque, ¡coño!, ¿tan rápido ocurre? ¿En serio?

 "Slade cogió a Laurel para matar a la mujer que amo... Cogió a la mujer equivocada."

"Oh..."

Tú, en tu casa: Espera... ¿esto está pasando de verdad?

Y luego ya mueres de amor.

Lo malo es que, claro, no todo iba a ser tan bonito, no, todo lo contrario. Porque, después, ves que todo era una triquiñuela de Oliver para engañar a Slade y que Felicity le chute la cura. Un engaño que los cabrones vendieron tan bien, que es como si cogieran un cuchillo oxidado, te apuñalaran la patata, te echaran sal en la herida y luego te obligaran a escuchar a Taylor Swift y Justin Bieber. Sí, soy súper gráfica, lo sé.

Y, claro, tú acabas sufriendo la siguiente digievolución:


Imaginemos que Loki es un guionista, ¿vale?



La cuestión es que tras idear mil maneras de torturar a los guionistas, que estarían riéndose malignamente en sus casas, acariciando a sus gatos con las manos llenas de anillacos, mientras fumaban puros y bebían coñac, yo me di cuenta que, vale, era un golpe bajo y rastrero, peeeeero no era un engaño. Me niego a considerar que todo era mentira. Venga ya, es Oliver Queen, no un ganador de un Oscar, no puede actuar tan bien. No, ni de coña. Además, cuando Felicity comenta que casi se lo creyó (en serio, pobrecita, ¿hacía falta hacerle ESO?), él no dice nada. Y todo el mundo sabe que quien calla otorga, eso es así.

Vamos, que yo sigo con mi interpretación (completamente correcta) de que Oliver está enamorado de Felicity, que, por cierto, es la puta ama (y una bitch with WiFi), y que está empeñado en mantenerla alejada para protegerla. Lo que, de nuevo, es una idiotez porque NO funciona. Es que, vamos, el hombre es el animal que tropieza dos veces en la misma piedra y Oliver Queen el que tropieza siempre.

Ay, Ollie, en serio, espabila un poco, que si no va a llegar Barry y te la va a quitar in the blink of an eye. Sí, lo sé, ha sido un chiste penoso, pero no he podido resistirlo.

Para despedirme por hoy, sólo me falta comentar que el trailer de The Flash mola un cojón y medio y estoy deseando ver a Barry en acción. Mucho love por Barry, que es la monada hecha chico. Hay que ver el cambio que ha dado desde Glee, ¿eh?

domingo, 18 de mayo de 2014

La ausencia de Rebekah

The Originals ha terminado su primera temporada y, siguiendo la racha de todas las series que veo, lo ha hecho con un señor episodio. Sin embargo, antes de comentar el final de temporada propiamente dicho, sí que me gustaría hablar de la serie en general.

Porque The Originals ha tenido una estructura diferente a la de su serie madre, donde cada temporada nos contaba una historia. Aquí, han ido creando arcos argumentales que iban cerrando y abriendo a medida que los episodios transcurrían. Eso ha tenido una cosa buena: el ritmo no se ha resentido, siempre han ocurrido cosas y se ha avanzado con rapidez, habiendo poco momento para el relleno puro y duro que no iba a ninguna parte.

Sin embargo, también ha tenido una cosa mala: la irregularidad de sus arcos. Mientras que los ha habido de lo más acertado (La Cosecha, el arco protagonizado por Rebekah y la traición que cometió tiempo ha), también ha habido otros que no han funcionado como deberían. Curiosamente el que peor ha terminado resultando ha sido el último, el que dio comienzo con la salida de Rebekah de la serie, lo que no deja de ser curioso, pues The Originals arrancó de verdad con su llegada.

Ay, Rebekah, lo que te echo yo de menos.

Y es que Rebekah es el personaje más logrado de todos, pues puede ser una badass y una manipuladora y un montón de cosas que los demás personajes pueden ser, con algo que la diferencia de los demás: tiene corazón. Rebekah era el corazón de la serie, la chica que deseaba ser amada y formar una familia y que siempre se dejaba llevar por sus emociones, lo que ayudaba a que todo encajara mejor. No sólo era un elemento muy interesante a la hora de desarrollar las relaciones entre los hermanos Mikaelson (la complicada relación con Klaus y lo que le suponía a Elijah lidiar con ésta última), sino que siempre estaba dispuesta a ayudar a las chicas (era la única amistad de Hayley y no dudó en salvar a Davina, pese a que ésta no despierta mucha simpatía) y, lo que es más importante, daba sentido a Marcel.

Porque Marcel funcionaba muchísimo mejor como hombre enamorado de quien no debía que de cabecilla de una revolución que, a todas luces, no iba a funcionar. De hecho, era bastante cansino y penoso verlo intentando derrocar a Klaus y llevando, una vez más, a todos sus hombres a una muerte segura. Gran líder donde los haya, sí, no es como si desconociera el hecho de que Klaus es inmortal de verdad.

Bueno, a decir verdad, las luchas de poder entre los distintos seres eran una desesperación pues todos actuaban como niños pequeños: yo quiero dominarlos a todos, voy a joderlos vivos, oh, qué malos son que me joden a mí.


Por eso los dos últimos episodios han mejorado tanto, porque se han dejado de peleas por el control de la ciudad para volver a ponerse emotivos, que es lo que mejor les funciona. Pues ver la lucha por salvar a bebé ha sido tan angustiante como efectiva, al igual que el plan de Francesca y las brujas para llegar a esa situación, dando un gran giro que convirtió el penúltimo episodio en un gran episodio y no otro meh, como los que nos venían dando.

Además, con esta nueva situación se ha puesto al trío Elijah-Hayley-Klaus como los auténticos héroes (o antihéroe en el caso de Klaus) de la función, mientras que el resto de personajes no dejan de ser una panda de porculeros que no interesan más mínimo y a los que les deseas la muerte. En serio, ¿se puede odiar más que a las brujas de The Originals? Sobre todo desde que Monique volvió a la vida y se dedicó a pasearse por Nueva Orleans con cara de zorrona y mandando como si estuviera por encima de todo. Yo casi tiro fuegos artificiales cuando Marcel se la carga.




Y, aunque Monique era la más odiosa con diferencia, ni Genevive ni Davina se salvan de la quema (no he querido hacer el chiste a propósito, lo prometo). Por mucho que Genevive pusiera ojos de cachorrito y dijera que cuanto lo sentía, yo no lo compro por mucho que sus motivos fueran más comprensibles que el tener más poder. Le arrancó el bebé a su madre para sacrificarlo y poder vivir, por lo que ni me da pena, ni siento que Hayley la acabara matando.

Luego tenemos a Davina, que está sin rumbo desde que volvió de la muerte, lo que la hace comportarse de forma un tanto bipolar. Igual que le ocurre a Cami, otro personaje que no puede importar menos. Por darle tramas a ambas, los guionistas no dudan en hacerlas actuar de forma contradictoria. Por ejemplo, Cami en la finale le da armas a Marcel para que acabe con Klaus, pero luego no duda en ir a llorar delante de él e intentar besarlo. WTF?! Al igual que en un episodio está coladita por Marcel y al otro intenta tener tema con Klaus. WTF?!

Lo único bueno de la venganza de Davina (que yo no entiendo a qué viene tomarla con Klaus sólo, porque salvo Rebekah todos la han utilizado) es que ha traído a Mikael de vuelta, lo que promete darnos un buen arco. Pues, como ya he dicho, la serie funciona muchísimo mejor cuando la trama tiene el factor emocional.

Ay, Klaus, qué mal lo vas a pasar la próxima temporada. Ainss.

La verdad es que las cosas no están sencilla para el trío, pues no sólo han tenido que renunciar a Hope, sino que están en el medio de la lucha de poder (Hayley como realeza de los lobos y ellos como los vampiros más poderosos) y tanto mamá (con su perrito faldero Finn) como papá Mikaelson están en la ciudad con la clara intención de matarlos.

De momento, el último episodio nos ha dejado unas escenas increíbles, las cuales todas tienen que ver con el trío: Klaus intentando salvar a Hayley a la desesperada, Elijah reconociendo que siente algo por ella (a mí ahí se me escapó la lagrimita y todo), la pelea de los tres para recuperar al bebé, la aparición en el último momento de Marcel y posterior reconciliación con Klaus y, sobre todo, la escena de Klaus con Rebekah.

En serio, es aparecer Rebekah en la serie y ésta mejora una barbaridad. Es a un personaje al que echo muchísimo de menos y que demuestra ser clave, pues todo parece encajar a la perfección cuando ella está presente. Sólo hay que ver esa escena entre los hermanos, pese a la traición existente entre ellos y que Klaus no va a perdonar, para comprobarlo. Yo si fuera responsable de The Originals, le daría lo que fuera a Claire Holt para que volviera, pues es muy necesaria.

Si no pongo un primer plano de Elijah, reviento.

Me imagino que tarde o temprano regresará, pues no pueden tenerla siempre escondida con Hope, no cuando pueden dar tanto juego.

Que, por cierto, el personaje de Hayley ha crecido enteros ya no sólo desde que apareció en Mystic Falls, sino desde que se mudó a Nueva Orleans. La determinación que ha mostrado en la finale ha sido asombrosa. A mí me sorprendió muchísimo el que tomara esa decisión con tanta calma, pues lo habitual habría sido que uno de los hermanos lo hubiera hecho y ella se hubiera negado. Pero no, ha tenido claro lo que era necesario para salvar la situación y lo ha hecho. Chapeau.

Además, mola verla de nuevo unida a Elijah tras esos episodios en los que se mostraba pasivo-agresiva con él sin ningún motivo, salvo el de alargar la tensión sexual. Cosa con la que Elijah se apaña solito, porque mirad que nos ha salido parado, ¿eh? La verdad es que se agradece que se tomen con romance con calma, en vez de ir de una pareja a otra y tiro porque me toca, que es el estilo de The vampire diaries. Eso sí, ni tanto ni tan calvo, jolín, que en veintidós episodios sólo hemos tenido un beso. ¡Arg!

Con lo monos que quedan de familia feliz, por favor.

Tras la marcha de Rebekah, llevándose con ella la explosiva relación con Marcel (en serio, añoro muchísimo las escenas de esos dos, eran puro fuego), han sido ellos los únicos que han mantenido el romanticismo en la serie. Porque lo de Cami con los otros dos no hay quien se lo trague.

Por cierto, sigo pidiendo que manden a Caroline a Nueva Orleans. Me faltan de ver los tres últimos de la serie madre, pero es que la pobre ya no pinta nada en Mystic Falls y podría darle a The Originals ese toque de corazón que perdió junto a Rebekah.

PD: Ya sé que hoy tocaba Maromo de la semana, pero con todos los finales de temporada acumulados, he decidido darles prioridad, en plan Especial Season Finales o algo así ;P

viernes, 16 de mayo de 2014

La promesa de Skye

Ayer vi el final de temporada de Agents of Shield y, eh, ¡he sobrevivido! La verdad sea dicha, no ha sido el tipo de episodio que esperaba, pues creía que iba a ser drama por un tubo y mucha angustia y no. Se han decantado por una mezcla de géneros, donde ha primado la epicidad en forma de acción y humor, mientras se cerraba el arco argumental que tenía que ver con John Garrett.

Comparándolo con las películas, ha sido más estilo Los vengadores que Capitán América: El soldado de invierno, que era lo que se venía dando en los últimos episodios.

Y ha molado un montón.

Con Ward siendo uno de los malos, completamente cegado por un Garrett que lo moldeó como si fuera arcilla, el resto del equipo no ha tenido dudas en cómo encararle: como si fuera un villano. En ese sentido, no ha habido angustia, aunque sí ajustes de cuentas: mientras que él sí que parecía debatirse entre si querer conseguir a Skye a toda costa o deshacerse de ella y de la debilidad que, según él, sus sentimientos por Skye le provocaban, ella no ha dudado ni un sólo momento.

Skye es grandeza. Como todas las chicas de esta serie en realidad :3

Skye ya había sufrido por Ward, así que tocaba actuar y, la verdad, es que me ha sorprendido para bien cómo lo ha hecho. Básicamente se ha situado muy por encima de Ward tanto moral como intelectualmente, pues no ha permitido que ni él la apartara de su misión, ni que la afectara. De hecho, en el enfrentamiento dialéctico entre los dos, le ha dejado muy clara su opinión: que era un idiota manipulado por un monstruo.

La verdad es que Skye ha sido uno de los mejores personajes de lo que llevamos de serie y se ha terminado perfilando como una auténtica heroína. Si ya fue impresionante la frialdad con la que reaccionó al descubrir la verdad sobre Ward y como se enfrentó a él, en este final de temporada ha estado maravillosa. Personalmente, me ha parecido todo un acierto y que ha sido hasta reconfortante ver como Skye lograba cumplir su promesa al liberar a Mike Peterson e hijo. Es que me ha molado un huevo porque la serie comenzó con ellos dos, con Skye intentando ayudarle y, al final, ha salvado a ambos, por lo que ha quedado circular y perfecto y de todo.

La última escena con Mike/Deathlock ha dejado muy claro cómo ha evolucionado desde que ingresara en Shield, como lo han hecho los dos tras todo lo que han pasado. La Skye del principio no sólo no se habría acercado a Mike, sino que no le habría dicho que todo lo ha hecho por su hijo, intentando reconfortarle.


Además, sin ser consciente de ello, Skye ha sido uno de los interrogantes de cara a la segunda temporada, pues según Raina (la rarita inquietante del vestido de flores) la auténtica naturaleza de Skye podría ser chunga de cagarse, algo que ya habían dejado caer anteriormente pues lo que se sabe de su pasado es... inquietante. Y por si eso no fuera poco, Raina se reúne con una mano extrañita (por no decir asquerosa y sangrante) que corresponde al padre de Skye. ¡¡OMFG!! ¿Pero esto qué es? ¿De quién es hija Skye? ¿Y será verdad lo de su auténtica naturaleza?

¿Qué Skye puede ser chunga? ¿Qué ESO es su padre? WTF??!

Son cuestiones que pintan interesantes de cara a la siguiente temporada, pues, además, Skye siempre ha sido el personaje con más corazón del equipo, la más luminosa. Por lo que tiene que ser interesante lidiar con sus padres y la oscuridad que, al parecer, les acompañan. Por cierto, con "interesante" quiero decir "nueva trama con la que los guionistas nos torturarán vilmente, pero que molará mil". Es que la otra palabra es más resumida ;P

Volviendo al episodio que nos ocupa, Skye ha formado parte de la trama de acción pura y dura y ha tenido escenas muy molonas, como el enfrentamiento con Ward. Pero si ha habido alguien que se ha llevado el premio en ese sentido ha sido May, pues hoy ha estado sembrada.


En realidad, May siempre ha molado mil, pero es que hoy ha tenido esa pelea contra Ward que ha sido una auténtica pasada. Además, ha sido digno de ver como May le pateaba el culo, pese a que Ward creía llevar ventaja. Me ha gustado mucho que no se haya andado con sentimentalismos con Ward y que haya sido una bruta de cuidado. Si es que esta mujer cuando se pone a repartir hostias, mola lo que no está escrito.

Así animaba yo a May desde casa.

Y así lo celebré cuando ganó.
Eh, después de que Ward casi matara a Fitz-Simmons, remate de su traición, yo ya estaba deseando que alguien le pateara el culo.

Y precisamente ese es otro de los temas que también me intrigan de cara al futuro. Con Garrett fuera del mapa definitivamente, justo cuando Ward empezaba a dudar de él, y éste último detenido, no sé qué harán con él. En una posición difícil está, lo que podría dar mucho juego. Traicionó al equipo sin trampa ni cartón hasta el punto de casi matar a Fitz-Simmons (impresionante la escena del episodio anterior, por cierto), por lo que ya no le queda ningún amigo: no sólo Skye le ha despreciado y May apaleado, sino que Coulson ha dejado claro que es del mismo parecer que la última.

¿Volverá el agente Ward al equipo? Espero que así sea, pues verlo desenvolverse en una situación tan hostil podría ser de lo más interesante para todos: las reacciones, su nuevo estatus, la desconfianza de los demás... Además, me encantaría que abriera los ojos de una vez y viera que Garrett no era más que un loco que tenía miedo a morir, no el salvador que él le consideraba.

¿Tendrán que ver Raina y el padre de Skye con el regreso de Ward? Muchas incógnitas hay en esta trama, así que estoy deseando que salga cualquier información. Pero, de nuevo, deberían aprovechar la situación de Ward y no hacerle desaparecer sin más.


Y, bueno, mi mente de shipper puede formar mil historias súper molonas con Skye. Porque esa historia puede molar mucho, sobre todo cuando en los dos últimos episodios he notado química entre ella y Trip. Quizás se me haya ido la pinza, no lo voy a negar, pero a mí me ha parecido verla, xD.

Por cierto, aprovecho para pedir que Trip se quede en el equipo, algo que parecer que va a ser. De momento no hemos visto mucho de él, quedando en segundo plano por todo el tema de Ward y las reacciones de los demás, pero lo que he visto de él me ha gustado: la conexión con los Comandos Aulladores ha sido guay, al igual que los aparatos retros que iba sacando cual Mary Poppins y, además, es alguien que se ha mostrado alegre y sonriente, algo que se aprecia en el equipo.

Y algo que, puede, sea necesario en el futuro, pues otra de las incógnitas de cara a la segunda temporada es el estado de Fitz. Él y Jemma se han llevado la parte dramática, al estar a punto de morir encerrados en la cámara en el fondo del mar, teniendo una escena de lo más emotiva cuando Fitz, al final, ha reconocido estar enamorado de ella y prácticamente se ha inmolado para salvarla. Ha quedado claro, además, que mientras que él sí que sentía algo romántico, para Jemma era su mejor amigo en el mundo. A mí particularmente la escena me ha encantado, me ha emocionado y me ha gustado mucho ver a Fitz-Simmons protagonizando algo tan duro. Buff, es que esos gritos de Jemma, justo cuando Fitz se ha sacrificado me han llegado a la patata.

Jemma sufre y yo sufro con ella:

Si es que los finales de temporada me van a quitar la vida.
¿Soy la única que flipa al ver a Jabob/Lucy/Jedikah con esas pintas? xD.

Al igual que me ha emocionado muchísimo verla reunirse con los demás, desconociendo el destino de Fitz. Sobrevivir, va a sobrevivir, pero no se sabe en qué condiciones. No sé por dónde tirarán y, la verdad, tengo sentimientos encontrados: por un lado, que estuviera perfectamente recuperado al principio de la segunda temporada sería ir a lo fácil; por otro, es súper cruel que, cuando por fin es el héroe en solitario, lo acabe pagando muy alto.

Que, por cierto, si algo me ha gustado de Agents of Shield es que han contado que cualquiera puede ser un héroe. Quizás Skye, Jemma y Fitz no dan hostias como panes como los otros tres; no son, desde luego, el prototipo de personajes de cómic, pero han demostrado que pueden actuar con valentía y ser héroes a su manera, pues los tres han tenido momentos de ese tipo y han ayudado a los demás.

De hecho, en este final de temporada se han mofado de los clichés en este tipo de historias, usando a Garrett para eso. Garrett, al final, tenía un perfil de malo muy manido: el tío que se muere, lo intenta frenar a toda costa y acaba resultando un psicópata con ínfulas de mesías de un nuevo mundo donde prima la evolución, según su criterio, claro.

Pues bien, en vez de tomárselo completamente en serio, algo que hubiera sido tan razonable como visto, han decidido reírse de los tópicos que le acompañaban: desde los comentarios de Coulson y Fury, mientras Garrett daba el típico discurso de villano, hasta cuando parece que va a volver a dar por culo, en plan "no me habéis matado, pringados" y Coulson lo reduce a polvo. Todas esas escenas han sido grandeza, me he reído un montón, sobre todo con Fury y sus dudas sobre si le habían entendido lo que quería decir o no. Muy genial, de verdad.


¡Como moláis, chavales!

Al menos a mí me gusta mucho cuando una serie, sobre todo de este tipo, tiene esos golpes de no tomarse muy en serio a sí misma. Un poco de humor, de vez en cuando, no viene mal, sobre todo cuando venimos de un arco de lo más dramático. En este caso, arcos, porque llevaban enlazando unos cuantos.

Es curioso, por cierto, que tanto Agents of Shield como Once upon a time, siendo tan sumamente diferentes, hayan optado por finales de temporada similares. Lo digo en el sentido que han sido episodios más distendidos, de cierre y tan entretenidos como disfrutables, mientras sembraban semillas de cara a sus siguientes temporadas. De hecho, ambas series serán emitidas de forma idéntica: dos bloques de episodios seguidos y separados por un parón largo, donde emitirán una serie corta que tiene algo que ver: si en el parón de Once veremos Galavant (un cuento de hadas en clave de comedia musical), en el de Shield emitirán Agent Carter, basado en Peggy Carter, la novia original del Capitán América.

¿Será todo un movimiento para introducir a los dioses nórdicos en Once upon a time? Porque yo, a estas alturas, no lo veo tan descabellado. Mmm, a lo mejor Thor es el true love de Elsa o algo así... Vale, vale, dejo de fliparme. Pero, eh, que conste que entre esas casualidades y que Emily Vancamp interpreta a Shanon Carter (la nieta de Peggy) y a Emily en Revenge y las tres series se emiten en el mismo canal. Ajá, sospechoso... ¿Irán a hacer un crossover a tres bandas? Sí, tengo teorías disparatas por un tubo ;P

Loki: Elsa, coño, deja de cantar el Let it go, que vamos a terminar sepultados de nieve.
Es la forma que tiene ese crossover en mi mente, xD.

Pero, bueno, ahora hablando en serio, sólo quiero decir que Agents of Shield ha terminado convirtiéndose en una de mis series favoritas y que tengo ganas de ver la segunda temporada... o de saber algo de ella, al menos.

Y, sí, sigo pidiendo careo entre Coulson y Loki. Yo de ahí no me muevo y, quizás, por terca, me lo acaben dando ;P