jueves, 21 de mayo de 2015

Jane y sus pretendientes

Creo que no os había contado las maravillas de Jane the Virgin, uno de los estrenos de la CW de esta temporada y que yo vi porque Artemisa me insistió y, además, fue renovada, que queráis que no, es un pro muy grande. Total, que Jane the Virgin mola mil y deberíais verla todos pues, aunque parece una peregrinada cutre de tomo y lomo, en realidad es una comedia divertidísima y con mucho corazón.


A ver, por si no habéis oído hablar de ella, os pongo al día.

Jane Gloriana Villanueva es una chica que tiene las cosas muy claras: está muy bien con su novio, Michael, que además respeta el que no quiera perder la virginidad hasta el matrimonio (promesa que hizo siendo niña gracias a su abuela); tiene un trabajo con el que se está pagando los estudios de magisterio, los cuales está terminando. Vamos, que Jane tiene una vida muy organizada... hasta que un día va al ginecólogo a hacerse una revisión y acaba siendo inseminada porque la doctora tiene un mal día.

Agarraos que ahora vienen curvas. El esperma es de Rafael Solano, el dueño del hotel donde Jane trabaja y con el que tuvo un momento antes de empezar la universidad. Rafael está casado con Petra, que ha querido inseminarse para afianzar un matrimonio que hace aguas. Pero, encima, resulta que Rafael tuvo cáncer y ya no puede tener más hijos, así que dicha muestra es su única oportunidad. ¿Queréis más? Pues resulta que la ginecóloga de Jane, la que lo lía todo, es la hermana de Rafael... que encima mantiene una aventura con su madrastra.


Y, a todo esto, Michael (el novio de Jane, ¿recordáis?) es policía y está siguiendo la pista a un terrible criminal, Sin rostro, que parece que tiene una conexión importante con el hotel de Rafael.

Bueno, la voz en off lo habría hecho mejor, pero bueno yo ni me aproximo a su molonidad.

La cuestión es que, aunque parezca mentira, ni siquiera os he contado la mitad del episodio piloto y, aunque parezca un lío, no lo es. Y es que Jane the Virgin es como una mezcla de homenaje a las telenovelas y una coña de las mismas, así que tenemos mucho giro loco, mucho sentimiento y puteferio fino, pero muy bien contado, en especial por la épica voz en off que nos va contando la historia de Jane y cía. Así, Jane the Virgin es tan divertida como tierna, sobre todo porque tiene mucho corazón y unos personajes geniales.

Porque, encima, aunque los personajes están basados en estereotipos telenovelescos (la heroína, el galán, el tercero en discordia, la mala...) todos ellos se alejan de los clichés y acaban sorprendiendo y resultando muy humanos, a pesar de cumplir con ese rol tan propio de una telenovela. Así, por ejemplo, Jane es la heroína y es buena y generosa y está envuelta en un triángulo amoroso, pero ni es idiota, ni una petarda y desde luego no peca de ser tonta por pasarse de buena. Por todo eso es muy sencillo el comprar la serie, el que te verdad te interese el embarazo de Jane, sus rollos románticos y familiares.


De hecho, creo que el triángulo amoroso de Jane the Virgin es uno de los mejores que he visto nunca.

Bien. Si habéis llegado hasta aquí y no habéis visto la serie, pues dejad de leer y aprovechar que ya estamos finiquitando las temporadas para darle una oportunidad. Porque ahora me toca hablar de ese maravilloso final de temporada que se marcaron y que lo tuvo todo, por lo que habrá spoilers, que una tiene que desahogarse y alabar en condiciones.

Como iba diciendo, el triángulo entre Jane y sus dos pretendientes, Rafael y Michael, ha sido una de las tramas más importantes de la temporada y, además, ha estado tan bien escrito que las reacciones de Jane no sólo eran humanas, sino muy comprensibles. Pese a ciertos vaivenes, era facilísimo estar siempre de parte de Jane porque su comportamiento era normal, lógico y desde luego no parecía la típica petarda que va de uno en otro y tiro porque me toca.

Porque las dudas que va desarrollando Jane son muy normales, sobre todo tal y como fueron dando información y escenas. Ella estaba con Michael, pero la conexión con Rafael era poderosa (no sólo fue un flechazo que la marcó, sino que está embarazada de su hijo) y se va enamorando de él, lo que hace que deje a Michael para ser justa con él. Pero, claro, esto es una telenovela y hay que liar las cosas, así que tocaba que Jane volviera a tener dudas sobre su decisión y, de nuevo, era muy comprensible. Rafael no era perfecto, ambos ven la vida de forma muy distinta y, encima, empezaron a mostrar flashbacks de Michael y Jane estando juntos.


Y yo he de admitir que fue precisamente con los flashbacks cuando el galán oficial me perdió. Sé que la serie está claramente orientada a que triunfe el team Rafael, lo sé, pero poco a poco no he podido evitar caer rendida ante Michael.

Por un lado, Rafael me parece que es tan soso como guapo es el actor. Yo no sé si es que Justin Baldoni tiene el carisma de una alcachofa, si es que no es demasiado buen actor o si es que Rafael Solano es un sinsorgas, pero salvo momentos puntuales (el primer beso o la proposición) no he terminado de comprar su posición de galán y de enamorado de Jane. De hecho, ni siquiera me parece que encaje bien con la familia de Jane, como si estuvieran en dos series distintos. Mientras que en el caso de Brett Dier me creo lo sumamente enamorado que está de Jane (creo que no he visto escena más bonita que el flashback del primer “te quiero”) y, encima, cuando lo mezclan con las Villanueva y Rogelio sí que funciona bien, sobre todo con éste último.

Por otro, Michael para ser un tercero en discordia se ha comportado con una clase y una decencia que me ha sorprendido, sobre todo si tenemos en cuenta que al principio parecía que iba a ser un chungo de narices. Pero no. Ha estado ahí para Jane, ha luchado con ella con honor y sin ser tonto y, de verdad, ahora mismo compraría el que Jane decidiera volver con él, sobre todo tras este último tramo en el que Rafael ha sido un lerdo de narices, por mucho que estuviera hecho polvo.


Habrá que ver de cara a la segunda temporada cómo evoluciona el triángulo, aunque espero que siga estando tan bien escrito como ahora. En serio, muchos guionistas deberían aprender de Jane the Virgin porque, pese a ser un triángulo amoroso, ningún personaje era odioso y la protagonista salía reforzada de él. Así sí.

Y si en el plano sentimental Jane the Virgin se ha quedado interesante, en el telenovelesco ni os cuento. Yo no sé con qué flipé más: si con Sin Rostro (grandeza fue el giro de su identidad, aunque ahora ya no vaya a fiarme de Bridget Regan en la vida, un poco encasillada en ser una psicópata que a priori parece inofensiva) llevándose a nuestro Matelio (si Rogelio propuso el mote, para mí va a misa) o con Petra con el corazón roto por la “traición” de Rafael y haciéndose con una segunda muestra de su esperma que ha aparecido en el momento propicio, como buena telenovela que estamos viendo.

Lo menos interesante, al menos a priori, fue el hecho de que Xiomara y Rogelio se casaran, pero las escenas fueron tan divertidas (sobre todo ese despertar con el glorioso "hoy es un buen día para ser Rogelio") que compensa. Habrá que ver cómo resuelven esta trama, que seguro que sorprende, como todo lo que han ido haciendo en Jane the Virgin.


Eso sí, y ya para acabar, me toca darles un pequeño tirón de orejas. Y es que como, ante todo, es una serie muy amable, no terminan de aprovechar el potencial de los secundarios, sobre todo de los de carácter antagónico. Lachlan, Andy, Sin Rostro, la madre de Petra, Milos... todos ellos vienen y van como se les antoja a los guionistas y remueven la situación un poquito nada más. No sé, a veces me quedo con las ganas de que la líen pardísima, aunque, bueno, visto el secuestro del pobre Matelio, no sé si al fin tirarán a arriesgarse más o seguirán con el tono amable.

Y, por cierto, para entretenernos hasta que Jane y cía vuelvan en septiembre/octubre: ¿bajo qué rostro se esconderá ahora Sin rostro, valga la redundancia? Porque a mí esa cuestión me tiene súper loca y no dejo de darle vueltas.

lunes, 18 de mayo de 2015

El señor de las moscas

Hoy os traigo la reseña de un clásico (moderno) de la literatura. Hacía muchísimo que no leía algo que no fuera actual (creo que desde El gran Gatsby, que por cierto no reseñé, a ver si algún día le pongo solución a eso) y siempre había tenido curiosidad por leer El señor de las moscas de William Golding, más que nada porque es el típico que se da en clase de literatura y se compara mucho con series como The 100 (grandeza de serie).

El señor de las moscas nos sitúa en una isla tras que haya habido un accidente de avión, que ha dejado a un montón de niños completamente solos, por lo que deben empezar a cuidar de sí mismos sin la supervisión de ningún adulto. Prácticamente desde el principio, Ralph destaca entre los demás y se postula como líder, pero pronto descubre que el liderazgo y mantener una sociedad no es sencillo, sino todo lo contrario.

La verdad es que no os quiero contar nada más, ya que creo que es mucho más interesante ir leyendo la novela sin tener ni repajolera idea de qué se va a encontrar a continuación. Al menos, yo no tenía ni idea de por dónde iban a ir los tiros y lo disfruté muchísimo. De hecho, El señor de las moscas es una novela que se lee en un verbo y no porque sea breve, sino porque engancha y estás deseando saber qué va a pasar, sobre todo a medida que la historia avanza y la situación se va complicando más y más.

Además, la forma en la que William Golding escribe su obra facilita aún más la lectura. La narrativa es muy fluida, incluso sencilla, lo que hace que parezca una novelita casi infantil, pero no es así. En absoluto. De hecho, El señor de las moscas tiene muchas lecturas y, la verdad, admiro muchísimo cómo la ha escrito William Golding, pues dependiendo de la edad que tengas al leerla, puedes ir comprendiéndola de forma distinta y funciona perfectamente tanto como para un niño como para un adulto.

De hecho, para un lector adulto los personajes representan ideas políticas y formas de ver la vida, que hacen de la lectura algo muy estimulante, sobre todo cuando esas ideas chocan entre sí y cómo reacciona cada personaje, representando lo que representa.

Así, por ejemplo, tenemos a Ralph, que sería la encarnación de la democracia, y que acaba enfrentado a Jack, que vendría a ser el totalitarismo. Pero, al mismo tiempo, también funcionan como tópicos que conocemos de las películas de instituto: Ralph sería el chico majo, el héroe, mientras que Jack es el gilipollas integral al que quieres que alguien le dé una paliza para que se deje de tanta estupidez. Sí, no soy la mayor fan de Jack precisamente, de hecho lo odio muchísimo, que vendría a ser la intención del señor Golding.

Y si William Golding es efectivo a la hora de sembrar cuestiones filosóficas, de hablar sobre política y cómo funciona el mundo, también lo es a la hora de ser novelista. Ya he dicho que El señor de las moscas se lee con facilidad, pero es que encima no sólo la historia está muy bien pensada, sino que está muy bien contada. Logra atraparte desde el principio y luego la tensión sólo va a más y más hasta que tienes que terminar el libro. Esa tensión, de hecho, está muy, muy conseguida y es muy sencillo empatizar con los personajes diseñados para que lo hagas como Ralph o Piggy.

Vamos, que a pesar de lo mucho que había oído hablar sobre El señor de las moscas y las buenas críticas que sabía que tenía, me ha sorprendido muy gratamente. Desde luego, es un libro que volveré a leer algún día y estoy segura que lo disfrutaré como esta primera vez.

El próximo lunes literario estará dedicado a... B de bestias de Sue Grafton.

PD: Sé que últimamente no actualizo el blog tanto como siempre, pero si todo va bien, a partir de mañana estaré más libre. De hecho, mi intención es publicar al menos otras dos entradas esta semana, ya que encima los season finales nos acosan desde la semana pasada.

PD2: Mañana tengo el examen de conducir, ¡deseadme suerte! =D

miércoles, 13 de mayo de 2015

El nuevo Ser Oscuro

Pues la cuarta temporada de Once upon a time llegó a su final y, al igual que en su tercer año, lo ha hecho con un episodio doble un tanto especial. Si el final de temporada anterior fue un guiño a los viajes en el tiempo, el de la cuarta lo han dedicado a una realidad alternativa que mucho sentido tener, no tenía, pero que ha molado un montón.

La verdad sea dicha, en Once nunca les ha importado demasiado el que los temas mágicos tengan sentido o explicarlos, pero como mola, pues se les perdona todo. Más o menos lo que pasa con Teen Wolf, con quien además comparte esquema, por cierto. Sin embargo, también es verdad que este último arco ha tenido todavía menos sentido y lógica del habitual. Por ejemplo, si Emma no tiene oscuridad en su interior porque se la quedó Lily y Emma se quedó la bondad de ésta, no tiene mucho sentido que Emma puede volverse mala. ¿Cómo va a volverse oscura alguien que no posee ni un ápice de oscuridad en su interior?


Aunque, bueno, eso se les habría perdonado, si al menos hubieran tenido los arrestos que los guionistas llevan sin tener prácticamente desde el final de la primera temporada. En ese sentido, les recomendaría que vieran Grimm para que tomaran nota: cambiar la situación, hacer avanzar a los personajes y llevar la trama hasta las últimas consecuencias es posible.

Porque da igual lo que pase, da igual lo que hagan los personajes, que todo sigue igual sin que haya cambios significativos y eso en una cuarta temporada, empieza a oler. Es muy difícil entrar en el juego si sabes que no va a pasar nada, que todo seguirá igual. Por ejemplo, Emma asesinó a Cruella, pero nada ocurrió. Sí, le pusieron ojeras a Jennifer Morrison, que se tiró un par de episodios poniendo cara de mala, pero ahí quedó todo. Emma asesinó, se juntó con Lily (que iba a volverla oscura, según Rumpel), pero sin una explicación decente todo quedó en agua de borrajas.

Por eso, aunque el final de temporada me ha gustado un montón, tampoco quiero emocionarme, pues temo que vuelva a ocurrir lo mismo de siempre y todo quede en nada.

Sin embargo, al César lo que es del César y es muy, muy cierto que se han marcado un season finale estupendo. Ha sido entretenido, divertido, interesante y ha permitido que los actores cambien de registro. ¿Qué no tenía sentido? Pues no mucho, la verdad. Se suponía que todo era para que los villanos obtuvieran su final feliz, pero lo que han hecho ha sido intercambiar los roles: los malos eran buenos. Punto. Sí, había personajes que sí que cumplían con lo que se debía (Rumpelstiltskin siendo valiente, con Belle a su lado y la conciencia tranquila al creer que nunca le falló a Bae; incluso Snow privada de lo único que de verdad le importa: su moral), pero otros tenían un final infeliz un tanto peregrino (Belle es heroína y tenía final feliz, Robin no estaba con Regina pero tampoco era infeliz, la situación de Charming era prácticamente la misma...).


Y entre todo esto al fin han hecho algo molón con Henry, que llevaba mucho tiempo siendo un figurante más. Ha sido el final de temporada de Henry, que ha estado soberbio y ha demostrado que puede ser más que el hijo de las protagonistas. Además, su descubrimiento como nuevo Autor es sencillamente perfecto y tiene mucho sentido.

Habrá que ver si aprovechan que Henry es el nuevo Autor o se limitan a cerrar la trama con la escena en la que rompe la pluma.

De hecho, es que la trama del Autor ha sido la única que ha estado medianamente bien ejecutada en esta temporada 4b con un personaje tan interesante como Isaac, que a pesar de aparecer pocos episodios, ha quedado muy bien dibujado y su comportamiento explicado. Es curioso como tanto con Isaac como con Cruella un par de flashbacks bien escritos les han servido para retratarlos estupendamente bien, mientras que Maléfica no puede estar más desdibujada y desaprovechada.


A decir verdad, lo poco que han ahondado en Maléfica y toda la irritante historia con los Charming ha demostrado que el tema de héroes contra villanos ha sido un fallo como una casa de grande, algo que se les ha ido de las manos. Vamos, es que a mí ya me entraba la risa cuando los Charming se ponían a darle a Isaac clases de moralidad. ¿Perdona? No sois nadie para hacerlo, majos, que habéis demostrado ser un par de cabrones egoístas, no los héroes que os creéis que sois.

Lo único que se ha salvado de esta trama ha sido la parte de Rumpel y precisamente por el giro que ha acabado desencadenando y que puede ser de lo más interesante si lo saben llevar bien y no se arrepienten a los dos episodios.

Cierto es que podían haberlo explicado un poco mejor, pero por lo que yo he entendido, todo el tema del sombrero y librarse de la daga venía dado porque el Ser Oscuro estaba devorando a Rumpelstiltskin y lo iba a matar. De ahí que luego lo intentara con la idea de Regina de encontrar al Autor. La verdad es que así puedo perdonarle un poquito mejor esa caída al lado oscuro (o al más oscuro), como quien dice y, de paso, nos han puesto tanto a Emma como a Rumpel en una posición completamente distinta.


Rumpel sigue vivo, pero ya no es el Ser Oscuro, lo que venía siendo la parte más importante de él, la que le definía. Rumpel se apoyaba en la magia como si fuera su bastón, era el hechicero más poderoso de todos, pero ya no tiene eso. Habrá que ver cómo se desenvuelve sin magia y si la falta de oscuridad logra que lo rediman de una vez. La verdad es que me parece que han tomado una decisión bastante inteligente, sobre todo si desean redimirle, que creo que es lo que toca ya. Si pierde la magia, sigue siendo un personaje valioso (es prácticamente el único listo de Storybrooke), pero al mismo tiempo no existe ese riesgo de que pueda neutralizar fácilmente cualquier amenaza al ser súper mega poderoso.

En el caso de Emma, habrá que ver cómo le afecta ser el nuevo Ser Oscuro, aunque desde ya tiene su gracia que Regina y ella hayan acabado en lugares opuestos a donde empezaron, pero siempre contrarios. Regina ahora sería el personaje más heroico de Storybrooke (la semana pasada obtuvo su final feliz y en la realidad alternativa se comporta como una auténtica heroína), mientras que Emma es el Ser Oscuro.

Y todo esto mientras han introducido un nuevo elemento que explorar. Si en estas últimas temporadas hemos tenido Nuncajamás, El mago de Oz y Frozen, la quinta va a estar centrada en buscar a Merlín, lo que puede molar un montón. Ya sabíamos que Camelot existía, de hecho conocíamos a Lancelot, así que no nos pilla de nuevas, aunque es un buen filón que explotar. Vamos, ya si ficharan a Colin Morgan y Bradley James de Merlín y Arturo, yo estaría dando palmas con las orejas. Sólo espero que el arco de Merlín sea como el de Frozen y no como este último, que únicamente se ha salvado por ese final molonísimo que se han marcado.

Ah, y por cierto, guionistas, así, por terminar la entrada haciéndoos un favor: ¿os acordáis de que tenéis a Will en nómina y que seguimos sin saber cómo ha terminado en Storybrooke?

lunes, 11 de mayo de 2015

El aliento de las tinieblas

Hace ya mucho, pero mucho, tiempo que me compré los tres libros publicados en español de la saga El mensajero de la oscuridad (que recomiendo muy mucho, por cierto) y la editorial fue tan maja de regalarme El aliento de las tinieblas con dicho pedido... y yo ni lo había tocado hasta ahora, cuando me ha dado por ahí. A veces me dan ramalazos de ese tipo.

Total, que no tenía ni idea de qué iba a encontrarme porque, de hecho, ni siquiera había oído hablar del libro (saga, mejor dicho) en cuestión. Y no sé si era porque no tenía expectativas o porque sencillamente mola mucho, pero la verdad es que El aliento de las tinieblas me encantó y, de hecho, ya tengo otra saga que continuar. No, en serio, con el tema libros tengo la sensación de vivir permanentemente en Qué esperar cuando estás esperando. Ainss. Bueno, os dejo de mis idas de olla y os cuento de qué trata la novela:

Cassandra Palmer, más conocida como Cassie, es capaz de ver el futuro y también de comunicarse con los fantasmas, algo que el vampiro mafioso que la crió usaba en su propio beneficio hasta que Cassie decide largarse y ser libre. Tras haber pasado unos meses bastante tranquilos, el nuevo mundo de Cassie se va a la porra cuando su propia esquela le aparece en el ordenador, prediciendo su muerte. Intentando cambiar su destino, Cassie es descubierta y perseguida porque, de pronto, todo el mundo parece quererla. Por eso, no le queda otra que acabar colaborando con el Senado que gobierna a los vampiros en un caso que, poco a poco, se va complicando, mientras un viejo conocido regresa a la vida de Cassie, lo que la hace sentir de una forma que no se esperaba.

No os quiero contar demasiado sobre la historia porque para mí fue una sorpresa continua, ya que Karen Chance acaba llevando a cabo un cóctel de géneros que no puede ser más loco: vampiros, adivinas, magia, romance, viajes en el tiempo, mafias... Vamos, que otra cosa no, pero El aliento de las tinieblas viene muy, muy cargadito de temas, tramas y acción.

De hecho, es un libro donde no dejan de pasar cosas. Cassie no ha salido de una y la pobre ya está en otra. Por eso, es un libro que se hace muy entretenido de leer y que, también, se lee muy fácilmente. Eso sí, creo que también habría agradecido algo de calma de vez en cuando, que a veces tanto problema y situación tensa resultaba un pelín apabullante.

Por suerte, Cassie es una buena heroína. No es perfecta y a veces hace alguna tontería de campeonato que otra, pero es muy sencillo empatizar con ella desde el principio y de hecho cae bastante bien. Y es que Cassie es una mujer de armas tomar, una de esas que intenta salvarse a sí misma y que no necesita a nadie; también es bastante divertida y tiene un montón de salidas que, al menos a mí, me arrancaron la carcajada.

Y mientras que Cassie es una protagonista tan bien definida como escrita, no puedo decir lo mismo del resto de personajes. Creo que a excepción de Billy, un fantasma que acompaña a Cassie allá donde va y que es su máximo colaborador, además de amigo. La verdad es que Billy era un amor y el dúo que hace con Cassie funciona estupendamente bien, siendo mi relación favorita con diferencia.

Y es que Karen Chance empieza a meter personajes a lo loco y no es que se confundan o no los defina, sino que son tantos que tampoco tiene tiempo como para darles algo de profundidad, quedando la mayoría como meros figurantes. En ese sentido, se nota mucho que El aliento de las tinieblas es un libro introductorio, pues la autora empieza a desarrollar su propio mundo, aunque en mi opinión le falta tacto. De hecho, creo que puede resultar un poco apabullante el encontrarse con tanto personaje, regla y dato nuevo, aunque tampoco llegas a perderte.

Precisamente por ese defecto, tengo curiosidad por leer el resto de libros de la saga. A ver si habiendo establecido su mundo de ficción, puede tomarse algo de tiempo para desarrollar a los personajes porque, encima, es que apuntan maneras.

Otro de los aspectos en los que El aliento de las tinieblas es introductorio es en el amor. Sí, prima la acción y los misterios y la locura, pero también hay hueco para el amor y el sexo, aunque en esta primera entrega esa parte es muy, muy pequeñita. Nos presentan al galán, también establecen la dinámica entre él y Cassie, pero todo es muy superficial, al menos de momento. Así que otra cuestión que me crea curiosidad de cara a leer la segunda entrega.

Así que haber si me hago con la segunda parte porque, la verdad, he disfrutado mucho con El aliento de las tinieblas y estoy deseando saber qué nuevas aventuras (y revelaciones locas) le aguardan a Cassie.

El próximo lunes literario estará dedicado a... El señor de las moscas de William Golding.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Vengadores: La era de Ultrón, Joss Whedon, 2015

Pues como no podía ser de otra forma, este fin de semana fui a ver Vengadores: La era de Ultrón, a la que le tenía muchas ganas y eso que intenté que no me pudiera el hype y esas cosas, lo que fue difícil porque la primera moló mucho y luego ha habido otras películas Marvel grandiosas este año.

Pero, bueno, para aquellos que viváis en un zulo (o paséis de los superhéroes... que, entonces, imagino que no estaréis leyendo esta entrada, todo sea dicho), os diré que La era de Ultrón nos trae de nuevo a Los vengadores, ya perfectamente integrados como equipo e intentando acabar con las amenazas que aún quedaban pendientes, es decir, destruir a Hydra por completo y recuperar El centro de Loki que, recordemos, se lo dieron los Chitauri en la película anterior.

Cuando parece que por fin su misión ha llegado a su fin y que van a poder volver a la normalidad, Tony Stark decide examinar El centro de Loki y, sin consultárselo a nadie y con la ayuda de Bruce Banner, también decide usarlo para llevar a cabo un programa que Tony tiene diseñado y que funcionaría para proteger a la humanidad, Ultrón. Sin embargo, Ultrón desarrolla su propia personalidad y la lógica le dicta que la única forma de salvar el planeta es eliminando a la humanidad al completo, empezando, claro está, por Los vengadores. Así, Ultrón acaba aliándose con los gemelos Pietro y Wanda Maximoff, que han sido alterados por El centro de Loki gracias a los experimentos de un miembro de Hydra, el Barón von Strucker.

Y ya no os voy a contar nada más porque La era de Ultrón mola un montón y es mejor que la veáis sin saber qué va a pasar, porque encima tiene giros muy chulos. De hecho, aunque no es que respete demasiado (o casi nada) el canon de los cómics, la forma en la que han enlazado los distintos elementos me ha parecido maravillosa. Por ejemplo, aunque en los cómics sea Hank Pym quien crea a Ultrón, me ha parecido de lo más inteligente que en la película usen a Tony Stark para tal propósito, dado que al primero no lo conocemos en el universo cinematográfico.


Al igual que me ha parecido una pasada lo que han hecho con la Visión. Y, si queréis saber qué es, pues ved la película, que no os vais a arrepentir.

Otro de los aspectos que también me han gustado de La era de Ultrón es que se han permitido ahondar en los personajes que no disponen de película propia. Sí, tanto Tony como Steve Rogers y Thor tienen sus momentos de gloria, pero resulta de lo más refrescante que nos cuenten cosas sobre Ojo de halcón, que en la primera el pobre era más relleno que otra cosa. Al igual que lo es el que, por fin, ahonden un poco en La viuda negra como persona, más allá de espía pateaculos. De hecho, aunque sólo sea porque hemos podido vislumbrar mucha humanidad en Natasha, la relación entre ella y Bruce merece mucho la pena.

También me han gustado mucho los nuevos personajes, que están bastante bien retratados para ser la primera vez que aparecen. Sí, Ultrón no es un villano tan carismático como lo era Loki en la primera entrega (también diré que tener a Tom Hiddleston de predecesor es tener el listón muy, muy alto, vamos, una putada muy grande), pero tanto Pietro como Wanda molan un montón: sus poderes están muy conseguidos (vale, han simplificado los de La bruja escarlata, pero es que también es verdad que lo de manipular las probabilidades es confuso), los retratan enseguida y sus motivaciones son claras; además, su evolución a lo largo de la película queda muy bien justificada, a pesar de que no tengan mucho tiempo en pantalla.

De hecho, y aunque las comparaciones son odiosas, hay que ver cómo ha mejorado Mercurio en la versión Disney/Marvel en comparación con la versión que Evan Peters hizo en X-Men: Días del futuro pasado. Aaron Taylor-Johnson está estupendo, al igual que Elizabeth Olsen, quien creo que ha sido la más grata sorpresa de la película, junto a Ojo de halcón. En serio, es que Clint mola mil en esta película. Palabra.


De hecho, ese es uno de los principales defectos de La era de Ultrón.

Porque, sí, la película mola y es súper entretenida y las escenas de acción son una puta pasada, pero también es cierto que no es una película perfecta y que, de hecho, quizás la anterior entrega es más redonda.

Y es que La era de Ultrón es demasiado. Es decir, que tiene demasiados elementos y, al menos a mí, me dio la sensación de que, a diferencia de la primera, era más una película puente que una cinta por sí misma. Es cierto que Los vengadores vino dada sobre todo por Thor (donde conocíamos tanto a Loki como las motivaciones que le llevarían a intentar conquistar el mundo) y El Capitán América (que nos contaba el origen del Tesaracto), pero era una película que se podía ver de forma independiente y donde todo quedaba más o menos cerrado.

Sin embargo, La era de Ultrón me ha parecido más un preludio a lo que vendrá que una película independiente, como si fuera el puente que uniera las fases 2 y 3 del plan de Marvel para conquistar las taquillas y el mundo, así, en general.


A mí, al menos, me ha dado la sensación de que la película estaba más interesada en sembrar los conflictos futuros (el nuevo equipo de Vengadores, el enfrentamiento entre Steve y Tony que veremos en Capitán América: Guerra civil, las gemas del infinito que protagonizarán la tercera entrega de la saga, el regreso de Thor a Asgard de cara a Thor: Ragnarok...). Vamos, que entre la historia de Ultrón, la presentación de un montón de personajes nuevos y el preparar el terreno para el resto de películas de la fase 3, me ha parecido que La era de Ultrón estaba un tanto sobrecargada, incluso un poquito apabullante, y que, a veces, iba a trompicones. Es como si no estuviera tan equilibrada como sí lo estuvo la primera.

Pero, vamos, que aún así las dos horas y media de película se pasan en un suspiro, ya que la película te atrapa y no te da prácticamente ningún momento de descanso y siempre están sucediendo cosas.

Vamos, que aunque no es tan genial como la primera, mola mil y es una película que recomiendo ver en pantalla grande porque, en serio, es muy, muy impresionante. Otra cosa no, pero esta clase de películas son súper vistosas y merece la pena gastarse el dinero.

lunes, 4 de mayo de 2015

Los tres círculos de plata

Durante una semana las webs donde leo reseñas y demás me bombardearon con unas críticas estupendas sobre Los tres círculos de plata, la primera entrega de una saga de fantasía que había sido escrita por el autor español J. Císter Rubio, que además había sido guionista de varias series españolas que yo había visto como, por ejemplo, Los protegidos o Los misterios de Laura. Total, que era prácticamente una lectura obligada y encima le tenía muchas, muchas ganas porque su sinopsis molaba:

Leo es un huérfano se escapa del orfanato donde vive, sin poder ni imaginar que la huida sólo sería el inicio de una gran aventura, pues no tarda en encontrarse una cosa rara tras otra y, al final, acaba viajando al mundo de Nacta. Eso sí, durante dicho viaje acaba haciendo amigos, pues se topará con las gemelas Layna y Nyx y también con Hermes, todos ellos huérfanos.

Una vez en Nacta, los chicos conocen a Dardo, que no tarda en tomar el rol de mentor y de padre y que los acaba llevando a  la Ciudad de los Tres Árboles, donde la gente como ellos (los Nacta, personas con dones especiales) vive aislada del resto del mundo. Sin embargo, lo que parece un periodo de calma, de familia y de aprendizaje acaba viéndose amenazado por una figura aterradora, el Robador de Latidos, el cual está atacando a gente del entorno de Leo y compañía.

Creo que es bastante evidente que ahora mismo va a venir un “pero”. Porque, sí, viene uno y muy grande y es que, aunque Los tres círculos de plata tenía muy buena pinta, no pudo decepcionarme más. Pese a ser una lectura breve y tener tiempo de sobra, me costó terminarlo la vida. Creo que si no fuera tan terca como lo soy, sencillamente habría pasado a otra novela, pues tenía que obligarme a seguir con su lectura de tan cuesta arriba que se me hizo.

Y es que Los tres círculos de plata está basado en una muy buena idea. Todo lo que el autor, J. Císter Rubio, propone a priori pinta muy bien y me recordaba a esas geniales películas ochenteras de fantasía al más puro estilo Dentro del laberinto o Willow.

Sin embargo, se queda en eso, en una idea buena. Punto.

Pues dicho planteamiento no sólo no está bien ejecutado, sino que carece de alma.

No sé explicarlo, pero durante su lectura, más que considerarlo una novela, me parecía un manual. Todo era frío, artificial y no lograba llegarme, como si la historia estuviera vacía, carente de corazón. Los personajes no podían interesarme menos, no lograba encariñarme con ninguno y encima absolutamente todos ellos me parecieron no sólo tópicos (serán cuatro, pero los roles básicamente son los mismo que los del trío de Harry Potter, por poner un ejemplo), sino muy planos. Creo que a excepción de Hermes, todos me parecían más de lo mismo y, ojo, Hermes sólo destaca porque el pobre es el patetismo elevado al cuadrado, como si el autor hubiera decidido meter a Benny Hill en El señor de los anillos, por ejemplo.

Y, claro, cuando es la típica historia de “la amistad es lo más importante”, pues que le falte corazón sólo hace que sea aún peor.

Pero esa falta de alma no es lo único que tiene de malo Los tres círculos de plata, a la que se le pueden achacar muchos errores de novato. Por ejemplo, es evidente que J. Císter Rubio ha trabajado un montón en el mundo Nacta y su mitología, lo que está muy bien... salvo que se venga arriba y convierta su novela en una enciclopedia sobre todo lo que ha pensado. Está muy bien que sea un mundo rico en detalles, que controle muy bien toda esta nueva civilización, pero hay que alcanzar un equilibrio entre dar información necesaria y bombardear con datos que no interesan a nadie. Ha habido escenas en las que se recreaba explicando cómo cocinar algún plato típico Nacta y, claro, como que no es plan porque básicamente no interesa.

Otro error ha sido el ritmo de la novela, que es irregular cuando poco. Sí, empieza con mucha acción gracias a la fuga de Leo y cómo acaban los cuatro protagonistas en este nuevo mundo, pero después se instala en una monotonía de la que no logra salir en ningún momento. Por supuesto que debe haber cierta rutina, que es necesario que los chicos aprendan cosas sobre su nuevo mundo, pero es que el autor se lo toma con tanta calma que resulta hasta tedioso, a pesar de que sí que hay aventuras y los protagonistas investigan.

Que, por cierto, esa monotonía, esa necesidad de que los protagonistas sigan con su día a día normal acaba resultando un tanto ilógica. Me resultó rarísimo que entre los ataques del Robador de Latidos y lo que ellos empiezan a averiguar sobre los creadores de la ciudad, ni se inmute y sigan durmiendo o yendo a pasear como si nada.

Finalmente, lo que tampoco me convenció fue la narrativa de J. Císter Rubio. Una vez más, me dio la sensación de ser muy artificial. No sé, ni descripciones ni diálogos me resultaban creíbles. La verdad es que no sé explicarlo con mayor claridad, pero ni me gustó, ni me convenció, ni lo compré. No sé, la verdad es que la sensación que se me quedó después de leer Los tres círculos de plata era decepción y que se trataba de un libro muy raro.

Si queréis leer fantasía de autores españoles, no leáis Los tres círculos de plata y buscad a otros autores que los tenemos muy molones. Esta novela no merece nada la pena. Vamos, yo no creo que me haga con las otras partes y eso que no soy muy de abandonar sagas.

El próximo lunes literario estará dedicado a... El aliento de las tinieblas de Karen Chance.

sábado, 2 de mayo de 2015

Frases inspiradoras del mes: Abril 2015

Lo sé, lo sé, debería haber preparado esta entrada ayer, pero estoy de puente y entre unas cosas y otras no paré por casa (¡y vi La era de Ultrón, yey =D), así que no he podido ponerme con el post hasta ahora. Así que, nada, con un día de retraso, pero le damos la bienvenida al mes nuevo con la recopilación de las Frases inspiradoras del día, que son las que están en la esquinita. Y, una vez más, daros las gracias a los que participáis en esta sección, ¡gracias, rebonicos!

Hala, no me entretengo más y aquí os dejo las frases y, como siempre, las azules son las mías y las rosas las que habéis enviado.

"- Oliver, quería darte las gracias y decirte que lo siento.
- ¿Por qué?
- Me volví a meter en un lío y tú le mataste. Has vuelto a matar y siento haber sido yo la que te ha puesto en una posición en la que tenías que tomar ese tipo de decisión.
- Felicity... Te tenía y te iba a hacer daño. No tenía que tomar ninguna decisión." Felicity Smoak y Oliver Queen en Arrow cortesía de Noelia.


"- Y también... creo que estoy enamorada de ti.
- ¿Quieres decir en plan amigos?
- No, quiero decir de verdad. Eres como la persona más guay que he conocido en mi vida y ni siquiera tienes que esforzarte.
- En realidad, me esfuerzo cantidad.
- Eres naturalmente inteligente y no eres como los demás. No me miras la barriga constantemente, me miras a la cara. Y, cada vez que te veo, el bebé empieza a patalear súper fuerte. Creo que es porque mi corazón empieza a palpitar cada vez que te ve.
- El mío también." Juno MacGuff y Paulie "Bleek" Bleeker en Juno (película).

"Dame todo el bacon y huevos que tengas." Ron Swanson en Parks and recreation.

"Treinta y uno de diciembre. Resumen de fin de año: estancias en la cárcel, una; besos lésbicos, uno; kilos perdidos, menos uno; novios perdidos pero luego recuperados tras un importante incidente diplomático; uno; propuestas de matrimonio, una. Una mejora excelente." Bridget Jones en Bridget Jones: Sobreviviré.


"- He ayudado a traer gemelos antes. Terneros. Casi mato a la vaca.
- ¿Cómo sucedió eso?
- A veces, cuando un toro conoce a una vaca, ellos deciden pasar más tiempo juntos…
- ¿Cómo llegaste a estar allí para el parto?" Levi y Cather "Cath" Avery en Fangirl de Rainbow Rowell cortesía de lara91.


"Te diré una cosa: pudimos tener una vida juntos, una vida que te cagas, en nuestro propio rancho. Pero tú no quisiste, Ennis. ¿Y qué tenemos ahora? ¡Esta montaña! Todo se basa en eso. Es lo único que tenemos. Nada más. Y espero que sepas eso, aunque nunca sepas el resto. Cuenta las pocas veces que hemos estado juntos en casi veinte años. ¡Mide la puta correa con la que me atas y luego pregúntame por México y dime que me vas a matar por algo que no me das casi nunca!" Jack Twist en Brokeback Mountain.

"Debería haber sabido que algo así iba a ocurrir. Cada vez que me fiaba de alguien, me traicionaba; cada vez que me enamoraba de alguien, moría. Dado que él ya estaba muerto, supongo que la regla seguía cumpliéndose." Cassandra "Cassie" Palmer en El aliento de las tinieblas de Karen Chance.

"- ¿Zhu Li? Hay algo que necesito ensamblar antes de que despeguemos.
- ¿Ensamblar a qué?
- Necesito ensamblar este anillo a tu dedo. Zhu Li Moon, ¿harías esa cosa durante el resto de nuestras vidas?
- Sí.
- ¡Sí! ¡Ahora ensamblemos estos depósitos de óxido apenas funcionales a una máquina asesina gigante!
- ¡Es justamente como me imaginaba nuestro compromiso!" Varrick y Zhu Li en Legend of Korra.

"- ¡Oooh, tía! ¿Qué vamos a hacer con el cadáver del arcón?
- Muy fácil: lo pondremos en el sótano, con los otros.
- ¡Ah, bien! Con los otros... ¿Otros? ¡¿OTROS?! ¿Cuándo dices "otros" quiere decir "otros"? ¿Más de un "otros"?" Mortimer Brewster y su tía en Arsénico por compasión.


"- Amo a mi marido, pero ese juez tiene un revolcón, hasta puede que un par de ellos.
- ¡Doctora, por Dios!, un revolcón. Se ve que el trato con los osos la ha asalvajado. Un revolcón, yo creo que por lo menos hay para un par de días sin salir de la cama." Doctora Takchenko y Amaia Salazar en Legado en los huesos de Dolores Redondo cortesía de Iaya.


"- No lo entiendo, ¿por qué no me obedeció?
- Es que, obedecer por obedecer, así, sin pensarlo... Eso sólo lo hacen gentes como usted, Capitán." Capitán Vidal y Doctor Ferreiro en El laberinto del Fauno.

"La vida de una mujer es nueve partes de suciedad por cada parte de magia... y a menudo la parte que parece mágica es la más sucia de todas." Cersei Lannister en Canción de hielo y fuego II. Choque de reyes de George R. R. Martin.

"Gatsby compró esa casa sólo para tener a Daisy al otro lado de la bahía." Nick Carraway en El gran Gatsby de F. Scott Fiztgerald.


"No, no tenía motivos para soñar. En aquel mundo, cada paso se cobraba inimaginables esfuerzos, acarreaba dolores tremendos. Los tiempos pasados no regresarían. Aquel mundo maravilloso y magnífico había muerto. No existía ya. Y no tenía ningún sentido pasarse la vida echándolo de menos.
Tenía que escupir sobre su tumba y no volver a pensar en él." Artyom en Metro 2033 cortesía de Xymeeforyou.


"He hablado con un embajador de Naciones Unidas. Y Gloria Estefan. Uno de los dos detendrá la deportación. Más probablemente Gloria Estefan." Rogelio de la Vega en Jane the Virgin.

"La flor que crece en la adversidad es la más hermosa de todas." Emperador en Mulan.

"No sería lo que yo haría. Primero los dulces y las flores, luego las cartas de disculpa y a continuación las hordas de demonios rapiñadores. En ese orden." Jace Wayland en Cazadores de sombras I: Ciudad de hueso de Cassandra Clare.

"Ya podía todo este sistema eléctrico estar ardiendo, que yo no podría ni abrir el grifo de la cocina sin rellenar el impreso 27B/6." Harry Tuttle en Brazil.

"Intento abrir las puertas de madera con el culo, mientras me peleo con el paraguas para cerrarlo, y en ese momento un pijo que va peinado como un surfero aprovecha para pasar. Se da un golpe con mi paraguas y me lanza una mirada de desprecio como si 1) su falta de paciencia fuera culpa mía, y 2) fuera mi paraguas lo que lo ha empapado, y no la lluvia." Anna Oliphant (narradora) en Un beso en París de Stephanie Perkins.

"Es como si toda mi vida la gente me hubiese dicho: ¡eres un zapato, eres un zapato, eres un zapato, eres un zapato! Y hoy me he preguntado por primera vez: ¿y si no quiero ser un zapato? ¿Qué pasa si quiero ser un bolso o un sombrero? ¡No, papá, no quiero un sombrero!" Rachel Green en Friends.

"No pretendíamos ser superhéroes, pero a veces la vida no sale como uno la planea." Hiro Yamada en Big Hero 6 (película).

"Las cosas interesantes siempre son las más peligrosas también. Y sin embargo, hay que llegar hasta el fondo." Olivia "Liv" Silber en Silber. El primer libro de los sueños de Kerstin Gier.

"Los recuerdos te ayudan a seguir vivo. Aunque duelan. Pero si te dejas llevar por la nostalgia... estás muerto." Salvador Martí en El ministerio del Tiempo.

"Cuando alguien a quien queremos muere, es lógico estar triste un tiempo, el que necesites, de verdad, pero... No puedes guardarte todo el amor que le dabas a esa persona porque el amor no vale nada, si lo guardas para ti mismo." Andy Brown en Everwood.

"- ¿Has estado en algún barco de gambas?
- No, pero he estado en un barco de personas." Bubba y Forrest Gump en Forrest Gump.

"El amor y la muerte son los goznes sobre los que gira toda emoción humana. Lo que hacemos por nosotros muere con nosotros, lo que hacemos por los demás sobrevive." Hannibal Lecter en Hannibal (serie).

"La mayoría de odio se basa en el miedo, de una forma u otra. Sí. Me envolví en la ira, con una pizca de odio, y en el fondo de ello todo era un helado centro de puro terror." Anita Blake (narradora) en Anita Blake 1. Placeres prohibidos de Laurell K. Hamilton.

"¿Dices que no tengo un proyecto? ¡Sí que tengo un proyecto! Encontrarla y casarme con ella." Ed Bloom en Big fish.

"Una mentira es una gran historia que alguien arruinó con la verdad." Barney Stinton en How I met your mother (Cómo conocí a vuestra madre).

"De hecho, Rincewind no volvió a hablar con aquel árbol concreto, pero de aquella breve conversación surgió la base de la primera religión arbórea que, con el tiempo, invadió todos los bosques del mundo. Su dogma de fe era el siguiente: un árbol que fuera un buen árbol, que llevara una vida limpia, honrada y recta, tendría una existencia futura tras la muerte. Y si era muy buen árbol, eventualmente se reencarnaría en cinco mil rollos de papel higiénico." La luz fantástica de Terry Pratchett.


Y como en cada entrada de esta sección, esperar que os hayan gustado y recordaros que, si lo deseáis, podéis participar y que, de hecho, estamos encantadas con que nos mandéis vuestras citas favoritas ^^ Para participar, simplemente tenéis que hacernos llegar la frase inspiradora en cuestión (junto a la procedencia de la misma) a través de uno de estos medios:

A) Dejarla a modo de comentario en cualquiera de las entradas de Frases inspiradoras del mes.

B) Enviarla a nuestro correo: epic.us.blog@gmail.com

C) Dejarla en el muro de nuestra página de feisbuk y, de paso, si os apetece y eso, regalarnos algún like ;P