martes, 11 de octubre de 2016

33 razones para volver a verte

Hace algún tiempo me llevé una muy grata sorpresa con Llévame a cualquier lugar de Alice Kellen, el cual disfruté de principio a fin y todavía hoy lo recuerdo con mucho cariño. Por eso, cuando me enteré de que la autora había sacado una novela nueva, no dudé en que tenía que hacerme con ella y por fin he podido leer 33 razones para volver a verte y he vuelto a quedar encantada con la historia que nos presenta Alice Kellen.

Siendo niña, Rachel se hizo amiga inseparable de Mike, Jason y Luke, aunque al ir creciendo se acaba enamorando de Mike. Sin embargo, cuando están a punto de ir a la universidad, todo se tuerce para Rachel, pues en la misma noche en que Mike la traiciona de la peor de las maneras, su padre muere y se ve obligada a dejar sus proyectos a un lado para mudarse con el único familiar que le queda. Cinco años después, Rachel trabaja como escritora de novelas románticas, ha vuelto a la ciudad, pero está sola y feliz de estarlo, además.

No obstante, la pequeña vida que ha construido junto a su gato Mantequilla amenaza con derruirse cuando le comunican que tiene que abandonar el barato apartamento en el que vive. Al buscar uno nuevo, Rachel da por casualidad con Jason, que se empeña en que Rachel vuelva a sus vidas y, por eso, Rachel tiene que reencontrarse con Mike, que parece dispuesto a conquistarla de nuevo, aunque Rachel no se lo piensa poner nada fácil.

Una de las cosas que más me gustaron de 33 razones para volver a verte es cómo está planteada la historia de amor. Al ser una historia romántica, está claro que tenía que ser el aspecto más trabajado, pero me gustó mucho que el principio estuviera dedicado a cómo Rachel conoce a los chicos, se va enamorando de Mike y, al final, surge el conflicto que cambia por completo a Rachel. Es decir, no sólo no tenemos una historia de esas de amor a primera vista, sino que es una relación profunda y real y, encima, se comprende a la perfección la evolución de Rachel y por qué en la actualidad tiene tantos problemas de confianza y semejante conflicto con Mike.

Porque encima, aunque la narración es en tercera persona y va explicando los sentimientos de todos los personajes, la historia la lees desde la perspectiva de Rachel y no sabes ni los motivos de Mike, ni qué oculta, aunque está claro que algo pasa con él casi desde el principio. Así que ese continuo tira y afloja de los dos, en el cual Rachel quiere seguir odiando a Mike, pero al mismo tiempo se ve atraída hacia él, se comprende.

De hecho, me gustó mucho cómo la autora trata a Rachel, ya que podría o haber sido una pavisosa sumisa o una petarda, pero logra encontrar el equilibrio perfecto entre la chica herida que sencillamente no puede confiar tras todo lo que pasó y la chica divertida y dulce que era antes de que toda su vida se fuera al garete. Porque encima es lo suficientemente justa como para recuperar su relación con Jason y Luke y acabar dándole una oportunidad a Mike al ver que hay cosas en su historia que ella no sabe.

Y me gustó que, además de la relación romántica, se establecieran otras y se trataran temas más profesionales, ya que les daba a los personajes otra dimensión. Rachel no es sólo la chica que tiene sentimientos contradictorios por Mike, sino que es escritora y también es alguien que está intentando tomar las riendas de su vida y conocer gente nueva y reconciliarse con la vida que dejó atrás cinco años atrás.

De Mike no quiero comentar mucho más, ya que no conoces su parte de la historia hasta el final, cuando lo comprendes todo. Pero Mike es paciente, es divertido y, aunque a veces den ganas de arrearle con algo, es imposible no quererlo.

La verdad es que todos los personajes de Alice Kellen me resultan muy reales, con sus luces y sus sombras, pero a los que les acabas cogiendo cariño, incluso aunque al principio puedan parecer lo peor. Sin embargo, la autora les da más capas, humanidad y acabas entendiendo por qué cometen los errores que cometen o por qué son como son. Así que es muy sencillo meterse de lleno en el universo que la autora propone y que la relación te emocione.

Porque 33 razones para volver a verte es un libro romántico, así que no hay giros locos o impredecibles, pero sí que consigue enganchar e interesar. Es uno de esos libros en los que, al leerlo, de verdad quieres que la pareja termine junta y feliz. 33 razones para volver a verte es un libro que te saca la sonrisa, te emociona y, en determinados momentos, te hace sufrir junto a los personajes, así que cumple perfectamente con el género, con el añadido de que Alice Kellen logra insuflar a sus historias su sello personal, lo que las hace todavía más especiales.

Quizás 33 razones no me ha resultado tan redondo como Llévame a cualquier lugar, ya que el final me parece un poco precipitado y alguna situación se alarga un pelín, pero aún así lo disfruté desde la primera página hasta la última y, desde luego, pienso seguir leyendo todos los libros que firme Alice Kellen.

El próximo lunes literario estará dedicado a... La elección final de Gennifer Albin.

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