lunes, 26 de junio de 2017

Wonder Woman, Patty Jenkins, 2017

No, no estáis flipando. Esto es una entrada nueva. Sí, he vuelto. Increíble. Lo sé.


La cuestión es que este año me matriculé en el primer curso de Geografía e Historia de la UNED, lo que sumado al trabajo ha hecho que deje de lado el blog, más que nada porque no me daba la vida. ¡Y anda que no lo he echado de menos! No sé cuánto voy a actualizar, ni con qué asiduidad, pero espero no tenerlo tan abandonado, sobre todo en verano.

Además, anda que no ha habido cosas que comentar este año: el peliculón nuevo de La bella y la bestia, el regreso (por todo lo alto) de la saga de Piratas del Caribe, el súper reencuentro de OT, mogollón de series y libros molones, el que fui a la convención en Londres Heroes and villains... He tocado a Stephen Amell... no viene a cuento, lo sé, pero... ¡¡Le he tocado, a esos músculos cincelados por los dioses, seh!! Bueno, y otros ;P Ahora me odiáis, me lo merezco, lo asumo.

¿Y qué me ha hecho regresar?

Pues ha sido, ni más ni menos, la nueva película ambientada en el universo DC, Wonder Woman. La primera película protagonizada por una superheroína, que ya era hora, leches. Y encima es un peliculón. Así que, claro, hay que comentarla. Y tengo que declararle mi amor a Gal Gadot, que ya me gustó mucho en Batman contra Superman y aquí ha terminado de enamorarme.

Pero, como las costumbres son las costumbres, y por si acaso hay alguien que no tiene ni idea de qué va Wonder Woman, pues vamos con un pequeño resumen:

En la antigüedad, Zeus creó a la humanidad y uno de sus hijos, Ares, al considerar que no se merecían ni el mundo ni el favor de los dioses, comenzó una guerra en la que exterminó a todos los dioses. Únicamente Zeus pudo derrotarle, aunque Ares no murió, por lo que dejó a las amazonas protegidas en la isla de Themyscira, para que pudieran acabar con él, cuando se alzara de nuevo.

Diana (Gal Gadot), hija de la reina de las amazonas, es criada en Themyscira, donde se convierte en una experta luchadora. Sin embargo, su vida cambia irremediablemente, cuando un piloto inglés, Steve Trevor (Chris Pine), irrumpe en la isla, perseguido por los nazis. Así es como Diana conoce que el mundo exterior está en guerra, así que decide abandonar su hogar, en busca de Ares y cumplir así su misión.

Creo que lo primero que se debe señalar de Wonder Woman es que es la película del nuevo universo cinematográfico DC con el guión mejor escrito, más rotundo y compacto. A diferencia de sus compañeras, no hay ninguna laguna, ni ningún WTF?! ridículo, de esos que te acosan una vez has salido de la sala del cine. Lo que hay es una aventura con mucho sentido y, sobre todo, el desarrollo de dos personajes principales, que funcionan tan bien juntos, como por separado.

Y es algo que, en un principio, temía, pero que al final me ha convencido mucho. De verdad, tras ver el primer trailer, me inquietó que se centraran en exceso en la historia de amor. Pero no, creo que hay un buen equilibrio entre la atracción que va surgiendo entre Diana y Steve y el desarrollo personal de cada uno. Así, mientras se explora lo que le supone a Steve ser un espía y el querer hacer del mundo un lugar mejor, también se trata la pérdida de inocencia de Diana y el cómo hace frente al mundo de los humanos, alejado de la pacífica isla donde se crió.


Personalmente, me ha gustado mucho cómo han desarrollado a Diana, a lo que contribuye mucho el gran trabajo de Gal Gadot. Para mí, está sencillamente perfecta en el papel, puesto que es capaz de expresar mucho con una mirada. Desde la esperanza y la emoción, hasta la ruptura y la ira. Y resulta muy creíble en las escenas de acción, al igual que en las que son más personales y las de corte más humorístico. Y, sí, nunca he leído cómics de Wonder Woman, pero sencillamente me he enamorado de esta mujer y lo mucho que transmite, en serio.

Porque Wonder Woman se aleja un poco de la intensidad de Batman contra Superman para regalarnos momentos más distendidos, muy bien introducidos, por lo que resultan otro punto positivo más. De hecho, ese sentido del humor, ayuda mucho a que Diana resulte adorable, pese a que sea prácticamente perfecta.

Y es que Diana no sólo da hostias como panes, si la ocasión así lo requiere, sino que también habla varias lenguas y es buena estratega, lo que es un gustazo. En cierta manera, me recuerda a Supergirl, la serie de la CW, ya que son heroínas fuertes tanto física como intelectualmente y ambas saben cuándo y cómo deben luchar. Sí, ahora mismo me estoy imaginando un crossover y me emociono yo sola.

¿Quién quiere ver a esta mujer compartir pantalla con Melissa Benoist?

Yeah... Me lo imaginaba.

Junto a la pareja protagonista, aparecen una serie de secundarios bastante simpáticos, que además tienen cierto trasfondo. ¿Se puede pedir más? Bueno, sí, un malo a la altura, porque Wonder Woman sufre La maldición del supervillano. Es decir, el rol del villano lo ocupa un personaje bastante plano, una mera personificación de una amenaza, que la heroína debe solventar. Pero, bueno, es prácticamente una norma no escrita del cine de superhéroes y a mí me pesa más que los protagonistas estén bien llevados.

Al igual que les perdono lo predecible que es el giro final porque, sinceramente, creo que no es lo primordial, ni lo que interesa en la película. Y, mira, lo dicho, toda la historia tiene bastante coherencia, lo que es de agradecer, porque encima funciona muy, muy bien.

A Wonder Woman, además, le sienta de maravilla la estética, ambientada en la Gran Guerra, lo que es hasta novedoso. Mientras que la Segunda Guerra Mundial ha sido muy explotada en el cine, la primera ha pasado más desapercibida y, por eso, me ha parecido más original. Encima, dota a la película de una personalidad especial, que la hace única tanto en su universo cinematográfico, como en el cine de superhéroes en general. Sí, vale, Capitán América: El primer vengador también tiene un trasfondo bélico, pero su tono es muy distinto, básicamente porque sus protagonistas lo son.


Aunque me parece maravilloso que ambas tengan a un Chris interpretando a un Steve.

También me lo parece la banda sonora. Era escuchar el tema de Wonder Woman y emocionarme yo sola. Eso sí, la película tiene algo muy, muy malo: el doblaje. Dios mío de mi vida, vaya mierda de doblaje. Creo que nunca había oído un doblaje tan malo y tan falso, ni siquiera en los realities de Divinity.

De hecho a día de hoy sigo sin entender por qué Diana se pasa la película hablando varios idiomas y tú los escuchas con sus subtítulos incluidos, pero luego se infiltran en Alemania y se ponen a hablar con acento alemán-chungo. ¿Qué pasa? ¿El alemán es el inglés con acento o qué? ¡Tío, qué cutrez más grande!

Pero, bueno, más allá de eso, la película me gustó mucho y no me importaría volver a verla ahora mismo. De hecho, la espera a que la editen en DVD será larga, muy larga, al igual que la película de La liga de la justicia, que ahora me apetece mucho más (sobre todo por Gal Gadot y Ezra Miller, que interpretará a Flash).

A lo largo de la semana, subiré una entrada dándole estopa a Iron Fist (que yo llamo Lerdfist o Truño de hierro, depende de si tengo el día más o menos internacional, xD. Y dad gracias de no oír mi tono emocionado/ofendido, porque con esta me vengo muy arriba). Si queréis que haga una entrada sobre algún tema concreto, me lo decís y yo lo intento.